Y se dieron a la fuga
Publicado en Aug 25, 2009
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  .   Eran las tres de la tarde  y Carmén  ya había llamado tres veces tratando de ver que todo estuviera en orden y que no se quedara nada.   Por el tono  de su voz, parecía que   había  pasado un mal dia en la oficina.  Estaban las cosas feas en el trabajo, algunos problemas   que le afectarían a ella y a cualquiera en sus circunstancias. Nada, más de lo mismo, cuando cambia el gobierno cambian también los jefes de departamentos en las oficinas públicas y se crea una crísis moral interna y el desasociego.
 Todos los días la gente temblaba pensando cual sera la próxima víctima que  a votarán del trabajo. Habiamos quedado en que   iriamos a   Dominicus  un  resort bastante retirado de la capital. Ya habíamos hecho planes de las actividades en esa semana. Todo estaba listo esperando al chofer para recoger a Carmén en la oficina. Al fín llegó Manolito el chofer de confianza y le dije que pusiera todos los motetes en la yipeta.

Como siempre ella estaba con su uniforme azul marino esperándonos en la puerta del banco
  Saluda, que hay? no se queda nada?, pregunta Carmén y luego le indicó al chofer que   bajara por el malecón.
¡Hay que bueno que hoy es viernes! me voy a emborrachar esta noche para quitarme toda la tensión que tengo  de éste trabajo, con tantas vainas que uno tiene que bregar. Y tu crees que es fácil? dice ella virándose para atrás para contarme el último chisme que  le sucedio  en el banco.  Hay no pero yo no puedo seguir en éste tejemeneje y éste chisme , y la prepotencia de estas mujeres falta de macho que se  pasan de envidiosas, ¿Tu sabes lo que se atrevió a decirme la furufa esa bicicleta de canasto,  jedionda a monte ?,   la que entro a formar parte del departamento, ¡dizque de jefa!. Yo no se de quien ella es jefa en el departamento____ Ohh dizque que yo estoy apoyada por alguien allí ¿ Tu viste el diablo y es facil? Ella no sabe con quien se está metiendo, porque yo no tengo necesidad de aguantarle su  prepotencia ni su ego    a esa estupida fosforesente. ¡Mira coño a mi me dieron ganas de reventarla contra la pared!. Esa asquerosa furufa que sabrá dios de que patio sucio de la Duarte el amante que es un militar con rango alto en este nuevo gobierno  la metió por política en la oficina y ella se creé que llego a Nueva York y viene de mandamá dizque a mí, que tu sabes que no tengo que joder mucho para agarrar mi cartera y que se los lleve a todos el mismisimo diablo. Le abrí estos ojos así de grande como los abría papá y le dije ¡Vamos a respetarnos okey¡ y salí dejando el aire caliente . Yo pienso,que ella o se vá  del departamento o me voy  yo par carajo  a donde le dicen África ,bien lejos de ese camino.

¡Hay mija eso no es fácil trabajar en oficinas publicas  ¡yo te entiendo  perfectamente pero dejemos esa mierda y hablemos de otra cosa. ¿Trajiste los cd? ,ponte algo ahí de Lolita Flores o el último de Bebo Cigala ¡hay si! ese de lágrimas negras y olvídate y canta un tango,  borrón y cuenta nueva . No vale la pena como dice la  última canción de Juan Luis Guerra,  calentarse por cosas superfluas.
 Manolito el chofer que siempre andaba con prisa, ese día parece que no quería llegar  a ninguna parte y yo le dije que pisara el acelerador  para que llegaramos antes de que oscureciera. 
 Ya ibamos por la carretera de Boca Chica y hacía una tarde preciosa ,  un sol explendido bañaba el mar en diferentes tonos de azules y se respiraba el asufre del mar Caribe cuando de pronto  manolito  se asusta y dice, ¡anda para el carajo! mira esta vaina, ahora el policía de mierda me está mandando a parar quizás  porque voy a exceso de velocidad y yo miro  para atrás  y veo dos policías en una motora haciendo señales , Entonces le digo a Manolito que no se pare, no le hagas caso a ese pariguayo que es para picotearlo. Como siempre está jodía gente no cambia siempre paran a uno a mitad de camino para    le den  algo de dinero  . Oiganme y no  estan fáciles ahora quieren que le den  cien pesos dice Manolito, como que el dinero no valiera nada  en este país , no hay respeto a la moneda oh.. ¡Métele el pie a to fuete a la gasolina ! que ellos no te van a alcanzar jamásss en esa  porquería de motora. Bueno ustedes son las que mandan y metió el pie en el acelerador  hasta lo último.  Yo veía a manolito mirando nervioso todo el camino por el espejo y me dice  ¡Ah  no, yo creo que tengo que parar !, porque por más que le meto gasolina mas cerca viene ese hijo de la gran puta pisándome los talones y son capaces de pegarnos un tiro, porque estos guardias ¡son más brutos !    déjeme parar a ver que es lo que quiere.
En eso Carmén,  mira para atrás y ve que es un carro  el que los venía siguiendo y se baja del carro un morenón como de seis pies de altura, vestido de policía con una cara de matarife Y por la otra puerta un gordito con una panza parecido a Sancho Panza.
Los ojos del policía que tenía  seis pies de altura, despedían fuego de lo molesto que estaba y me imagino  si llega a agarrar al pobre Manolito lo revienta de un puñetazo. Cuando se acerca a la puerta del carro no le pide con respeto  los papeles a Manolito que está casi saliendósele los orines  del miedo.
Primero  mira   dentro del carro  y ve a Lisa en el asiento de atrás, un tronco de rubia, una mamisonga con unos muslazos afuera ya que ella tenía unos pantalones cortos . Con toda esa carne afuera y sonriéndole como si lo conociera, saludándolo,  pelándole el diente y le dice.. ¡hola!.
En el asiento de al lado del chofer,  iba Silvana con el celular llamando a un amigo de ella que trabajaba en la policia,  un tal Mayor General, que la enamoraba cuando ella tenía veinte años. Le iba a pedir   que le ayudara con esas fieras que no parecían gente, porque estaba grave el asunto y a Manolito le podían dar facilmente dos culatazos los  malditos policias.
Mientras el policía grandote se acercaba a la puerta de Manolito, le increspó con un, ¡mire  coño bájese de ahí sinvergüenza¡  ¿uste ta loco o se come su mierda?  ¿digame?   Continua  mirando y escudriñando dentro del carro y ve una cerveza al lado del asiento de Manolito y dice, ¡a no pero éste se jodió! si además de atentar contra la vida de estas dos damas, encima de eso, con el agravante de la multa por exceso de velocidad,  el hombre  viene borracho, ¡oigase bien!  y Manolito cagao hasta los pies le dice gageando no no Aaagente yo, yo  no tomo yo no estoy bebiendo cerveza. ¡Cállese coño que usted no puede hablar, usted no es gente. Ahora  arrecuetece del carro ante de que  yo pierda la paciencia y le caiga a patadas . Mira al policia gordito y le dice, y tu ,ven revísalo que a lo mejor hasta tiene droga encima.  A todo esto la rubia, se baja del carro  como si no estuviera escuchando los improperios del morenaso y se pone a coquetear caminando con un meneo de caderas  y  así, llega donde el agente y le dice… Mire sargento yo soy la culpable,  es mejor que me lleve a mi presa. Entonces  el  la mira serio pero con las muelas de atrás afuera, luego  como que se pone serio y sigue escuchando . Ella dice, con una voz bien dulce y melosa ,yo soy la responsable, si, la que lo obligué a que  acelerará   el carro, porque íbamos para Dominicus y usted sabe que eso es lejos y todo fue   para no  llegar tarde. Le  aclara que Manolito no tomaba licor y que  la cerveza era de la  amiga que viene al lado del chofer, que es la dueña del carro. Así,  no me diga, dice el policia, pues cojan el carro y ustedes dos váyanse para donde iban que este tipo va preso y mal  preso porque desafío la autoridad  y se fue a las millas .  
Si fuera en el tiempo de Trujillo lo habiamos fusilado, sin  tan siquiera preguntarle el nombre. Mira a ver como está este carro nuevo de la policía votando humo y casí lo quemo siguiéndolos a ustedes. El otro gordito decía en tono bajo , usted no sabe toda la gasolina que hemos gastado siguiéndolos  con una voz de maricón compungido como el que no quiere las cosas. Entonces Silvana le dice, no se preocupe que yo le voy a dar algo adicional a lo que ustedes gastaron, sabemos que somos culpables, ¿cuanto le doy  para la gasolina?. El  moreno alto que parece que es actor de teatro, aguajero  le dice, jamás podemos aceptar  dinero, nosotros somos del gobierno del PRD y no aceptamos ningún soborno. ¡Que se oiga bien aquí!, si usted insiste puede ir  hasta presa. Pero agente estamos aquí en el país, déjese de esa vaina ,mire ¡usted no sabe con quien esta hablando!  le dice Silvana en su mismo lenguaje . Es más, ¡vamos a respetarnos¡ déjeme ponerle al Mayor General que está en  línea. En eso  le pasa el celular al moreno de seis pies. Sí dígame Comandante, anja , no pero es que el tipo metió la pata se fue a la fuga. vamos a ver. Y se fue retirando a conversar por el celular con el Coronel de la policia. En eso el  policia gordito se acerca a la ventana del carro y le dice a Silvana , doña mire que hace calor y además el carro ha gastado usted no sabe cuanta gasolina y ese mal rato tírese algo  en el asiento, pero eso sí, sin que el comandante lo vea, que yo se lo echo de gasolina antes de que lleguemos al cuartel. En eso Silvana  sacó dinero de su cartera y los tira en el asiento. El otro viene con el celular y nos dice, las voy a perdonar porque iban a tener que llamar a la capital para que le enviaran a alguien que les manejara el carro y el tipo iba a ir preso por lo menos le íbamos a echar dos años por violar las leyes de transito de un país tan civilizado como éste donde los policías se respetan, no son corruptos y están para proteger a los ciudadanos contra el peligro y la delincuencia. ¡Que vayan bien!.
 
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Descripción

Cuento dominicano.

Palabras Clave: cuento

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Humor


Creditos: Doris Melo Mendoza

Derechos de Autor: reservado


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