Me gusta esta soledad Sonora,
sin nombre.
Esta condición humilde
a la que me impongo
en este desandar nocturno.
 
Me gusta como Alfonsina Storni meterme en el mar
 en las noches de verano,
desnuda bajo la luz de la luna,
libre, con profunda timidez.
 
 y entregarme sin miedos
como Julia de Burgos
en su río de Loiza.
 
Yen silencio,
contemplar las estrellas,
cerrar los ojos
y sentir que te tengo  
HOMBRE deseado,
en cada movimiento
al rítmo del baile de las aguas
que me circundan transparentes.
 
Y sentir las caricias tibias de éste mar como besos húmedos,
 como si se reconociera
 en cada parte de mi.
 
Y entonces enarbolada
entre  las olas,
disolverme en el tiempo
 Y explotar en la suave orilla,
 como espumas y caracolas,
con perfume de algas marinas.
 
Y así. nacer de nuevo
 Eliminando el tiempo
de lo dejado atrás,
 sentir las caricias del viento mesiéndo mis cabellos,
 y en algún momento sin prisa,
 volver amar,
como yo solo sé hacerlo.