Solo pensaba en elY daba pincelazosPensaba en la llegada de ese díaDe las palabras que tal vez le diría
También pensaba en una forma de castigoComo tal vez pensaba en los versos de algún poemaEscuchaba cantos, daba pincelazos y pensaba…… solo pensaba en el, una y otra vez.
Analizaba cada error que pudiera cometerSolo esperaba aquel díaNo tenia paciencia para pensar en un tal vez noMiraba su paisaje y daba pincelazos.
Tal vez le dijo todo lo que era cierto,O quizás comprendió que hizo desde ese día malNo importaba cuantos pincelazos daráSiempre  pensaba en él, y que se acercaba la hora de su sentencia.
No le interesaba que hacia sus pincelesEn el lienzo, nunca olvidaba ese rostroNunca olvido sus palabras,Siempre la escuchabaMuy pronto pasaban las horas,Sale de  su paraíso y en cada suspiro el tiempo corría
 Daba pasos y se acercaba más al recinto,Con su sentencia ya dictadaDonde sería condenado a las más puras de las agonías
Nunca le toco un solo de sus cabellosNi siquiera con la conciencia pretendía lastimarElla sabía que los golpes no la satisficieranSolo el dolor de su adversario caído la harías disfrutar como el más fino éxtasis.
Miraba sus ojos, y se disponía a abrir sus labiosPara arrojar el fatal veneno hacia su alma,Bastaba con solo su mirada de decepciónY a la vez de fuerza y enojo.
Y así con sus pincelazosSe planeaba el más cruel de los castigosUn veneno que sana y mata entre su vozUna mirada que resucita y sentencia sin excepciones  
Una condena que jamás olvidaraAunque le tiempo trate de cambiarloNunca podrá el sentenciado, liberarse de la condena que el mismo se ha ganado.Aunque se arrepienta de todas aquellas cosasJamás olvidara su tortura.El arrepentido condenado.