Del libro "Abecedario poético"
Publicado en Jul 09, 2010
Q
Quiromántica fantasía que se lee en el extremo de los miembros superiores sobre las líneas irregulares de sus palmas, tanto o más discontinuas que los quanta. Igual que tus hermanas Ñ y K, rivalizas en escasez frente a sus voces, pero eres fuerte como espolón de acero en las aguas turbulentas del lenguaje. Quijotesca tarea es sostenerte sobria y solitaria como santón eremita en un mundo de ruido y movimiento, donde reinan la sandunga y el jaleo. Símbolo de la naturaleza asimiladora en juiciosos tratados ocultistas, nos recuerdas con hábil contundencia que la vida es fugaz y transitoria. Por mi parte esperaré los objetivos con paciencia de sabio, aunque soy necio, sin quemar, como se dice, aquellas flores que en alquimia representan el compuesto primordial de la gran Obra. Creo saber, por la queraunoscopia (ese método griego de adivinación a través del trueno, como medio infalible muy cercano al arte), varias cosas de ti que nadie dice porque habitan el fondo de lo arcano. En diferentes idiomas del planeta, tu compañera, la inseparable U, se pronuncia de manera independiente, como en el aqua latina, y el cinquanta italiano, sin contar otras lenguas más exóticas donde eres un fonema oclusivo y postvelar. Decirte adiós es tarea poco grata, pues ofreces cucañas bien jugosas a los buenos investigadores que saben trepar sin el menor desliz por las varas premiadas del idioma donde letras y dioses celebran su festín.
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Verano Brisas
inocencio rex
miguel cabeza
Saludos