Tengo la dicha de tener una mejor amiga, se para algunas chicas esto de tener amigas no es real, buena idea o una traición anunciada, para otras es lo mejor del mundo (como yo lo veo), Helen, mi mejor amiga, la conozco desde los 15 años, (tengo 22) por un tiempo tuvimos vivimos una etapa difícil ya que ella se mudó lejos de mí, no la vi por 3 años, manteníamos contacto, rara vez mi madre me daba el permiso de ir a visitarla, otras me escapaba e iba a escondidas, pero nos poníamos al día de tantas cosas en nuestra vida, las cuales no podíamos hablar por teléfono, después de eso, hacíamos comida, veíamos películas y llegaba el momento raro, despedirnos, digo raro porque una parte de nosotras quería decir más que "la pase genial" pero otra parte no quería ser tan sensibles, pero mis gestos lograban decir te extraño... crecí y me mude, vivo un poco más cerca, pero ahora el trabajo y la universidad nos impiden un poco vernos, gracias a Dios ahora si podemos hablar por teléfono y conversar por horas, después de mi madre, mi mejor amiga ha sido quien me conoce tal cual soy, conoce mis peores decisiones y más grandes fracasos, sin embargo sigue conmigo. La amo y se lo he dicho. Estamos en una nueva etapa, ella tiene novio y aunque es gracioso porque ninguna de las dos sabe cómo interactuar cuando esta él, tratamos de que eso no tenga mayor peso en nuestra relación, ella sabe que aunque a mí me parezca el hombre más feo de esta mundo, lo acepto porque es el ser que hace feliz a mi mejor amiga, eso lo hace importante y no alguien común, sé que al final el físico no importa y como su amiga mi trabajo no es criticar, sino estar con ella en todo momento, apoyarla y ayudarla cuando lo necesite, así que aunque sea feo, ahora es parte de nuestra pequeña familia.