LLEGASTE
 
Junto al murmullo esperanzado de mis suplicas,
ataviado y milagroso, pero con dulce mirar,
extendiste tus brazos sin pretensión de vuelo,
y en mi pecho dolido, encontraste un altar.
 
Meloso de sueños, herido de nostalgia,
le asignaste un presente a mi cruel realidad,
y bajo la sombra impiadosa de la pena,
pronunciaste un te amo, que me hizo llorar.
 
Deje que el silencio, forjara palabras,
te atrape entre mis manos, gaviota de mar,
y sin pedirle, permiso alguno al destino,
en mis aposentos, te volví amar.
 
Llegaste, junto al murmullo esperanzado,
una tibia noche, para no marcharte mas.
 
Autor: JORGE AMADO SERRANO
SUARDI – SANTA FE - ARGENTINA