A LA MEMORIA DE MONICA GOROSITO
 
No se que viento de fuego, marco tu fin ese día,
que flagelo sin razón, se desangro por tus heridas,
¡ donde estaba el ángel Gabriel !, ¡ que no proclamo tu partida !,
¡ donde estaba DIOS !, aquella tarde en tu vida.
 
Nadie escucho tus gritos, fuiste silencio dolido,
no tuvieron piedad para contigo, los cicateros asesinos,
esos que aun están, disfrutando de su libre albedrio,
mientras tu recuerdo se aparca, entre las sombras del olvido.
 
No se que viento de fuego, indulto al desequilibrio,
para que incentivara tanta maldad, tanto perjuicio corrompido,
y que en la carne de tu cuerpo, se ensañaran como buitres,
que arrogancia tan bestial, ¿ porque señor lo permitiste ?.
 
Aquí te rezo, aquí reclamo, lo que la justicia aun, no ha encontrado,
pero sabio es el tiempo, aunque el hombre sea ingrato,
yo seguiré esperando, lo que las voces han callado,
porque ha de surgir la verdad, el cielo ya, lo ha declarado.
 
Autor: JORGE AMADO SERRANO
SUARDI – SANTA FE - ARGENTINA