Rocía de feromonas, conjúgalo en las cuerdas de metal
esparce el polen de tu veneno Hidra plateada
danza al compás del sudor lunar de tu cuerpo
estira tus blancas piernas dibujando las extravagancias
de las poses húmedas al alba.
¡¡Ámame como un reptil!!
¡¡Ámame como un reptil!!
Marca en mis anfibias carnes el territorio que desees
con tus fermentados besos
muda de piel en mi boca para que le de sabor a mis fauces
que estarán atadas a tu cuello
cuando esté encima de ti empujando con fuerza todas las letras erectas
que he lubricado con miel para calmar los aullidos de tus caderas.
No te limites solo a la caricia
díctame tus deseos escribiendo en mi espalda con tus garras
o busca con tu lengua bífida donde anidar, donde enroscarte
o simplemente lo que desees mascar
guíate por las vibraciones del vaivén, por el latir del viento
el gemido del agua que corre bajo tus piernas y entre mis labios.
¡¡Ámame como un reptil!!
¡¡Ámame como un reptil!!
Colúmpiate en mi humanidad,
cabalga salvaje sobre mi alma utilizando como riendas
mi estupidez y sumisión briosa amazona,
transfórmate en un torniquete para mi cintura
conviértete en el más cálido abrigo, trágame desde dentro,
que eso sea mi tumba
succiona todos mis sentimientos hasta la embriagues total.
Que quiero verte en cuatro, que es en cuatro la mejor pose dulce flor
en cuatro, en cuatro estaciones floreces y en veinte uñas enraízas.
Que arriba de mi te riegues y abajo me bebas
que en piernas abiertas te viertas polen, y en muslos llenos te aras tierra
contenta de cosecha fértil... que las semillas escurran por tu rostro.
Que es en cuatro...en cuatro y con cuatro bastión de legumbres bulbosas
en tus uñas tallos y en mis tallos labios.
¡¡Ámame como un reptil!!
¡¡Ámame como lo haría un reptil!!
¡¡Ámame, ámame como tú desees, pero que duela como tú dueles!!
Ámame a tu escamosa forma que es bien sabido que a los reptiles
les encantan las aves
o los híbridos con ojos de pájaro,
                              de girasol gris
ámame con sincero celo que ahora me tienes
en tus viperinos colmillos
                                     me posees; 
                    soy una flor enjaulada
                        un pájaro enraizado
por culpa del anfibio amor que se arrastra hasta lamernos.
  
Además de que me has sustituido la luz del sol
con el calor de tus noches
de luna llena la penumbra con tus oscuros deseos,
me has vuelto una flor de sombra que muerde               
                                                y arde,
                                                y gime...
 ... y muda de piel soltando líquidos ácidos,
de esos que te encanta que deslice por tus labios
¡es tan hermoso ver escurrir mi pálida lujuria por tus mejillas!
En tus uñas tallos y en mis manos muerte labios muertos...
porque soy hierba
                      flor,
fruto hecho carne
interpretando a un poeta de reptil faz, de metamorfoseo rostro,
 y de nocturnas costumbres.
Segrégame en la mengua
del cristalino veneno de tus caprichos carmesí serpiente
que suene la fanfarrea bélica de tu rancio cascabel
enclaustrado en mi necesidad de sentirme moribundo
al espasmo del duelo entre tu saliva y mi sangre quemada que hierve.
Creí ser Komodo, un dragón enérgico y gallardo pero,
en tu boreal reflejo,
en la sideral silueta de tu sombra
y en la metamorfosis de tus caricias
alcancé a leer que no soy energía ni fluvial luz verde,
no soy un reptil,
soy una frágil flor a sentencia de tu compañía
demoniaca serpiente...
¡¡Ámame como un reptil!!