DIOS DE SU PARTE
 
Cuando algún chafarote o tiranuelo
declara que Dios está de su parte,
debemos prepararnos para lo peor:
Torturas, masacres, genocidios,
desapariciones forzadas y cadenas,
hornos crematorios, violaciones
y demás comportamientos criminales.
 
Tales declaraciones son aciagas
para el conjunto de la población,
un futuro desolado y fúnebre
donde la ira, el odio y la ignominia,
la sinrazón, el abuso y la brutalidad
contaminan nuestro pan de cada día.
 
Hay quienes se acobardan y se esconden,
huyen o se venden al verdugo,
quiens apoyan con silencio cómplice
las matanzas sin tregua y sin medida.
 
Y hay también quienes denuncian,
protestan o se lanzan a las armas,
inlcuso, quienes cantan la tragedia
rabiosamente, por el bien perdido.
 
Soy siempre de acá, nunca de aquellos
que con hipócrita actitud sonríen
frente a la triste destrucción humana,
como ríen las hienas cuando cazan
o devoran su carroña corrompida
bajo el cielo, en mitad de la sabana.