A los que nunca amaron,
porque nunca sintieron
el fuego en el corazón,
les digo:
Probar el fruto del amor,
aunque dicen que fue prohibido
en el Edén de los sentidos,
mas, tened cuidado,
porque una vez probado
no queremos perder su sabor,
y es dificil hallarlo para siempre:
algo nos descubre que era falso,
o, si fue verdadero
el tiempo inconstante y cruel
nos lo arrebatará traicionero.
Por eso os digo:
Tened cuidado
porque es dulce y es amargo,
es placentero y desabrido,
y, aveces, tan terrible y engañoso
que nos puede matar
tras haberlo probado.

                                                                    Enrique González Matas