U N I D A D
Sabemos,
desde remotos tiempos,
por los consejos de los sabios,
por las advertencias de los profetas,
por los guías espirituales santos
que lo que nos salva
de la discordia fraticida,
de la ruína funesta
y del mal de las lágrimas y de la sangre
es la Unidad:
el acuerdo, la fraternal ayuda,
el amor y los abrazos
que encienden en las almas
el sol de la paz y la alegría.
 
Pero no aprendemos,
levantamos las murallas,
los puños y las espadas afiladas
contra el hermano;
y negamos el aire, el pan y el agua
privando a nuestros semejantes
del justo alimento que nos da la Tierra.
 
¿Hasta cuándo la división y el egoismo
dominarán la vida en este mundo?
                                                             (De Alfabeto de inquietudes)
                                                                   Enrique González Matas