S O L E D A D

Evocación del páramo inhóspito
en que queda el sentimiento
cuando descubres que eres solo
el testigo de tu propia intimidad.
Cuando descubres que todo 
cuanto te circunda y acompaña
no eres tú, porque en tu entraña
existencial, radical y única,
eres un ser arrojado al mundo,
al universo espacial, inmenso,
que tiene un destino finito
de principio de vida y término.
Y que ahora, en este instante
de aliento y vida, eres todo
cuanto tienes como propio:
un latido que sostiene tu respiro
en la esencia radical y palpitante
que se vive, que se siente,
que se goza y que se sufre
mientras huyes del destino irremediable.

                                                          (De Alfabeto de inquietudes)
                                                                Enrique González Matas