Dec 27, 2013 Dec 19, 2013 Dec 08, 2013 |
El llanto Ella –Por tu insoportable ausencia, de mi pluma brotan ríos de tinta, para deshacerse en la sal de mis lágrimas. Él -Si las lágrimas salen en cualquier momento, no se vale llorar, ellas, como las letras, a veces pierden su contexto. Ella -Una lágrima siempre refleja el más puro de nuestro sentimiento. Él -¿Es siempre así? Te dejo con mis preguntas rotas y mis dudas ciegas. Ella – Filosa tu pluma en la duda, entrando a matar con puño y letra firme. Ay, ay, es una pena que el peso de una prohibición así impida a los varones llorar a libre demanda. ÉL -Ten cuidado con lo que escribes, te pueden caer como palabras invertidas, como frases sin sentido; triste cosa es verse en el espejo roto en mil reflejos. Las mujeres casi sin causa, siempre brotan en un llanto generoso, ya ves como ahora, se seca y escurre al mezclarse con la tinta. Ella -Si un día cualquiera, uno de esos que vienen sin haberlos pensado, de los que aparecen sin haberlos llamado, te vienen ganas de llorar ¿Qué harás? Él - Falsos perfectos me parecen las lágrimas, en el rostro de una mujer, terrible herramienta de la manipulación psicológica. Ella - Desnuda tu mente y deja tu alma escuchar, que mi corazón va a hablar. Piensa en un ser querido, entrañable, uno de esos al que si no vieras por mucho tiempo te dejara triste, Él - Yo soy de pecho amplio, de brazos largos, listo para todos los abrazos, pero no para los llantos. Ella – En cambio en mí, estas lagrimas; son ellas, testigos involuntarios de mí verdad. Verás que la piel tiene memoria, ahí queda expresado todo el recuerdo, ese “te extraño de lejos te quiero más cerca” lleno de paciencia estiradas, por eso desbordan en llanto amargo. El amor o simplemente la amistad, buscan resistir al tiempo, al silencio, a la ausencia y la distancia. Las lágrimas sueltan mis esperanzas, dueña de mis cadenas, para que veas tu recuerdo vigente anidar en mi piel. El llanto se hace carne y en la sangre me recorre por doquier y así te llevo y te guardo, bañado en la nostalgia, envuelto en suspiros, atravesado por llanto. Él -Las lagrimas no devuelven un amor, pero enturbian el alma, escóndete y llora en soledades. Ella -El poeta es más poeta si puede, sanar sus heridas, crear sus propias respuestas, regar sus versos con la última lagrima. Quisiera que lamentáramos juntos nuestras desgracias y llorando desahogáramos nuestro tormento. Él -Creo que perdí mi sensibilidad, hoy no siento nada, las debo haber olvidado en las ropas que me cambié o se cayeron cuando me duché, en fin, la anestesia es total, todo me parece gris. En otras letras, en otros versos quizás… Gracias Amor Decía yo antes: No te cuento ni con un saco de balas que carguen sobre mi pecho, incluso con más de una metralla, el duelo que mi boca calla y mi pluma no relata. Me preguntaba ¿Cómo gritarle al mundo lo que me hace llorar?¿Cómo comentar lo que es necesario callar? Hasta que un día…Yo enamorado, recibí el amor por la poesía, di mis primeros pasos, con mis toscas líneas y sus pobres versos, sencillo de letras , quiso mi suerte venturosa me, hiciera dueño de un par de alas, con su cielo y sus estrellas, mojé mi pluma en el fuego del mágico Leteo, bebí de la tinta que inflama mi pecho y a oleo de mi pluma que pintan estos versos, como todo lo que escribo se hace transparente, se ven se sienten, se huelen, destilan mi humanidad. Mi mente es un fermento de letras, yo lo descubro con la poesía, en la mirada limpia de los justos, o en tus áridos mutismos, Inapelable como la muerte. El amor mismo la causa de tanto duelo, porque es eterno su conjuro. Entre suspiros de esperanzas perdidas, hago mi duelo aquí adentro, acunados en el cuenco de mi alma, para desolación de mi memoria. Desquiciado este recuerdo, es capaz de devolverme la razón en la poesía. ¡Gracias amor por quedarte tan pobre, haciéndome tan rico! Qué don te ha dado la vida para que esos ojos puedan convertir en versos, lo que mi corazón padece. Es siempre tan perfecta tu mirada, serena y tranquila, que consigues cerrar la puerta de mi esperanza, con la suavidad de un beso. El espejo Mi pluma, el espejo, donde te miras. Cien veces vistes tu reflejo Y otras cien te vistes reproducir en las rimas de mis versos, con su verbo emotivo y fuerte a la vez un día dejaras de recordarte, en ese espejo donde te miras. Mi pluma una fina esgrima y sus versos con letra firme ya apuntan a otro pecho. Te digo, que triste es, ver el reflejo de otra en el espejo. Iba yo por la vida Algo cargado de espalda Un poco descarriado de pies Y con ganas de segundear En otro amor Ella con 30 años de oro y plata era del amor una de sus infinitas muestras Me miró y en su mirada Me dio de premio la vida. Me miró un segundo, Me bastó una mirada Para amarla eternamente Con su sonrisa me da vuelo, Con su mirada esperanza Con lo uno me da letra Con lo otro fertiliza mis versos Tus miradas valen. Mis palabras sobran. Tu ojos bastan para mi gloria, veraces se avienen, como Regalo de amor. Tu piel Envuelta de fuego y pasión vocación para mis manos, que suave y lentamente, desnudan dulcemente el enigma que lo descifra. Para olvidarte, no hay más tiempo Te dejo una gota de mi llanto Esa que al caer no se olvidará de vos Tanto te olvidé, que tu nombre Que ya no entra en una palabra Tampoco cabe en una idea Lo borró tu insoportable ausencia Pedro Los jóvenes de hoy Escuché “Señores, quien no pueda defenderse, rompa la timidez y arrójese al mundo, que está para todos por igual” Estuve pensando en esa idea y por eso escribo esta singular protesta, por ser tan mío el dolor y muy lenta mi agonía, razones tengo para las quejas del agravio. La gente cree que entiende lo que pasa y la solución que buscan no siempre es la mejor, quiero acusarles en el fracaso corrigiéndoles, tomo como blanco la intención de enseñar y sacar de las tinieblas de la ignorancia y mostrarles el norte que han de seguir. Aclaro que esto lo digo, no sólo por mí, lo hago también por ustedes y para otros, que como yo, sufren la misma ignominia, sigan mi ejemplo. Para que no pierdas tu derecho y reclames el respeto que te mereces. Setenta y siete años bien vividos ¿Qué sería mi razón sin esos años de experiencia? Apelando la autoridad que me dan los años digo: Siendo tanta la soberbia de los jóvenes de hoy, siempre menospreciando a los viejos, idolatrando los cuerpos jóvenes, adorando y adorándose ponen en el acento en los más débiles, considerándonos como lo seco y raido, de la sociedad. Cuando era chico hacía caras y burlas frente al espejo hoy ya viejo el espejo de la sociedad se burla de mí mostrando mi decadencia, ellos no se dan cuenta que, ya antes, fueron jóvenes los viejos de hoy, y que pronto…pero muy pronto ya serán viejos los jóvenes de hoy. No saben, no entienden que el tiempo no se detiene, que al hombre, al faltarle los cimientos de la juventud perdida, todo es caerse y así nos vamos despidiendo de los sentidos, que tenían tanto más gusto, como la vista, el oído y notifican con sebera sentencia el riñón, el hígado, el corazón, que pesada es la carga, la fuerza poca, los años muchos y no hay fortuna firme que lo sostenga ni puntales que los detengan que todo es caerse y pudrirse. Si hoy te ves fuerte de brazos, firme de piernas, robusto de cuerpo, con luz y brillo en la razón, te crees tan alto donde no te alcanza la enfermedad, ni te llega la vejez. Necio ¿Cómo aprendiste esta verdad? ¿Cuál fue el camino de tu razón para pensar esta loca idea? ¿No sabes que tu vida pende de un hilo? El soplo de una enfermedad, un accidente, cualquier cosa puede hacerte trastabillar, si no es hoy será mañana, en esa esquina donde dobla salud y se encuentra con los años viejos. ¿Qué puedo decir de este cuerpo? A lo mejor fuiste lo peor que he conocido o a lo peor fuiste lo peor en envoltura de caramelo, dulce por fuera, carcomido por dentro. Hay que darle un mordisco a esta envoltura, así se rompe esa mágica envoltura de espejismo virtual, y nos descubre nuestra real naturaleza. Desde la distancia, pareciera que, el ser, bañado por la belleza no tiene alma, que apesta en auto idolatría y con cada movimiento ladra como perra en celo, hay que mirar ese cuerpo marquetinero a la distancia, para ver como supura idolatría frente al espejo, pensando que nunca será viejo. ¿Qué pido con esto? Un poco de humildad señores… un poco de humanidad. A los jóvenes, no digo que no se amen, que no quieran su propio cuerpo, quererse es una cosa, pero la idolatría es otra cosa, esta pasión desmedida implica un amor-odio, amor hacia lo joven, odio hacia la vejes. Está mal vista la vejes, hasta que te das cuenta y llega, por eso quiero más respeto para los viejos, sepan aprovechar estos años de experiencia. Tengan en cuenta que esto es así, todos vamos al mismo lugar, hasta subirnos en el carro de la despedida. Después ¿Qué nos queda? Llenar el pozo y henchir la tierra, quedar parejo “con los buenos” con los que antes fueron y ya no son. Somos un montón de pluma y la vida con un pequeño soplo nos desparrama. Mientras la juventud, hinchada de tanto patriotismo, corporal va por el camino de la mala nota, muertos de amor por la ley que el deseo pregona y no ven más allá del presente inmediato. Estos jóvenes de hoy creen que la naturaleza puede ser violada, como si pudiera existir otra ley, “!Al pozo señores, al pozo!” ¿Qué creen que hay otro camino? Sólo hay una salida, terminar como abono de esta tierra o ceniza de este suelo. Este usuario no tiene textos favoritos por el momento
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