Después de mucho tiempo, por fin encuentro un buen lugar en mi casa donde escribir. Hoy tengo 23 años, y me he sentado en este lugar, y el viento frio de las vísperas de invierno acaricia suavemente el ambiente hasta llegar a mis huesos.  ¿Alguna vez sintieron esa presión en el pecho? Quizá hablo del miedo, dolor, pero esa sensación es como el dolor de cabeza después de una buena borrachera con whisky y cerveza (fantástico). Una cruda para el alma, donde muestra la perdida de algo, la experimentación de esta es a menudo causada por las mujeres (en mi caso como varón heterosexual). Hoy comprendí que son simples estados sentimentalistas, ¿Cómo es posible decirse que se está sufriendo? Cuando aun gozamos de salud y voluntad propia sin sentirnos oprimidos por la necesidad de encajar en una sociedad de autómatas donde se busca siempre lo mismo. El éxito el jodido éxito de las personas… el mundo, llegar  a ser un abogado, Doctor, empresario… ¡Bha!  Pamplinas, conozco doctores que se cagan en varo, pero realmente ¿porque alguien acaba siendo doctor? Remontémonos a las juventudes de estos, puedes mirar a los grandes cerebritos, matados, y llenos de inteligencia en las facultades de la universidad, cualquier universidad. ¿Y que es lo que brilla en ellos? Humanidad. Un doctor veterano, ha perdido esa humanidad, cuantos casos han llevado sobre su vida a tal grado que la vida de un paciente son solo síntomas, dolores y medicación. Y todo esto solo se convierte en papeleo para él. Un caso mas al creciente expediente de una clínica. Asimismo con los abogados. Solo papeleo y palabras. Donde al final, les importa un carajo que aquellas personas con las que se trabaja, tienen vida, quizá una esposa, un hijo, madre o simplemente una botella de whisky. Como se apresan tanto en la rutina que olvidan que buscaban, que al alcanzar su sueño, olvidan lo demás y solo esperan la vejes para una vez que no puedan aguantar la vida llega su muerte en un lecho de seda, solo en ese momento se preguntan si quizá su vida valió la pena. Odio a todo aquel que perdió sueños y anhelos en la rutina, pero odio aun más a quienes tienen esto, pero no tienen el valor de pelear por ellos. Mi vida es todo lo contrario a esto, quizá voy sin dirección, creyendo que el amor es solo un juego donde cada vez que juego pierdo mi alma, sin tener la mínima intención de ganar para siempre, solo en el momento. Sé que esto me asusta, pero las palabras quedan cortas cuando pierdes a una musa.  Así será siempre, quizá has perdido a una mujer, pero tendrás mas y también las perderás, entonces mi joven amigo(a) solo queda volverse a enamorar, volver a beber whisky y acabar con el dolor del pecho inflando los pulmones de cigarro, divirtiéndonos y sintiendo a cada segundo, que nuestra vida vale y que posiblemente (y es lo más seguro) no volverá. Porque la vida es algo tan frágil que se quiebra y nunca regresa, no depende de planes e intereses. Solo depende de la fragilidad de los momentos. Sonríe siempre aun con la lagrima en los ojos.