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Frente a aquella residencia, muchas veces he pasado. Rodeada de árboles muertos, jardines abandonados que fueron en otros tiempos el orgullo de este barrio. Senderos que están cubiertos por malezas y cizañas, hojas secas, que repetidos otoños, amontonaron y los vientos las levantan, las llevan de lado a lado en un juego fantasmal, de remolinos alados. Tras las rejas, me detuve, me fascinó el espectáculo, Graciosa coreografía en una tarde de sábado. La decadente mansión, en otro tiempo habitada por ilustre personaje que de ella, orgulloso estaba. Vuela mi imaginación, hacia una noche de gala. Todo el parque iluminado, la escalinata, adornada , con ramilletes de flores y muérdago en las barandas. El fino césped inglés, igual que mullida alfombra, Los árboles con guirnaldas de luces que ahuyentan sombras. Y en oleada, un vals de Strauss, llega, invitando a la danza. La realidad me sacude, con su áspera mano helada, cuando veo, tras las rejas, lo que quedó, ¡casi nada! Ruinas como testimonios de antiguas vidas mundanas. A pesar de mis deseos, yo te seguiré queriendo. Me es difícil controlar a mi propio sentimiento. Si alguien me puede ayudar, aceptaré sus consejos. Ya no quisiera quererte, pero te sigo queriendo. -¿Porqué- le pregunto al cielo- tengo que sufrir condena? Nunca le hice mal a nadie, soy una gitana buena. Mentir, jamás he mentido. Quizá en algo muy pequeño, Sin hacer daño ninguno. En eso puse mi empeño. ¡Y que me castigue Dios, si alguna vez he robado! Tal vez…unas moneditas….pero nadie lo ha notado. Si alguien osa preguntar si soy de dar maldiciones. Le respondo sin tardar: ¡Que te almuercen los leones! Ya no quisiera quererte, pero te sigo queriendo Si tropiezo, en el camino, no me siento derrotada. Transitar supone riesgos, superarlos, da confianza. La caída, no es derrota. Inevitable es caer y aprender a levantarse, una forma de crecer. De la derrota, es posible salir con el propio esfuerzo. Nunca es definitiva. si apelamos al intento. Quien ha conseguido gloria, la vive con alegría, aunque tiene un flanco débil, tampoco es definitiva Se encontraban los domingos en un refugio alejado, donde vivió una pareja de alemanes exiliados. que a treinta años de la Guerra, a su país regresaron. La cabaña, estaba intacta, nadie se había acercado. Sería por los rumores que habían desparramado, sobre extraños visitantes, jerarcas de la GESTAPO más crueles que la crueldad que allí estaban refugiados. Ellos de eso, no sabían. Estaban enamorados Y nada querían saber, tampoco lo preguntaron. Apenas ella llegaba, él que la estaba aguardando, la desnudaba con prisa, la besaba hasta el cansancio y rodaban por el suelo estrechamente abrazados. Esas tardes de domingo, pasaban por demás rápido A veces los sorprendía la noche, sin haber hablado, Sin que ella pudiera decirle lo que había estado pensando durante eternos seis días y volvería a marcharse, alguien la estaba esperando y tenía que apurarse. Se vestía en la oscuridad, él la seguía besando, Saciado estaba el deseo. Estaban enamorados. La acompañaba. Iban tristes. Estrechamente abrazados Y a unas cuadras de su casa, se soltaba de su abrazo, apurada a abrir la puerta y hacer su diario trabajo. En la casa, su marido, con amigos que brindaban Todos quedaron callados cuando vieron que llegaba con el vestido al revés y bastante despeinada. Es tarde para llantos, ya no llores. Lo que pasó, fue fácil prevenir, Sin embargo, dejaste que ocurriera. Lo correcto, ahora, es asumir. Discúlpate. Es lo menos que se espera, de quien tanta discordia provocó. Si no eres capaz de dar razones, puedes, con humildad, pedir perdón. No será necesario que te humilles, Disculparse, es de buena condición. No lo harás de rodillas, simplemente, Debes pedirlo desde el corazón. "Para obtener lo que nunca has tenido, debes hacer eso que nunca has hecho” Al oírlo, sentí oprimirse el pecho ¿Tendré, entonces que darlo por perdido? Tantas cosas que quiero y he querido, Deseándolas, sola, mirando al techo. Conciente de que estoy en mi derecho Y con temor de hacer algo indebido.Mi salvación está en puerto seguro Es más difícil derribar prejuicios que hacer caer un imponente muro.Renuncio, entonces. De ambición me curo. Recupero equilibrio y sano juicio No elijo para mi, el camino oscuro No se si me gusta más lo que tu boca me dice, con todas las restricciones, que la situación, exige. O lo que dicen tus ojos. Ellos no saben mentir. Dicen todo lo que sientes. No aprendieron a fingir. También tus gestos revelan, Lo que sientes, lo que quieres, todo lo que estás pensando…. Si hasta a veces, me da apuro que seas tan transparente. Eres como un libro abierto que estoy dispuesta a leer. Dame tiempo a descifrarte, Los dos vamos a aprender. Brenda se casó tres veces y otras tantas enviudó. Se dijeron muchas cosas, pero nada se probó. El primer de los finados, fue un marino de carrera. La ansiada noche de bodas, la pasaron sobre el mar. Desde que ella subió al barco, no paró de vomitar. Él oteaba el horizonte, sin dejar de blasfemar. Regresaron en avión. Brenda enferma y descompuesta. Y cuado estuvo repuesta, tuvo él que hacerse a la mar. Ahora nadie discute, en buenas manos quedó. El médico que la trató, la atendió con mucho tino Si hasta velaba su sueño, en ausencia del marino. Tamaña consagración tuvo el premio merecido, Brenda estaba embarazada, cuando volvió su marido. Por muchas cuentas que hacía, los números no cerraban, Los cabellos, se mesaba, bitácoras consultaba, sin encontrar solución a su gran preocupación. Y fue tanto el desconcierto y tanta la desazón, Sospechando la verdad, de un infartó se murió. Libre le quedó el camino al comedido doctor Y pasó a ser el segundo y a su niñito, adoptó. Parecía ir sobre ruedas, el segundo matrimonio Hasta que lo descubrió, su marido era un demonio. Esa afición del doctor, que a su deber superaba de velar a sus “pacientas” con plena consagración. El escándalo, mayúsculo tuvo gran connotación Brenda buscó un abogado y el divorcio, comenzó. El doctor, muy estresado, tuvo un pico de tensión, que sumado a sus desmanes, lo llevó a su perdición. Brenda, le dio a su apariencia el máximo de cuidados, (Quién sabe con qué intención), para ir al abogado satisfecha a cancelar, los jugosos honorarios. Correspondió, él, a tanto esmero, con notable sutileza, ofreciendo liquidar, la deuda, a cambio de especias. Ella simuló ofenderse, las lágrimas evitó, para no arruinarse el traje y menos su maquillaje en que tanto se esmeró. Se apresuró el abogado en arrojarse a sus pies, alegando, en su defensa que ella lo había embrujado y que estaba enamorado…. Se cumplía el plan de Brenda, fríamente calculado así comenzó el tercero, que acaba de fallecer. Dejó una viuda muy rica que hoy está por conocer a su flamante albacea……..Todo puede suceder. De la desnuda rama, cuelga el nido, donde hasta ayer, la vida, fue promesa. Un capricho de la naturaleza, deja el sueño, de un pájaro, destruido. Yace cerca, en el dolor sumido. La dura realidad y la tristeza, quedó del temporal y su crudeza y el lamento de un ruiseñor herido. Aún en su nostálgico sonido, alto se eleva el trino melodioso. Pueda que llegue al cielo su pedido. La oquedad de una roca, será el nido. Dolido, solitario, pesaroso, recordará otro tiempo, venturoso? Si al taller de escultura, ella llegaba, la luz, alrededor, resplandecía su presencia era fuente de armonía y la sombra, dañina, se escapaba. Su cuerpo, sin pudores, desnudaba. Como una diosa, al pedestal subía. Sin las humildes prendas, parecía, en verdad, una diosa que posaba. Trasmitía algo más que la belleza perfecta, de sus formas aniñadas, La gracia que le dio naturaleza. Imaginaba, con total certeza. Su juventud iba a quedar plasmada en mármol… y sus aires de grandeza Quizá ya ni siquiera me recuerdas. Fue un amor tan extraño, el que vivimos. De lo que estoy segura, nos quisimos. Quizá se te olvidó, ya ni te acuerdas. Cuando dijiste adiós, tensó las cuerdas, de aquélla relación que compartimos, resguardarla, tratamos. No pudimos. Pero el tiempo pasó... ya ni te acuerdas. Y será la razón de esta tristeza que me agobia en las tardes del otoño. Nostalgias que doblegan mi entereza. Quizá todo, está sólo en mi cabeza, al ver mi estéril vida, sin retoño Tu, mientras, eres feliz. Nada te pesa. Ay, que te llevo en el alma, clavado como una espina Y a veces como un puñal que hace sangrar esta herida. Quién ha dicho que el amor, nos enciende de alegría? Para mi es sólo tormento que me mata cada día. Si ya no puedo rezar, ni ordenar mis pensamientos, pero en ellos siempre estás presente en cada momento. Estás clavado en mi mente y en el pobre corazón que se queja por no verte y al verte, brinca de amor. Para calmar tu sed hoy he buscado, entre la fronda, el manantial prohibido, por las ásperas rocas, he subido y heridas, estas manos, han sangrado. Satisfecho, por haberlo encontrado para ti, sin pensar en lo sufrido, el agua milagrosa he conseguido. y a tu boca, pura y fresca, la he llevado. Silencio es la respuesta que me has dado. Indiferencia solo he recibido. No ha sido mi intención ser bien pagado. Por el esfuerzo, al menos, bien mirado. Pero no, nada de eso ha sucedido Y aquí estoy, andrajoso y amargado Se que tu sientes por mi, lo mismo que siento yo. En eso estamos de acuerdo Y coincidimos los dos. ¿Dónde habrías de encontrar, alguien con tantas virtudes? Un verdadero galán, de probadas aptitudes. Elegante, servicial, Erudito e informado, Bailo el tango, se cantar y fui muy bien educado. Varios idiomas, domino y a banquete donde voy, siempre elijo el mejor vino y soy mejor catador. De trabajo?, ni que hablar! Con todo lo que yo se, nadie me puede igualar Pero la envidia me acosa Es una calamidad. Por eso, aunque yo, lo quiera, Nunca puedo trabajar. Llegaron los audaces invasores con sed de sangre y ambiciones, vienen. Decididos, intrépidos, no tienen, adversarios iguales, ni mejores. Los gritos de los crueles vencedores, ahoga los gemidos y mantienen sus salvajes costumbres que entretienen, al jefe, que goza de los horrores. Sacan a las mujeres de sus casas, de los cabellos, afuera, las arrastran. Sus hijos, arrojados a las brasas. Enarbolando poderosas masas, Impávidos, feroces, las desastran. ¡Hombre cruel, a tu paso, todo arrasas.! De tu Pasión, retengo las visiones, más crueles, del dolor que te atormenta. Te flagelaron con saña tan violenta y humillaron con vanas intenciones. Hay en tu alma doliente, decepciones que hora en hora, la maldad, aumenta, El hombre, en su accionar, las alimenta gozándose en causar tus aflicciones. Sin embargo, persistes en tu empeño tenaz de rescatarlo de su sino, por evitarle arder igual que un leño. No protejas al hombre. Es el diseño del Padre y ha desviado su camino Ni vale, que por él, pierdas el sueño. Volviste….no te esperaba. Me pregunto ¿para qué? Aquél día que te fuiste Supe que ibas a volver. No busques en mi mirada lo que no vas a encontrar. En las vueltas de la vida, a mi, me tocó cambiar. No soy la que siempre espera Resignada con su suerte. Tengo encendidas dos velas que aseguran mi presente. Por la puerta, donde entraste, ya mismo puedes salir. Que la suerte te acompañe y que puedas ser feliz. Yo podría decirte que te quiero aunque no esté segura de quererte Escrita y destinada está mi suerte Voy a ser tuya y no es lo que prefiero. La decisión tomada, yo no altero Debo aceptar, también obedecerte Se que hay otra salida y es la muerte Amo vivir, razón porque no muero De mi no tendrás queja ni reclamo Seré una esposa fiel, yo lo prometo Más no pidas amor porque no te amo. El eco se escucha aún en el tálamo, Ella sueña, él insomne y quieto. su alma es un extenso y frío páramo La muerte nos acompaña desde el día que nacemos. Siempre empuña su guadaña y la sujeta con celo. Atenta a nuestros andares a todos nuestros errores, al olvido, a la intención, combina las situaciones para acomodar las fechas sin saturar sus acciones. A veces los accidentes, escapan a sus controles sin olvidar los desastres, que suele haber a montones por los errores humanos y otros aún, más destructores Nadie espera su visita, Es pecado mencionarla y todos cruzan los dedos, cuando en su carruaje, pasa, Su presencia poco grata, será mejor aceptar. Más temprano o más tarde imposible de evitar. Si alguna vez tu camino con el mío se cruzara, no sería mi intención, repetir la misma trama. Ni serían mis errores igual a los cometidos, otros, podría tener, pero jamás repetirlos. Siempre me tienta llegar al borde del precipicio.La visión es sin igual. La atracción, altera el juicio. Lleva un tiempo prudencial recuperar la cordura. El desafío es lograr, equilibrio en las alturas. Lo mismo cuando tropiezo con la piedra del camino, la primera, puede ser, la segunda… es el destino. -Desde que tengo memoria, me han llamado Terciopelo- Le cuenta el gatito negro, a la gatita Consuelo. Consuelo, es color canela, con oscuras rayas gruesas, si no fuera tan pequeña, pasaría por tigresa. Terciopelo, es muy travieso. Saca un ovillo de lana, con sus patitas lo empuja, con sus uñas, lo desgarra. Rueda que rueda el ovillo con la fuerza del impulso. Ha dejado de ser blanco, ahora es de un blanco-sucio. Cuando la patrona busque, sus ovillos, Terciopelo, recibirá su castigo. ¡Que le sirva de escarmiento! Consuelo, tímida, mira, cómo juega Terciopelo, hasta que de un manotazo, el ovillo, cae al fuego. Se aviva y chisporrotea en las brazas del fogón para quedar reducido, a su mínima expresión. ¡Mira que hiciste, amiguito! Dice, alarmada Consuelo. El hechizo, de la llama, hipnotiza a Terciopelo. Se que me cuidas y aunque no te vea, yo presiento, tu sombra bienhechora, saberlo me da fuerzas a toda hora, para afrontar, segura, lo que sea. En el silencio de mis soledades, tu voz, nunca escuchada, yo presiento y es arrullo de amor, que trae el viento, el mismo que se lleva mis pesares. Bajo el amparo de tu sombra amiga, encuentro la armonía tan deseada y el sosiego que el alma me reclama. No necesito más, ni pido nada, que no sea seguir este camino, ni desviar. Satisfecha con mi sino Cuando se apagó la luz del amor que ya no está, con la luz se fue el amor y dejó la oscuridad. Tanteando por no caer, aturdido al caminar, sin saber a donde ir, sin deseos de llegar. Así por la vida voy, tropezando con mi sombra. El viento silba y parece un lamento que te nombra. Me aconsejan que te olvide y no te puedo olvidar, Anclada en mi corazón. Cómo te podré arrancar? Digo en voz baja tu nombre, por no gritarlo, me muerdo. Vivo con el pensamiento, llenito de tu recuerdo. Sumido en todo lo lindo que los dos hemos vivido, Resignado con mi suerte podré afrontar al destino. Hoy, en una de las caminatas que suelo hacer a diario, me detuve en un cartel de factura casera, donde en letras de buen tamaño y llamativo color, se leía: MUSEO DE LA RUPTURA ¡SÁCATE A TU EX DE ENCIMA! No pude aguantar la curiosidad y entré. En el galpón de grandes dimensiones, había varios contenedores, me acerqué a uno, donde una joven, de una bolsa que llevaba, comenzó a descargar, fotos, ositos de peluche y un espantoso portarretratos, en forma de corazón. En otro, una mujer mayor, descargó unos antiguos discos de vinilo, libros de poemas y un manojo de flores secas que aún despedían un perfume dulzón. Hablé con ellas luego de concluida la sencilla ceremonia. Ambas coincidieron en remarcar que esta práctica, la tomaban como una terapia y que la adoptaron por considerarla de todo punto de vista, beneficiosa. Despojarse de todos esos inútiles recuerdos, las ayudaba a cortar definitivamente con algo que ya fue. -De acuerdo, comenté, aunque lo que tiraron, son cosas, de escaso valor material, también lo hacen con alguna joya que un ex les obsequió, un anillo, una pulsera? -No, de ninguna manera, dijeron a coro. Eso lo conservamos con nosotras. Conclusión, las mujeres somos seres pensantes hasta en circunstancias extremas y tenemos la facultad de seleccionar lo que nos daña, de lo que nos beneficia, desprendernos de aquello y retener esto. Cada día me gusta más pertenecer a mi género. En su caballo Azabache, ricamente enjaezado, en busca de su princesa, cabalga el príncipe Osado. Cruza ríos torrentosos y desiertos calcinados. Trepa montañas y cerros, en balsa, atraviesa lagos, en busca de una princesa que lo tiene obsesionado. Por cierto, no la conoce, pero dijeron los hados, que mucho deberá andar para obtener lo deseado. Una sola referencia, Llegará el día esperado, cuando en los ojos de Ella, Él se vea reflejado. En su largo caminar, ha visto tantas doncellas, Algunas de muy buen ver otras que ya ni recuerda. El corazón lo sabrá, cuando llegue ese momento. No perderá la esperanza aunque vaya contra el viento. Al saltar sobre una grieta, Azabache se ha quebrado. Una decisión extrema, debe ser sacrificado. Grande es la pena de Osado Enferma de depresión, Refugiado en una choza, abandona su misión. Sin comer y sin beber lejos de su principado, se dispone a perecer. Cierra los ojos, Osado. La tormenta. se avecina. Hay relámpagos y truenos. Busca refugio un pastor y en la choza, enciende un fuego. A la luz que da la llama, descubre al joven que expira le da de beber, le habla. pero nada lo reanima. Improvisa una angarilla para llevarlo a su hogar. A su hija, lo encomienda y retorna a trabajar. La niña borda a la lumbre, entonando una canción. Leve, dulce y cristalina le llega a Osado, su voz. Piensa que un ángel del cielo, en su búsqueda, bajó. Se acerca, al jergón la niña, con su labor en las manos, En sus ojos luminosos, Él, se mira reflejado. -¡Eras tu, ya te encontré! ¡Mis anhelos he logrado! ¡Por ti yo quiero vivir! Exclama feliz, Osado. El viento azotó mi puerta,echado estaba el cerrojo. No creí que se atreviera, ni provoqué sus enojos. De un golpe, abrió mi ventana y por ella se introdujo, hizo volar mis papeles, partituras y dibujos. Entró con tanta violencia, sin haber sido invitado. Tumbó un jarrón con claveles. No se dio por enterado. En mi cuarto, se detuvo, como sin saber que hacer, detrás suyo, lo seguía sin poderlo contener. Dio un remolino imprevisto, me sorprendió por la espalda. Comprendí sus intenciones, cuando levantó mi falda. Hombre al fin, como es el viento, con todas sus artimañas, se divierte en correrías y en algunas, con cizaña. Si he callado es por no herirte y sin embargo, te hiero cuando prefiero callar por no gritar lo que siento. He dejado de quererte. No tengo más que decir. No te miraré a los ojos. Ni quiero verte sufrir. El amor es muy extraño llega un día, otro se va. Nos enciende la alegría, también la suele apagar. Es voluble y caprichoso, No es dado a reflexionar Lo que le gusta, lo toma y luego, se vuelve atrás. No quise herirte, lo siento, pero no dejo de hablar. Solo palabras vacías que digo por no llorar. La araña teje su red para atrapar al insecto lo envuelve como un ovillo, que servirá de alimento. Su despensa, bien provista. Le agrada la variedad. Grillos, moscas mariposas, en su red, logra atrapar Un grillo quiso escapar, de la trama pavorosa pero no lo consiguió y amortajado, reposa. Concentrada en la tarea, Teje de nuevo, la araña, Tratando de repararl cuando algo, su tela, daña. Sutiles hilos de seda, segrega, mientras trabaja Los tibios rayos del sol, traspasan la fina trama. Artesana más completa que una laboriosa araña, es difícil de encontrar, e improbable, contratarla. ''Si te vas ó si te quedas, es lo mismo para mi. Ya no sufro, ni me acuerdo, ni se si estuviste aquí. Si te recuerdo, ó te olvido, nada te puedo decir. Mi vida sigue su curso y no depende de ti, Si estoy triste, si me alegro de verte, o si no te vi. A veces me siento amable y otras no me siento así. Tal vez sean las hormonas, tal vez, la luna o el viento. Me cuentan que los del Norte, provocan remordimiento. Los del Sur, deseos prohibidos, variedad de excitaciones. Del Este, los malos sueños y profundas depresiones, Del Oeste, mis preferidos, apaciguan ansiedades, aumentan las endorfinas y las buenas amistades. Hay que actuar con precaución, evitar complicaciones Buscar el viento adecuado, si así es, ¡felicitaciones! Procuro, cuando pasas, no mirarteSolo Dios, sabe lo que a mi me cuesta. Vivo penando sin hallar respuesta, a este, mi eterno y mudo interrogante. Es que acaso no sabes lo que siento? Ignoras mi deseo reprimido de escuchar junto al mío tu latido, en feliz y armonioso complemento? Hay un lazo que me ata a tus desdenes Será posible este destino aciago? Te hace feliz, saberme desgraciado? Y los días se van sin que te enteres del dolor que provoca este fracaso. Sin apiadarte… ajustas más el lazo. Dónde estaría mejor, que entre tus brazos? me digo. Encuentro mi contención, mi hogar y cálido abrigo. Nunca he pretendido más, ni quiero, ni necesito y es en tu apretado abrazo que como mujer existo. El contacto, tan estrecho, de tu cuerpo, con el mío, Despierta aquellos deseos que estaban adormecidos En llamaradas, se enciende, mi piel, cerca de tu piel se transmiten su calor y saben corresponder Y somos Hombre y Mujer en ráfagas y fusiones, con urgencias, ansiedades e idénticas emociones. El mundo somos nosotros, solamente, vos y yo. En el instante sublime, nos acercamos a Dios. Desde el día en que sus ojos, comenzaron a mirar, se centraron en las rejas de su cuna de nogal. Luego las rejas de pino, cuando empezaba a gatear, del sencillo corralito, barnizado al natural. Sólida reja, en su cuarto, protegía el ventanal Igual que en toda la casa, siempre rejas de guardar. Rejas cerrando el jardín, alrededor de la casa, En la entrada de la escuela, en el parque y en la plaza. En su mente se grabó, igual que un dogma de fe que una reja nos separa de lo que no debe ser, lo prohibido y peligroso. Del otro lado está el bien. En la noche de su boda, la novia, ansiosa, esperaba, recostada sobre el lecho, con la luces apagadas. Se abrió la puerta del cuarto, la luna, desde el balcón, copió sobre el cuerpo de ella, las rejas del ventanal. El arraigado concepto, en su mente, despertó. Tropezando con los muebles, de aquel lugar se alejó. Desde el albergue siquiátrico, mira su vida pasar,ajeno e indiferente sin hablar ni preguntarpor la esposa abandonada que alguien irá a consolar, mientras él, tras de las rejas, buscó la seguridad. Ya es tarde, me dijo un día y se fue por el sendero, No supe que responder. Hoy de veras, lo lamento Mis ojos estaban secos, ni una lágrima vertieron y mi boca la selló, un terco, amargo silencio. El amanecer me vio, deambular igual que un ebrio Atravesar los caminos, sin rumbo ni derrotero Agotándome, sin pausa hasta quedarme deshecho, por no llegar a mi casa y ver el nido desierto. Desperté sobre la tierra, humedecida en rocío, al instante recordé que ya no estabas conmigo. El sol calentó mi cuerpo, inerte, muerto de frío. Al cierzo que azota el alma, no hay sol para darle abrigo. Retorné solo, en silencio. Ni los pájaros se oían, ausentes para no ver mi dolorosa agonía. La soledad me acompaña y me es fiel desde ese día A veces me acuerdo de ella y duele… como una espina Hoy ha muerto el señor Blas. Dejó tantas posesiones, bienes muebles, a montones y una viuda de buen ver. No tuvo en su larga vida, hijos, tampoco entenados. Su hacer, estuvo enfocado, en aumentar su fortuna. Breve cortejo, acompaña hasta la última morada. Lo que abarca la mirada, en vida, fue todo suyo. La viuda deja una flor sobre el pulido cajón. Luego de una breve misa, inician la cremación. Van las cenizas, holgadas, en fina urna de cristal. Tanto abarcó, en vida, Blas y tan poco, en su final. No me trates con desdenes, Ni pretendas que te ruegue. El amor es, o no es, sin que medien intereses. Tal vez, no eres para mi aunque me cueste aceptar, nunca he sido de rogar. Por donde vine, me iré. Seguiré solo el camino y sin mirar para atrás. Me guiarán las estrellas en el largo caminar. No perdí, ni busco nada. Lo que sea, así será. Amigos, siempre se encuentran, Amores…ya se verá. La abuela Clara es coqueta, lo ha sido y lo será. Ha pasado los noventa y gafas, no quiere usar. La observo cuando prepara su arreglo, para salir a visitar a una amiga, al templo o a algún festín. Frente al veneciano espejo, con marco dorado a fuego, se maquilla como antaño, cuidadosa y con esmero Tiene cremas a granel para planchar las arrugas, Humectantes, oxidantes, exfoliantes y no hay dudas de que por más que ella trata, la realidad siempre es dura. Llegó un sobrino de Suecia, oftalmólogo afamado La convenció de operarse y el triunfo ya está logrado. Vuelve Clara muy contenta, con los ojos taponados. No sintió el menor dolor, todo se ha solucionado. Al día siguiente me llama. Su voz suena acongojada. -¡Mira lo que me ha pasado!¿ves mi piel toda arrugada? Sabes acaso porqué? ¡La anestesia lo ha causado! Siempre era mío el temor. Ella no se resignaba.Ligada a su pensamiento, no decía una palabra. Se iba por aquel sendero, ese que lleva a su casa, rodeado de madreselvas de verbenas y de malvas. Cuando sentía su voz, recién llegada a su casa, se terminaba la angustia que mi alegría opacaba. Siempre me rondaba el miedo, el miedo y la desconfianza de saber que estaba sola, triste y sola en esa casa, donde amor, luz y alegría, hace tiempo no moraban Recuerdos que se diluyen con el agua de las lágrimas, de saber que ya no está, que se fue muy de mañanaatada a ese sueño eterno en que sumen las sustancias, cuando se busca evadir la realidad que traspasa. Sobre la mesa de noche, un vaso con algo de agua, frascos vacíos, algunos, abiertos sobre su cama y ella aferrada a una foto que en su pecho, reposaba. Así la encontré esa tarde, fría y blanca, fría y blanca. La arrebujé entre mis brazos, con mi cuerpo la abrigaba. Le cantaba las canciones que de niña le gustaban. No sonreían sus labios, ni sus ojos me miraban. Fría y blanca, de mi abrazo, vinieron a desatarla. A veces me acerco a ti, con deseos, en el alma, para hablarte y conversar de las cosas que me pasan. Tu mente gira a otro ritmo, imposible de seguir para una enamorada que calla, por no decir sus dudas, incertidumbres y lo que espera de ti. A veces me acerco a ti, ansiosa porque me digas lo que siempre espero oír. Siento que se va la vida y mis intentos fracasan sin que nada yo, consiga. Será este mi destino? Siempre esperar las respuestas a preguntas que serán, igual que aquellas.... inciertas. Colonia del Sacramento, rodeada de aguas tranquilas, que el Paraná y Uruguay, mezcladas con sedimentos, arrastran en su rodar, de rojo y marrón teñidas para verterlas al Plata, la ofrenda de cada día. Fundada por lusitanos, en conflictos enredada, casi durante cien años, entre Portugal y España rivales de posesiones que para si reclamaban. Un tercero en la discordia, entre sombras, acechaba, buscando, de las reyertas, obtener buena tajada. En la Punta de San Pedro, el faro antiguo domina, guía de los navegantes, centinela de buen ver, tras las ruinas del convento de San Francisco Xavier Murallas de calicanto por donde asoman cureñas y cañones herrumbrados, montados para defensa Desde el faro, el casco antiguo, se abarca de una mirada. Entre muros desconchados, callecitas empedradas, serpentean hacia el río, en procura de sus aguas. Portón de San Pedro, entrada de la antigua ciudadela. Detenida allá en el tiempo, la calle de los Suspiros ¡Si nos pudiera contar, de lo que ahí ha sucedido! Las calles que dan al río de empedrados desparejos, bruñidos por los andares de tantos que ya se fueron. En las noches de Colonia, algún farol en la esquina alumbra a los caminantes, con suave luz mortecina. Estallido de colores de espléndido atardecer, cuando el sol, en el ocaso, entre rojas llamaradas, se prepara a descender y lo reflejan las aguas. No hay nada para ver, que se pueda comparar con una puesta de sol, en Colonia. !Es la verdad! No cuesta nada soñar, que para eso son los sueños. imaginar situaciones y todo lo que queremos. En ese mundo irreal, construido de ilusiones podemos ser tal cual somos sin vedas ni condiciones sin límites ni censuras, ni existen las prohibiciones. Lo que deseamos, tenemos…. hasta que nos despertamos
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Oscar Franco
http://www.textale.com/component/option,com_textupload/Itemid,128/id,43735/task,view_text/
Por favor difundelo si pudieses. gracias.
Pascual Vizcaino Ruiz
Alejandro
Es usted muy déspota en su comentario del texto indiferencia divina?, sobre todo si tenemos en cuenta que la autora deja claro que los desastres naturales son muy comunes y crea toda su reflexión acerca de cómo el ser humano pasa de su pregunta hacia un Dios al que considera responsable a la dolorosa conclusión que es su irresponsabilidad la que acelera los procesos llevándolos a desastres.
Bastante arbitraria resulta usted al decir… le “concedo responsabilidad al hombre” por favor señora si usted lee, ve televisión o se molesta en averiguar, se podrá encontrar con un cumulo de estudios e informes que demuestran como las acciones de la humanidad ha afectado el equilibrio natural que provocan desastres.
Parece ser que usted no se entero del objetivo de la reunión de presidentes de países en Copenhague... por favor señora antes de atacar o trata de ridiculizar a alguien primero analícelo, porque podría ser usted quien terminara haciendo el ridículo.
Alexandro
Oscar Franco
Te invito a leer y comentar alguno de mis poemas espero te gusten.
Un saludo y feiz años nuevo 2010.
www.somosgoogle.blogspot.com
www.oscarfrancoquintanilla.blogspot.com
Francisco Prez
Veneno
haydee
Seguro que van a sobrar las anécdotas y encontrarás un buen argumento para tus relatos.
Gracias!
Serena