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" Nos, que valemos tanto como vos, os facemos rey si guardáis nuestros fueros y libertades, si non, non." Esta antigua y simple fórmula de juramento entre los probables súbditos y el que eligieron para guiarlos, futuro rey en este caso, expresaba la necesidad de un compromiso mutuo de asistencia, colaboración y cooperación , sobre una base de igualdad ( Nos, que valemos tanto como vos) compromiso que se mantendría mientras el elegido cumpliera el rol que se le propuso y respetara los derechos de sus electores( si guardáis nuestros fueros y libertades) y la simple sentencia definitiva e inapelable, ( si non, non) Esto funcionaba hasta que el rey adquiría poder y se rodeaba de adictos a los que otorgaba dádivas, privilegios y armas y formaba su ejército personal, usado generalmente, en contra de sus originales electores, que le recordaban, permanentemente el cumplimiento del compromiso contraído. También echaron a correr la leyenda del poder que viene de Dios, falso y sólo para darle visos de absolutismo, lo de heredar títulos, para perpetuarse y mantener a sus familiares en ese estrato y lo se la sangre azul. Todas mentiras con un mismo propósito. Nada nuevo, bajo el sol Llegaron los audaces invasores con sed de sangre y ambiciones, vienen. Decididos, intrépidos, no tienen, adversarios iguales, ni mejores. Los gritos de los crueles vencedores, ahoga los gemidos y mantienen sus salvajes costumbres que entretienen, al jefe, que goza de los horrores. Sacan a las mujeres de sus casas, de los cabellos, afuera, las arrastran. Sus hijos, arrojados a las brasas. Enarbolando poderosas masas, Impávidos, feroces, las desastran. ¡Hombre cruel, a tu paso, todo arrasas.! El gordito de mi cuadra, que es gentil y cariñoso tiene una mala afición, la de comer como un oso dispuesto a la hibernación. Además de ser goloso. Este gordito gentil, responde al nombre de Paco Se enamoró de una flaca nombrada como Isabel. Es muy linda, la flaquita, toda hueso, sobre piel Como él está enamorado, la ve linda y la ve bien Esto último, yo lo dudo, pero prefiero callar y que nadie me señale como causa de su mal. Isabelita es callada, huraña y un tanto arisca. Un día de viento fuerte, Paco, supo que era bizca, cuando puso al descubierto, bajo el pelo, su carita. Ese pelo que le cubre hasta su bella sonrisa. Bueno, de bella…. diremos que hay muy poco por decir Le faltan algunos dientes, pero nunca se enteró. Si casi no come nada, nunca en falta, los echó. De todos modos, se llevan… diremos, bastante bien El parece lima nueva y ella, yo quiero creer que está muy enamorada ¡ quién lo pudiera saber! He borrado mis recuerdos para empezar otra vida. Quiero empezarla contigo, contigo también vivirla y sin repetir errores ni cometer tonterías. Ojalá nos sirva de algo esta experiencia adquirida a costa de sufrimientos que nos dejaron heridas, heridas que no se ven pero que nunca se olvidan. Tendremos que hacer caminos, sobre otros que ya no están, porque el tiempo es quien los borra y el hombre quiere olvidar. Permanente desafío que nos propone la vida, Si aceptamos afrontarlo, habrá una luz encendida, la verde, de la esperanza que no se da por vencida. “La última cena,” a Leonardo, dos años le insumió. Encontrar a los modelos que su mente imaginó, Jesús, debía reflejar bondad, virtud y pureza. los más nobles sentimientos y una varonil belleza. Riguroso, como pocos, al fin un joven, cumplió con todas las exigencias y a Jesús, representó. Orgulloso fue a posar, para el ilustre pintor. Para Judas Iscariote, no conseguía modelo.Buscó en los antros oscuros, parecidos al infierno. Lo imaginaba maduro, avariento y traicionero Leonardo, tenía días de frenético trabajo Y otros de contemplación, de encontrar nuevos atajos, para dar fin a su obra, al Sforza conformar y sobre todo al prior que lo acabó por cansar con su insistente reclamo. Una idea le surgió, pintar el rostro de Judas, con la cara del Prior. .Hasta su oído llegó el rumor de un asesino. Culpado de horrendos crímenes, había sido detenido. En la cárcel comprobó. Era lo más parecido a la imagen que de Judas, habría correspondido. Lo autorizaron a ir y posar como modelo hasta que estuvo concluido, como se había propuesto. El reo lo quiso ver y Leonardo accedió. Al contemplar el mural, de rodillas sollozó. -Maestro, soy aquel joven que para ti posó representando a Jesús… y al Judas que ahora soy!. , El mismo cielo las vio, nacer, un día de enero. Con muy poca diferencia, a las horas, me refiero. En ese pueblo, vivieron, en el que las vio crecer Sobre ese suelo bendito, bajo ese espléndido cielo. Era una delicia verlas, tan bonitas y graciosas Decididas a crecer día a día más hermosas. El mismo aire respiraban, de la misma agua, bebían Jugaban hasta el hartazgo y hasta el hartazgo reían. Una morena y altiva, la otra rubia y altanera, se sentaban, siempre juntas, en la iglesia y en la escuela. Juntas volvían de misa un domingo, de mañana. Distraídas con su charla, las sorprendió una gitana que rogaba, zalamera, leer la suerte en sus palmas. Retrocedieron las niñas, algo, un poco amedrentadas. La morena más valiente, su mano, extendió, con ganas de conocer su destino, de develar su mañana. Pidió también a la amiga, que le mostrara su palma. La faz, oscura y cetrina de la cíngara taimada al leer lo que leyó, se tornó al momento, blanca Buscó en su holgado ropaje, un talismán que llevaba Se persignó, lo besó y no dijo una palabra. La morena, insistió, más molesta que intrigada. Dándole, de su bolsillo, una moneda de plata a la que añadió, la rubia, alguna otra que llevaba y una fina argolla de oro, que su muñeca adornaba. Repuesta ya de su trance, repuesta y bien motivada, dijo primero en caló, después en lengua cristiana: -“Siempre fueron muy unidas, casi ó más que dos hermanas pero muy pronto el destino, ¡muy pronto ha de separarlas!.” - ¿Será por muy poco tiempo, ó por una temporada? Dijeron las dos a coro, sin creer en sus palabras. - “Será por toda la vida. Se odiarán con toda el alma”. - Pero dinos el porqué, yo no creo, de esto, nada. lo que estás diciendo, son cosas, por ti, inventadas. - “Les digo más. Será un hombre el que vendrá a separarlas. Hermoso como un Adonis, y ardiente como la llama, Las consumirá en su fuego y luego de devorarlas, con rumbo desconocido, partirá sin recordarlas”. Se cumplieron, con el tiempo, algunas de sus palabras. Cuatro años largos, pasaron cuando llegó una mañana, Un joven desconocido, que cambió toda la trama. Se enamoró de la rubia, la morena se ufanaba porque su querida amiga, esa hermanita del alma, había encontrado el amor y él a ella, la adoraba. Llegó el día de la boda. Fue de esas bodas soñadas Con la pareja más bella, más perfecta y más amada. Al momento de partir, los novios, se despedían, La morena, comprendió, que a su amiga la perdía y no por algunos meses, por el resto de sus vidas. Fue invadida por la angustia, se sintió sola y vencida. Entró a la casa, buscó, un arma en la vitrina. de la colección privada, del señor que allí vivía, que cedió la residencia por amor a su sobrina. Envuelta en ropas de gala, apretada y escondida, con las manos traspiradas, salió firme y decidida Al corazón del muchacho, apuntó el arma asesina y gatilló varias veces, aniquilando su vida, la propia, la de su amiga y las de las tres familias que sin poderlo creer, desorbitados, veían al joven novio, caer, sin saber porqué moría. -¡Mira, cómo corre el tiempo! -Exclamaste al encontrarnos. Si pasaron veinte abriles, desde que nos separamos. - Pero no has cambiado, nada, eres la misma de ayer!- Ese ayer fue hace veinte años, sonrío y finjo creer. Las apariencias, engañan, de aquélla ingenua, que fue, quizás la imagen perdura, por dentro, se volvió hiel. - Me sorprende mucho verte, los años te tratan bien. Tus cabellos pintan canas, un buen bronceado en tu piel. Eres el “Hombre Maduro” que consagra la mujer.- Hay emoción en tus ojos y la delata tu voz Y por momentos olvidas, que quien se fue, no fui yo. Me invitas a acompañarte a tomar un buen café. Te agradezco y me disculpo.- Me esperan, no podrá ser- Insistes, pero es inútil, tengo mucho que perder y no arriesgo lo que tengo, por lo que no he de tener. Resignado, me preguntas - ¿Habrá una próxima vez? Evasiva, me sonrío. Prefiero no responder. Me alejo sin despedida. Igual que hace veinte abriles. Cuando de mi, te alejabas, amargándome la vida. A la virgen del Pilar, le pedí que vos me quieras. Esa virgen milagrosa, me tiene en lista de espera. Mi paciencia no se agota, en cuestiones del querer. Orando paso las noches y eso lo sabes muy bien. Regresas de madrugada, me asomo por el balcón y me arrojas, con un beso, una rosa o un malvón. Cuando se secan, los guardo, de tantos, tengo un cajón y el papel que lo envolvía, cuando arrojaste un bombón. Después que cierras tu puerta, a la cama vuelvo yo a besar, enamorada, el tallo de cualquier flor, que arrojaste y de tu mano, aún conserva el calor. Dónde estaría mejor, que entre tus brazos? me digo. Encuentro mi contención, mi hogar y cálido abrigo. Nunca he pretendido más, ni quiero, ni necesito y es en tu apretado abrazo que como mujer existo. El contacto, tan estrecho, de tu cuerpo, con el mío, Despierta aquellos deseos que estaban adormecidos En llamaradas, se enciende, mi piel, cerca de tu piel se transmiten su calor y saben corresponder Y somos Hombre y Mujer en ráfagas y fusiones, con urgencias, ansiedades e idénticas emociones. El mundo somos nosotros, solamente, vos y yo. En el instante sublime, nos acercamos a Dios. Silenciosas, las campanas, brilla pulido, el metal, dispuestas para el concierto que pronto nos van a dar. Que descansen las campanas, el momento ha de llegaren que tañan sin descanso…. Entonces, se lucirán al son de la buena nueva que el repique llevará sobre los vientos, del aire, sobre las olas del mar, sobre las verdes praderas, y el dorado del trigal, bajo cielos estrellados, sobre hielos sin final. Apenas nacido el niño, todo el mundo lo sabrá. En ese día distinto, tan único y especial. un leve, sutil perfume, los pétalos del rosal, que María ha cultivado, desde el cielo caerán y seremos bendecidos, los de buena voluntad. Ella se ve tan feliz, en su vestido entallado. Su hermoso rostro sereno y la sonrisa en los labios. Calza zapatos de taco, cerrados, para bailar y entretejió en sus cabellos, flores frescas del rosal. Se asemeja a una visión, sentada sobre la hierba… Si montado en su corcel, un príncipe apareciera, sucumbiría al encanto, de la preciosa doncella. Y así va pasando el tiempo, pero el príncipe no llega. La joven, no es tan feliz y su vestido, se afea. El rostro no es tan hermoso, la sonrisa, se hace mueca. Los zapatos, deslucidos, por no bailar se cuartean y entre el cabello, las flores, se marchitan y se secan. De aquella hermosa visión, sentada sobre la hierba, queda una ajada mujer que va cubriendo la hiedra. No se escucha más su risa, sólo el rumor del arroyo, monótono y apagado. La hiedra, ha cubierto todo. Volvió a los dos años. Habló con mis patrones que se negaban a dejarme ir. Los niños ya eran dos, habían sido criados por mi y los adoraba como a angelitos del Señor.Acordamos que tendría libres los fines de semana, siempre que Efraín, consiguiera un lugar decente para alojarme. Esto le llevó otro año durante el cual nos veíamos a través de las sólidas rejas de la mansión.Finalmente llegó el día tan esperado. Con los poquitos ahorros, ya que mi sueldo lo enviaban a mi madre, compré un vestido blanco, muy sencillo y una coronita de flores. La patrona me regaló un camisón muy fino de raso y otras prendas para la noche de boda. Mi luna de miel fue muy breve. Los niños me reclamaban y había otro en camino por lo que estaban muy sensibles.Efraín se conformó. Su trabajo en la construcción, le exigía gran esfuerzo y había muchas deudas pendientes. Los sábados a la tarde, cuando nos reuníamos, estábamos tan agotados que nos dormíamos al primer abrazo. Los domingos, temprano, me levantaba a lavar la ropa que se acumulaba en la semana, ordenaba y hacía comida para que tuviera unos días.Un domingo trajo un regalo, Una matraca. A mi sorpresa respondió:- Como sos tan corta de genio, hacela sonar cuando "tengas ganas" De paso, me despierto. Así lo hice. Un día, una vecina me preguntó si por casualidad, había escuchado, sólo los domingos, el insistente sonido de una matraca.Tuve que contenerme para no soltar la carcajada.Hoy enterré la matraca, el termómetro de nuestros encuentros, cerca de Efraín. Lo hice con cuidado no fuera a sonar. Solía decir que era el clarín que lo convocaba a la batalla y aún muerto, sería capaz de salirse de su tumba....-Cree que eso podría suceder? me pregunta cuando llegamos a la puerta de mi casa.-Me parece difícil, contesto, pero es mejor no averiguarlo. No se si me gusta más lo que tu boca me dice, con todas las restricciones, que la situación, exige. O lo que dicen tus ojos. Ellos no saben mentir. Dicen todo lo que sientes. No aprendieron a fingir. También tus gestos revelan, Lo que sientes, lo que quieres, todo lo que estás pensando…. Si hasta a veces, me da apuro que seas tan transparente. Eres como un libro abierto que estoy dispuesta a leer. Dame tiempo a descifrarte, Los dos vamos a aprender. Por ser una condición, cabal, en seres humanos, Vital, para vernos sanos, es como una bendición. LA RISA es una expresión de alegría manifiesta y es apropiada respuesta, a un estímulo exterior. Saludable y contagiosa, ilumina la mirada, invita a la carcajada y hace a la gente, dichosa. De la risa, hacer derroches, no escatimar las sonrisas. La dicha se irá sin prisas, mientras se viene la noche, Volviste….no te esperaba. Me pregunto ¿para qué? Aquél día que te fuiste Supe que ibas a volver. No busques en mi mirada lo que no vas a encontrar. En las vueltas de la vida, a mi, me tocó cambiar. No soy la que siempre espera Resignada con su suerte. Tengo encendidas dos velas que aseguran mi presente. Por la puerta, donde entraste, ya mismo puedes salir. Que la suerte te acompañe y que puedas ser feliz. En una mesa de bar, casi oculto entre las sombras, la vista fija en la puerta, en un suspiro la nombra. Varios cafés consumidos, diez colillas de cigarros. Esperó que ella llegara y de esperar se ha cansado. Se marcha, ahora mas viejo que cuando al lugar llegó. Nuevos surcos en el rostro, tristeza en el corazón. Amargos, los pensamientos, rondando sin compasión. La culpa por no quererla, como ella se mereció. Omisiones, desencantos sin causa ni explicación. Una angustia, de repente, la garganta, le cerró, certeza de haber perdido lo que poco valoró Se fue por el caminito, el mismo que recorrió tantas veces, abrazado, a la que en vano esperó. Es tarde para llantos, ya no llores. Lo que pasó, fue fácil prevenir, Sin embargo, dejaste que ocurriera. Lo correcto, ahora, es asumir. Discúlpate. Es lo menos que se espera, de quien tanta discordia provocó. Si no eres capaz de dar razones, puedes, con humildad, pedir perdón. No será necesario que te humilles, Disculparse, es de buena condición. No lo harás de rodillas, simplemente, Debes pedirlo desde el corazón. Como tantas otras veces, salió a esperarle al camino, con un vestidito blanco, mantilla de encaje fino, zapatos de tacón alto y anillo de compromiso. El que un día él, le obsequió con un radiante zafiro. Chavales que la conocen, se acercan a festejarle, ¡Ole, por la linda moza! ¡ Bendita sea tu madre! Sonríe a sus conocidos, jamás les hace un desaire. Camina hacia la estación, el tren no tarda en llegar. Los viajeros se dispersan, pero el que espera, no está. Es tarde, todos se fueron, ella, sigue en su lugar. Su vestido, está arrugado, la mantilla, deslució, el zafiro del anillo, lentamente se opacó. El tren ha vuelto a partir y sigue esperándolo. Llega a buscarla su madre, tras sus pasos, dócil, va. La acuesta en su tibia cama mientras le canta la nana, que de niña, la arrulló. Pero ya no es una niña, es una mujer mayor. Dulcemente se ha dormido. El sueño le dibujó, en la boca, una sonrisa, que despierta, no logró, al escuchar sus palabras y el sonido de su voz, en amoroso mensaje que el oído registró: - “Vuelve a esperarme, mañana, que yo vendré a la estación”. Cuántas veces, la ilusión, a tu vera me ha llevado, en un intento, forzado, de mi ansioso corazón. Cuántas veces, la ilusión, en tus brazos, me ha dejado y al calor de tus abrazos, sentí crecer mi pasión. El continuo deambular por carriles de ilusión, desquiciaron mi razón, negando la realidad. Hoy mi vida se desliza por senderos peligrosos, sorteando abismos sinuosos, en intento de alcanzar, lo que bien se que no debo… pero me esfuerzo en lograr. Al llegar a mi querencia ¡qué placer vuelvo a sentir! El lugar donde nací y comenzó mi existencia. Serena, plena de amor, rodeada de tanto halago, por ser niña, la menor, entre todos mis hermanos. Ellos inventaban juegos y fabricaban juguetes que yo debía estrenar. Así me quebré dos dientes Aquella calamidad, y alguno que otro accidente ocurrieron de repente, por no pasar, sus inventos, el control de calidad Cierta vez , se discutía de dónde venía el viento, si era del sur o del norte. Para sacarse la duda y acabar la discusión, me arrojaron en el lago encerrada en un cajón. –¡El viento viene del este!, gritó mi hermano mayor. Un muchacho que pescaba, al escuchar mi estertor, me sacó medio ahogada y a mis padres, me llevó. Todos fueron castigados menos el muchacho y yo. Entonces tenía tres años, nueve, mi hermano mayor, ocho, siete, seis y cinco. los restantes. La única fémina era yo. Me pusieron una nana y mi existencia cambió. No compartí más sus juegos, otro mundo se me abrió, de estudios, música, canto, pero en mi alma perduró ansia de espacios abiertos, esa innata sensación de libertad que conoce quien en el campo nació y aprendió a montar a pelo, agarrada de un mechón, de las largas crines sueltas de un brioso cimarrón. La vida que me gustaba, tras los vidrios se quedó Para mi estaba prohibida, sin ninguna apelación. Privilegio de varones. Aquel caso se cerró. Todo lo que más me gusta, es lo que más me hace daño, como amarte, por ejemplo, en eso nunca me engaño. Y aunque no seas para mi, lo que yo ansío que seas, si así lo dispuso Dios, será como Dios lo quiera. No sólo lo he de aceptar, con humilde aceptación Lo que El disponga es la ley y yo, soy la sumisión. Soy una convencida del poder de la Sabia Naturaleza, de los ejemplos que a diario nos brinda y por miopía intelectual ó falta de interés, dejamos pasar. De uno de esos maravillosos ejemplos tuve la oportunidad de enterarme recientemente. Me hablaron del Bambú Japonés. “Si eres impaciente, abstente de plantarlo.” Las buenas semillas que hoy depositas en esa tierra fértil, preparada para recibirlas, te darán una lección. Pasaron siete meses. Regaste, esperaste, observaste….. ¡Nada! Más de uno piensa que fallaron las semillas, se siente estafado, desilusionado…. Deberás esperar un poco más. Algo así como siete años y entonces verás, en seis semanas alcanzar al Bambú Japonés, una altura de más de treinta metros. Durante esos siete años de aparente inactividad, se dedicó a desarrollar un complejo sistema de raíces que arraigándose en la tierra van a permitirle sostener el crecimiento posterior a los siete años. No habrá lluvia, viento ó temporal que pueda con él, sus raíces, afianzadas a la tierra, lo mantendrán firme, como un disciplinado guerrero. Su afianzamiento es el resultado de su crecimiento interno. Válido ejemplo para quienes, carentes de perseverancia y paciencia buscamos resultados inmediatos, soluciones rápidas y al no conseguirlas abandonamos la empresa sin saber que podemos estar cerca de la meta, que estamos echando raíces que sostendrán el andamiaje de nuestro futuro éxito. Todo es cuestión de tiempo…. Y de paciencia. Si he callado es por no herirte y sin embargo, te hiero cuando prefiero callar por no gritar lo que siento. He dejado de quererte. No tengo más que decir. No te miraré a los ojos. Ni quiero verte sufrir. El amor es muy extraño llega un día, otro se va. Nos enciende la alegría, también la suele apagar. Es voluble y caprichoso, No es dado a reflexionar Lo que le gusta, lo toma y luego, se vuelve atrás. No quise herirte, lo siento, pero no dejo de hablar. Solo palabras vacías que digo por no llorar. En el cielo, amenazante, las nubes se desplazaban. En oscuros remolinos, sobre si mismas, giraban. Por un momento, el silencio y la visión, embargaban al corazón de temores, de miedos y desconfianzas. Y no era sólo por mi, a mi pequeño, llevaba, abrazado contra el pecho. Con su manita apretaba un mechón de mis cabellos , que el viento, le arrebataba. Mi corazón, junto al suyo, mi temor le trasladaba, sin poderlo contener. Sus ojazos, reflejaban, todo lo que yo sentía, la misma desesperanza. Un silbido, escalofriante, de otra dimensión, venido,heló la sangre, en mis venas y laceró mis oídos. Un furioso torbellino, se movía a mis espaldas, absorbiendo y arrojando, lo que a su paso, encontraba. Apreté fuerte a mi niño y de rodillas, caí, cubriéndolo con el cuerpo y sentía tras de mi, una fuerza incontenible, imposible de eludir. Ni se el tiempo que pasó, no lo podría decir. El silbo, no se escuchaba, cuando los ojos abrí. Desolación y silencio tras su carrera dejó.La furia de aquel tornado, nuestras vidas, respetó. Con mi niñito dormido, le di gracias, al Señor Me basta con que me mires y en tus ojos, reflejarme saber que si quieres, puedes, fácilmente, recordarme. Me basta con intentar, de vez en cuando, nombrarte, Una, dos y tantas veces, sin osar importunarte. Me basta con recibir un mensaje, una palabra que mitigue la ansiedad de esta espera interminable. Aunque muera la ilusión que alimenté por lograrte, se que no tienes la culpa. Si yo te amo, es por amarte Nunca reparaste en mi, ni buscaste enamorarme. Fue tal vez tu indiferencia, la que consiguió atraparme por aquello de querer lo que se hace inalcanzable. Es posible que así sea, la suerte a veces nefasta, trama alguna situación que resulta incontrolable, sin que haya un provocador. Lo se muy bien y me basta. A principios del siglo XI, el Gran Príncipe de Kiev, Yaroslavi, Georgios, en griego, creó una legislación para Rusia, reuniendo el código civil y el eclesiástico. El primero, contiene leyes para castigar crímenes y proteger la propiedad de los ciudadanos. Elemental y primitivo, deja a la víctima el trabajo de detener al culpable y buscar y hacer comparecer a los testigos, ante los tribunales, sin los que, era imposible elevar una acusación. Según crónicas de la época, las luchas entre vecinos, eran frecuentes e interminables y las canciones, a las que siempre fue tan aficionado, el pueblo ruso, eran reemplazadas por el ininterrumpido graznar de los cuervos, disputándose los cadáveres. Vladimir, nieto y sucesor de Yaroslavi, “El Sabio”, quedó a cargo del poder, previo eliminar a numerosos candidatos interferones, con métodos drásticos, en boga por aquéllos rudos tiempos. Vladimir, en búsqueda de una fe acorde a sus necesidades metafísicas, en un primer intento, buceó en la religión musulmana. En ella encontró, de positivo que le facilitaba el camino hacia la guerra y la poligamia, cuestiones muy dignas de tener en cuenta, dadas sus aficiones. Pero lo negativo, se impuso, como una muralla, imposible de salvar.”La religión musulmana, prohibe el alcohol y la ingesta de cerdo.” Entre los hábitos rusos, la bebida, por demás arraigada, siempre fue considerada normal. “La bebida es una Amiga que hace olvidar las penas y preocupaciones, alegra el alma y sume en un sueño profundo que aleja las tristezas” En el siglo XVI, los embajadores rusos que visitaban España, quedaron sorprendidos y lo destacaron en sus crónicas, por no encontrar borrachos tirados en los arroyos ni gente, deambulando por las calles, perdida por el alcohol. En Rusia, el Zar, la Zarina, príncipes, princesas y altos dignatarios, terminaban las fiestas y reuniones, durmiendo la borrachera, tirados sobre las alfombras. Era considerado normal. El pueblo, igualmente, se mantenía y regodeaba en esas bárbaras costumbres. El Gran Príncipe Vladimir, en sus viajes a Bizancio, quedó muy impresionado por la religión cristiana. Paganos y herederos de ídolos y rituales de los antiguos eslavos, escandinavos y cosacos, aglomerado de donde surgieron los rusos originales, aficionados a sacrificios de humanos y animales, abrazó el cristianismo y lo impuso al pueblo. Hizo quemar todos los ídolos y objetos del culto pagano, seguidamente, convocó a toda la gente, junto al río y les ordenó sumergirse, con hijos, hasta los más pequeños, sostenidos sobres las cabezas. Desde la orilla, Vladimir, leyó las fórmulas rituales del bautismo y todo su pueblo, abrazó la fe cristiana. Un Bautismo colectivo y sin la mínima objeción. El celo que puso en convertir a sus súbditos, mantuvo al cristianismo, en el corazón del pueblo ruso,hasta la revolución del siglo XX, Iglesia y Estado, durante ese lapso, mantuvieron una relación estrecha e indisoluble. Las más bellas iglesias y conventos, mandadas a construir por los habitantes de mayores recursos, se extendieron por toda la Rusia, dando un toque de identidad que se mantiene a través del tiempo. Desde el día en que sus ojos, comenzaron a mirar, se centraron en las rejas de su cuna de nogal. Luego las rejas de pino, cuando empezaba a gatear, del sencillo corralito, barnizado al natural. Sólida reja, en su cuarto, protegía el ventanal Igual que en toda la casa, siempre rejas de guardar. Rejas cerrando el jardín, alrededor de la casa, En la entrada de la escuela, en el parque y en la plaza. En su mente se grabó, igual que un dogma de fe que una reja nos separa de lo que no debe ser, lo prohibido y peligroso. Del otro lado está el bien. En la noche de su boda, la novia, ansiosa, esperaba, recostada sobre el lecho, con la luces apagadas. Se abrió la puerta del cuarto, la luna, desde el balcón, copió sobre el cuerpo de ella, las rejas del ventanal. El arraigado concepto, en su mente, despertó. Tropezando con los muebles, de aquel lugar se alejó. Desde el albergue siquiátrico, mira su vida pasar,ajeno e indiferente sin hablar ni preguntarpor la esposa abandonada que alguien irá a consolar, mientras él, tras de las rejas, buscó la seguridad. Tuvo por padre al Rigor, por madre, la Penitencia. Su vida más que una vida, fue expiar las culpas ajenas y cargar en este viaje, breve, con su mala estrella. No supo de buenos tratos, de cariños ni de afectos, ni de alentar fantasías, ni de elaborar proyectos. Abusos, penas, castigos, sufrió con resignación, Su destino, estaba escrito, al momento en que nació. Los astros y los arcanos, no estaban de buen humor, Hubo caos en el cosmos y de él nadie se ocupó. Resultó ser el efecto de un pecado de omisión. Llegó a hombre y cierto día, a una joven conoció. Ella, era toda dulzura, suave como el algodón. Lo envolvió en una mirada de puro y tierno candor. Bajo sus toscos vestidos, aquél hijo del rigor, como una hoja en la tormenta, sin saber porqué, tembló. Dejó lo que estaba haciendo y por la calle, corrió. Sentía del lado izquierdo, galopar el corazón, al acelerado ritmo que esa visión provocó. Llegó a la orilla del río y al agacharse miró la imagen que reflejaban, las aguas, copiándolo. Algo, dentro de su pecho, como cristal, se quebró. Ella tan fina, tan bella. El, tosco, feo, un pendón, indigno hasta de besar el ruedo de su faldón. Y para ser consecuente con la historia de su vida, en medio de la corriente, se convirtió en un suicida. Hay palabras que nos cuesta decir, porque no es sencillo, aunque pugnan por salir, nunca nos lo permitimos. Tal vez, porque nunca dije lo que no debí callar, perdidas las esperanzas, te decidiste a marchar. Yo fui cruel, por no decirlo, por elegir el callar. Por no entender mis silencios, tu crueldad fue mucho más. En la copa del olvido, hasta saciarme, hoy bebí quise matar los recuerdos y no pensar más en ti. No bebí lo suficiente O he bebido por demás Aunque quisiera olvidarte, ahora te recuerdo más. Se que tu sientes por mi, lo mismo que siento yo. En eso estamos de acuerdo Y coincidimos los dos. ¿Dónde habrías de encontrar, alguien con tantas virtudes? Un verdadero galán, de probadas aptitudes. Elegante, servicial, Erudito e informado, Bailo el tango, se cantar y fui muy bien educado. Varios idiomas, domino y a banquete donde voy, siempre elijo el mejor vino y soy mejor catador. De trabajo?, ni que hablar! Con todo lo que yo se, nadie me puede igualar Pero la envidia me acosa Es una calamidad. Por eso, aunque yo, lo quiera, Nunca puedo trabajar. Es el comienzo del día en la inmensidad del mar. Espléndido amanecer, con destellos de colores. Emerge el sol de las aguas en dorados resplandores y con las primeras luces, empiezan a despertar. Rústico es el caserío, la aldea es de pescadores. Son frágiles cascarones, los botes donde saldrán, con sus redes preparadas y listas para arrojar en el lugar, donde esperan, lo que buscan, encontrar. Al atardecer, regresan por esa invisible huella que ellos saben donde está y nadie más puede verla. Misterio de pescadores de sus padres, heredado que legarán a sus hijos, como un tesoro preciado. En busca de sus destinos, adentrándose en el mar, echan sus redes y saben, dónde las deben echar. Sobrevuelan las gaviotas, señal de que han acertado, es el lugar indicado, los cardúmenes están. Vuelven con las redes llenas, de pescado, rebosantes y amenazan con un remo, a los ladrones alados. Otoño, siempre otoño. En las mañanas, a las cosas más simples y sencillas, su incomparable luz, las ilumina, y las hace doradas maravillasLas hojas que cayeron de los árboles, los pies trituran, y esparcen el crujido. Junto a la brisa que silba entre la fronda, de la estación, es familiar sonido. Hoy Otoño, otra vez, con sus matices, en una variedad de fantasías del ocre, del dorado al amarillo. Atardecer de otoño en serranías, con paleta de espléndidos colores, el sol pinta los cerros y en el cielo, no se ven las oscuras golondrinas. En las noches, no hay cielos más azules que pueda recordar, de mis andanzas, aquí mi nave anclé y es mi esperanza, ver desde abajo, crecer los abedules. Por Nielsen, los conocían y más por “Los colorados” Hijos de suecos, noruegos o daneses que inmigraron. Eran dos. Juntos vivían, como los gauchos del sur. Matrereaban, comerciaban, bebían a su salud. Unidos y pendencieros, eran hombres de temer, Espalda a espalda peleaban, si algo había que defender. Un día, el mayor, llegó con una china en las ancas del tordillo que eligió por compañero de andanzas. Juliana, era la mocita, nacida para el amor, Linda, amable, cariñosa, el rancho, la aquerenció. Al regreso de un trabajo, que le tomó varios días, al menor, junto a su prenda, el mayor, los sorprendía. No dijo ni una palabra, ni un reproche, ni alusión. Próximo a viajar de nuevo, al menor, así le habló: - Mientras yo no esté, ella, es tuya, - y en el confín, se perdió. La Juliana, se dio cuenta que al que amaba, era al menor. Cuando el hermano volvía, aquél se daba al alcohol, para no pensar en nada ni sumirse en el dolor. La situación empeoraba. Tenían que resolver Y de acuerdo decidieron lo que debían hacer. Una mañana , temprano, se vio partir a los tres. Llegaron al mediodía a un conocido burdel La vendieron, la dejaron, volvieron a su quehacer. Por un tiempo, pareció que volvía lo normal, hasta que se descubrieron, yendo hacia el mismo lugar, Inventando situaciones que confluían igual: en el burdel y a Juliana, ambos iban a buscar. La compraron y de vuelta, la moza hacia el rancho va. Cuando se encierra con uno, el otro lo pasa mal. Se crea una situación difícil de controlar. Otra vez se reúnen y deciden lo que harán. Al atardecer, la llevan, por otro camino van, El menor lleva dos palas de punta, para cavar. El solitario paraje que eligieron, allí está, Mientras cavan una fosa, ella mira sin hablar. El aire se siente frío, Juliana empieza a temblar. Comprende, su fin se acerca y lo tiene que aceptar. La bajan cuando su cuerpo ya se ha empezado a enfriar Y la cubren con la tierra que acabaron de sacar. La noche no tiene estrellas, la luna tampoco está. Horrorizadas por todo lo que acaba de pasar.Se esconden tras de las nubes que las pueden ocultar. Los potros no necesitan de guías para llegar, hasta el rancho donde el frío ya se empezó a enseñorear. Los hermanos, más unidos que nunca, en la adversidad, No habrá intrusa en esta vida que los haga separar. “La marca rusa que enorgullece a la Nación” Estas palabras, pronunciadas el 10/11/2009 por Dmitri Médvedev, presidente de la República Federal Democrática Rusa, fueron dedicadas a Míjail Kalávshnikov, en el homenaje que se hizo para festejar sus 90 años. Condecorado, además con las más altas distinciones como Héroe de la Federación Rusa. Nacido en Kuriá, distrito federal de Siberia oriental, mostró desde muy joven, un talento especial para mejorar y desarrollar herramientas y maquinarias empleadas en el agro. Incursionó en otra área al perfeccionar un arma de guerra, que despertó el interés de sus superiores. A partir de ahí, fueron requeridos sus servicios trasladándose a Moscú, donde se le proporcionó todo lo necesario para que desarrollara su capacidad inventiva. Comienza a emplearse un fusil de asalto de su creación, el AK47, por el año en que entró a servicio. El joven sargento, distinguido y premiado por ser el creador de un arma que ideó para “defender las fronteras de su patria”, en el decir de los entendidos, el mejor fusil de asalto, automático inventado, confiable, eficaz y de fácil manejo. Se han vendido más de 100.000.000 de unidades y hay réplicas en todos los países. “No hay conflicto, en el mundo, al que sea ajeno, ni masacre ó guerra en la que no esté presente.” En 1954, empezó su producción a gran escala. En el Pacto de Varsovia, fue elegido por los países del bloque oriental, como el arma reglamentaria de sus ejércitos. El Ejército Rojo, lo adoptó como principal arma de infantería. Actualmente, el presupuesto militar de Rusia, figura en 5ª lugar. El Kalashnikov, desde su aparición como AK47 y sus otras modernas versiones, perfeccionadas, llevó, lleva y llevará, de acuerdo a los pronósticos especializados, que le avizoran un futuro prolongado y sostenido, muerte y desolación en manos de un guerrero, traficante, asaltante o cualquier desquiciado inescrupuloso. Su diseño, figura en la bandera y escudo de Mozambique, en reconocimiento al arma que hizo posible la independencia del país. En el escudo de Timor oriental, en el de Zimbabwe y en la bandera de la organización islámica chií, Hezbolá. Los impredecibles del destino, cambiaron el rumbo de un sencillo y talentoso jovencito cuyo propósito era crear máquinas agrícolas, para la paz, aliviar el duro trabajo de los campesinos y hacer multiplicar los panes….para la vida. Envuelta en gasas y sedas, de suave multicolor, con sartas de perlas finas, su cabello, recogió Perlas en sus orejitas y en la mano, un abanico. Con elegancia y belleza, a todo el mundo encantó. El príncipe estaba aburrido pero al verla, se animó. Con adecuadas palabras, expresó su admiración Ella, que estuvo fregando, como siempre, en la cocina, no supo qué contestar y se sintió, confundida. Los compases de una danza, la sacaron del apuro, es una inocente niña, muy poco sabe del mundo, Confinada por ser bella, en el hueco más profundo del castillo de su padre, por una madrastra cruel y sus dos hijas feúchas y amargas como la hiel. Danzaron toda la noche. Embriagada de emoción ha olvidado que el permiso, que su madrina, le dió ha expirado y el hechizo, también ya se terminó. Al oír las campanadas, por la escalera bajó. Uno de los zapatitos, de su pié, se ha desprendido No puede recuperarlo, allí queda, en el camino. Con el zapato en la mano, el príncipe, pensativo. Es todo lo que conserva de ese momento vivido Y con esa sola prueba, llegará a quien lo ha perdido. Pobre, mi prima, Esmeralda! El día en que se casó, dejó de ser lo que fue y todo, en ella, cambió. Desde la casa hasta el nombre, las costumbres que heredó, tradiciones de familia, para colmo, hasta el humor. Su carácter dulce y tierno, fermentó y se avinagró. Se casó con un marino que se la pasa en el mar. Ella espera y desespera y termina por llorar. Siempre tras de los visillos, aguardando su regreso. Vive en una casa grande, bien alejada del pueblo. Nunca sale a hacer visitas, yo no voy por el temor a ese mastín horroroso, regalo de su marido, que por demás es celoso. La cuida el día y la noche para eso fue entrenado y a nadie le permite ni que se acerque a su lado. De improviso, sin anuncio, llegó de un viaje, el marino. Mi prima, no lo esperaba y ya se había dormido, mientras echado, a sus pies, hacía guardia Sigfrido. Disponíase a sorprenderla, despojado, como Adán, había cambiado el perfume, craso error, por olvidar asperjarse del aroma que reconocía el can. Esmeralda, ahora viuda, como en su anterior estado, se vino a vivir al pueblo. Sale con el abogado que le administra los bienes, (pero viven en pecado). Por nada quiere casarse, aprendió bien la lección. A la esposa de un viajante, el mastín le regaló. Quiero ser como tantos optimistas, siempre gentil y alegre por el mundo, sin que me afecte nada, en lo profundo, ni conmuevan rumores pesimistas. Será que en la burbuja del artista, no hay mal y si lo hay, dura un segundo feliz pasa la vida en ese mundo escapa a lo que sea realista. Bendita seas por lo que te cabe, por ti la tierra seguirá girando y nada cambiará, bien, Dios lo sabe. Ser desconforme, al menos, no es tan grave, exige, con pasión estar cambiando para dar nuevo rumbo a nuestra nave. Todos los niños del mundo, decidieron convocar a sesiones generales y más tiempo demandar,para ellos, de sus mayores, incluye a mamá y papá. Para que los acompañen y los lleven a jugarSe reunieron en Ginebra, los delegados mundiales,alguno debió volverse, se olvidó de los pañales, rechazaron su tarjeta y ese banquero impecable, le ordenó que se marchara con su pañal a otra parte.Uno perdió su chupete entre tanta confusión.El más pequeño de todos, desde que llegó, lloró,perturbando los discursos del magnífico orador. Nadie escuchaba palabra, la reunión se postergópor tiempo indeterminado y el congreso, se cerró.A que pasen unos años, decidieron esperar.Todos volverán a casa y se pondrán a estudiarpara encontrar soluciones que se van a implementar en el próximo Simposio, al que se va a convocarpor mail, a los delegados que van a representara los infantes del mundo que quieran participar. Me gusta verte dormir, cuando el cansancio te vence. Por tus ligeros berrinches ya presumo lo que quieres. Me quedo un rato a tu lado para verte sonreír, Después arrugas la frente, es lo que suele ocurrir cuando en tu sueño, no logras, lo que intentas conseguir. Algo te está molestando y no se lo que será, un suspiro ahoga el llanto, luego vuelves a reir. Abres los ojos, dormido, me miras y no me ves, los cierras, mueves las piernas, disponiéndote a correr por un camino soñado donde te vas a encontrar junto a todo lo que quieres y feliz despertarás. -. Entrené de joven, con mucha disciplina, privándome de salidas, puchos, alcohol, amoríos, concentrándome sólo en el deporte que había elegido. Me llevó unos cuantos años llegar y muchos sacrificios, pero cuando se alcanza la meta, uno ya no se acuerda lo que pasó, ni tiene tiempo. Empieza una etapa de reconocimientos, festejos, nuevos amigos, viajes, presentaciones. El dinero fluye y satisface todas las necesidades y todos los caprichos. Hasta ese momento, yo, había sido un muchacho sencillo y hasta inocente. La fama, el dinero, las nuevas amistades, se me subieron a la cabeza y dejé de escuchar esa voz, que siempre me apartó de las tentaciones. Mi nueva situación, cambió mi vida, mis costumbres y mis objetivos. Caí en la drogadicción y en ella me hundí sin pausa, hasta tocar fondo. Una madrugada desperté bajo las escaleras del subte, tapado con cartones y junto a otros como yo, dejados de la mano de Dios. Un débil rayo de luz empezó a aclarar mis confundidas ideas. Horrorizado, al ver reflejado en una vidriera a ese astroso y maloliente vagabundo con el que no me sentía identificado. Me alejé como pude y busqué ayuda para emerger de esa pesadilla que no quería recordar como parte de mi existencia. Hoy recuperado, comprendo que no estaba preparado para el éxito, la fama y el dinero que pone al alcance de tu mano, lo bueno que nunca tuviste y también lo otro que te precipita en el infierno. Fue muy sencillo entrar. Salir no lo es y en la mayoría de los casos, cuando a tu lado ya no están los verdaderos afectos que te sostuvieron en la mala, la voluntad empieza a flaquear. No fue ese mi caso y tuve la buena suerte de conservarlos y son quienes hoy me dan fuerza y alientan mis deseos de continuar.
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Oscar Franco
http://www.textale.com/component/option,com_textupload/Itemid,128/id,43735/task,view_text/
Por favor difundelo si pudieses. gracias.
Pascual Vizcaino Ruiz
Alejandro
Es usted muy déspota en su comentario del texto indiferencia divina?, sobre todo si tenemos en cuenta que la autora deja claro que los desastres naturales son muy comunes y crea toda su reflexión acerca de cómo el ser humano pasa de su pregunta hacia un Dios al que considera responsable a la dolorosa conclusión que es su irresponsabilidad la que acelera los procesos llevándolos a desastres.
Bastante arbitraria resulta usted al decir… le “concedo responsabilidad al hombre” por favor señora si usted lee, ve televisión o se molesta en averiguar, se podrá encontrar con un cumulo de estudios e informes que demuestran como las acciones de la humanidad ha afectado el equilibrio natural que provocan desastres.
Parece ser que usted no se entero del objetivo de la reunión de presidentes de países en Copenhague... por favor señora antes de atacar o trata de ridiculizar a alguien primero analícelo, porque podría ser usted quien terminara haciendo el ridículo.
Alexandro
Oscar Franco
Te invito a leer y comentar alguno de mis poemas espero te gusten.
Un saludo y feiz años nuevo 2010.
www.somosgoogle.blogspot.com
www.oscarfrancoquintanilla.blogspot.com
Francisco Prez
Veneno
haydee
Seguro que van a sobrar las anécdotas y encontrarás un buen argumento para tus relatos.
Gracias!
Serena