• José Orero De Julián
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ACTO II ESCENARIO.- Sobre una tarima de madera hayuna mesa en la que está disertando sobre "Filosofía y Poder" el profesor Don Sigfredo. Detrás de él hay un enorme mapa de España. A la derecha del mapa una fotografía de Francisco Franco Bahamonde con la bandera nacional imperialista y a la izquierda del mapa una fotografía de José Antonio Primo de Rivera con  la bandera de la Falange. Jesús, Miguel Ángel, Anabel, Mayte y Cristina están sentadas entre el público pero forman parte de los actores y actrices de la obra.  DON SIGFREDO.- Termino diciendo que ya Romano Guardini nos advierte que, en el sentido más exacto y estricto de la palabra, todos los súbditos tenemos la obligación de respetar y obedecer a quienes ostentan el poder. Comenzamos con el debate. ¿Alguien tiene algo que decir en contra de Guardini? No tengáis miedo porque el miedo ya no existe en España. Se levanta Jesús. JESÚS.- Me llamo Jesús. ¿Es verdad que no tenemos que tener miedo de hablar y hacer público lo que sentimos dentro de nuestro interior? DON SIFGREDO.- Estamos en la Sala de Actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid. ¿Qué miedo podemos tener? JESÚS.- Supongo que el miedo a no poder terminar nuestras carreras.  DON SIGFREDO.- Habla sin miedo o el miedo siempre te convertirá en un esclavo.  JESÚS.- Está bien. Unos pretenden hacernos creer que lo más hermoso que existe en esta Tierra es un ejército de heroicos jinetes, otros pretenden hacernos creer que un ejército de infantes y otros que una escuadra de navíos. Yo creo que lo más hermoso que existe es el verbo Amar. Indudablemente que este verbo es la primera y principal característica de la expresión total de la pasión humana. Una constante continua de nuestras vidas afectivas directamente relacionada con el espectáculo vital de nuestra propia naturaleza. Evocar lo absoluto del verbo Amar es agigantarnos en la floración afectiva de nuestras creaciones. La correspondencia entre lo cósmico de nuestro ser y lo epidérmico de nuestras células se encuentra en el verbo Amar; aunque esto preocupe tanto a ciertas autoridades políticas, morales y religiosas. ¿Por qué ese miedo? Porque esas ciertas autoridades temen siempre a lo lógico, ya que si nos moviésemos siempre por la lógica del verbo Amar se acabarían sus poderes basados en el enfrentamiento y la lucha continua del odio para sacar ganancias. No. No es el Cielo quien ha promulgado, en la historia humana, prohibiciones sobre el verbo Amar; ni la justicia que habita en los dioses soberanos establece leyes coercitivas sobre él. Son ciertos decretos mortales ocultos y muy bien ejecutados a través de apariencias. Pero yo no creo en los decretos de un mortal y pienso que nadie puede cambiar este verbo. Está bien vivo y nadie conoce bien la profundidad que posee desde su más remoto origen. Los seres humanos aparecieron en la Tierra amando y, a pesar de todo el odio que han promovido en la historia humana, y que siguen promoviendo, desaparecerán de esta Tierra amando; aunque por ello tengan que estar perseguidos por las autoridades políticas, morales y religiosas que antes he citado. El profesor Don Sigfredo se da cuenta de que aquel jovencito va a ser difícil de domar.  DON SIGFREDO.- Si tanto hablas del amor perseguido por quienes, según tú, no saben amar... ¿puedes decirme dónde se encuentra el punto en que el amor es anulado para siempre?... JESÚS.- ¿De verdad quiere usted saberlo? ¿De verdad quiere usted que le demuestre que no le tengo ningún miedo ni a usted ni a ninguno de sus esbirros chivatos de esta Facultad? DON SIGFREDO.- Si te crees tan valiente demuéstralo.  JESÚS.- Anote bien en su memoria herodiana. Muevo mi cuerpo en medio de las sombrasen que el sexo se me vuelve retumbar. Y es entonces cuando me siento vivo con la vida envuelta en el amar; ese mágico velo que se rompe con la experiencia del saber aún más...y en medio de la noche y las estrellas, con tus muslos sirviendo de muralla, soy algo que no seré jamás porque pertenezco a tu cuerpo desnudo y no a un simple soñar.  Don Sigfredo se queda con la boca abierta sin poder decir nada.  JESÚS.- Un momento, Don Sigfredo, un momento porque todavía no he terminado. Anote bien en su conciencia inquisitorial.  Con suave tacto te toco, me tocas, y en medio de un concierto de latidos tu cuerpo se enerva, se disloca y se vuelve en esta hora, hora loca, pasión de dos cuerpos reunidos. En tu boca se cierra el círculo de mi boca y en mi pecho siento calor desconocido; ahora mi sangre en tu sangre entronca su líquido ardiente como lava en roca y como fuego en tu pecho hendido. Amor y sexo en un solo sentido. El profesor Don Sigfredo sigue sin saber qué decir.  JESÚS.- ¿Qué dice usted ahora? ¿En qué momento voy a ser detenido por decir que amo o por no habar callado que amo? DON SIGFREDO.- La metafísica del poder no se contrapone al poder de Dios, ni al poder de la naturaleza, ni al poder del dinero. JESÚS.- Estoy totalmente seguro de ello porque yo declaro aquí, ante el público silente, que la metafísica del poder se opone a la dignidad de los seres humanos.  DON SIGFREDO.- ¿Puedo saber qué es para ti esa dignidad de los seres humanos de la que te atreves a hablar? JESÚS.- Está bien, señor de las "acciones directas" para acabar con los males de esta nación. Supongo que sabrá bien lo que son los marginados. En ese caso bien que debe saber que ayudar a los marginados es, primero, sentir a los marginados; segundo, vivir con los marginados; tercero lograr que dejen de ser marginados... si hablo sobre los marginados es algo que me dignifica primero ante Dios y después ante la Humanidad; porque las ideologías nunca han logrado sacar a los marginados de la marginación. La Historia lo demuestra. Si hablo sobre los marginados es porque he nacido en una humilde y pobre barriada rodeado de marginados; si hablo sobre los marginados es porque he vivido y convivido, multitud de veces, con los marginados acompañado de la única chica que me sabe amrar; si hablo de los marginados es para si hablo sobre los marginados es que he estado estudiando en escuelas, colegios, institutos y universidades junto con los marginados, si hablo de los marginados es para ayudar a los marginados y las marginadas, conociendo sus vidas, viviendo sus vidas, intentando solucionar sus vidas. Señor Don Sigfredo, usted que es todo un entendedor de las "acciones directas" para acabar con la lacra de los marginados... ¿me puede decir a mí quién es el personaje histórico que, ¡en tan solo tres años!, cambió tan radicalmente al pensamiento humano que dividió la Historia de la Humanidad en Antes de Él y después de Él? ¿Me puede usted decir a mí, señor gran conocedor de las "acciones directas", quién es el personaje histórico que conoció mejor la vida de los marginados, estuvo viviendo siempre junto a los marginados y realizó tantas obras a favor de los marginados que habría que escribir un tan enorme número de volúmenes citando todo lo que hizo por ellos que ha sido necesario solamente poner unos cuántos edificantes y demostrativos ejemplos de lo que hizo por todos ellos y por todas ellas? Usted, tal alto y digno conocedor de las "acciones directas"... ¿puede decirme a mí quién es ese personaje histórico que amó de tal manera al mundo de los marginados que ofreció su cuerpo y su sangre para la liberación de todos ellos? Repasemos la Historia, hoja por hoja y despacio, muy despacio, gran señor conocedor de las "acciones directas". DON SIGFREDO.- Estoy un poco aturdido. No esperaba esto de ti que eres el mejor alumno que he tenido en mis aulas. Así que va a ser mejor no seguir hablando de todo esto porque hay mucha Historia por delante y no podríamos entenderlo. JESÜS.- Pues yo le tengo que decir que, con toda la Historia en la mano, es muy fácil y sencillo de comprender y no es un imposible como usted va diciendo siempre a quienes le escuchan.  Yo le pongo en conocimiento que he leido todo sobre la Historia de la Humanidad desde que los humanos están sobre la Tierra hasta la última actualidad e, incluso, hasta lo que puede suceder en el futuro con la Humanidad entera. Así que si usted también ha leído tanto ¿puede explicarme qué ideología política, social y económica ha acabado con la existencia de la marginacion? ¿Puede ustede decirme y explicarme qué Partido Político o qué Sindicato Político o que Religión Política ha acabado con la existencia de la marginación? Porque resulta que estudiando a fondo la Historia de la Humanidad desde sus mismos comienzos hasta el día de hoy y las proyecciones futuras yo no he conocido jamás a ninguna ideología política, social, económica y religiosa que haya conseguido absolutamente nada de eso. Lo que he podido analizar, después de haber leído, profusa y profundamente, la Historia de la Humanidad es que siempre han desnudado a unos seres humanos para vestir a otros seres humanos. Alguien enseñaba con parábolas lo que es la dignidad humana y, pensando en Él, yo le cuento la siguiente: había una vez un ser humano desnudo y un ser humano vestido. El ser humano desnudo asaltó al ser humano vestido y se vistió con las ropas robadas a éste. ¿Es eso la justicia social de la que hablan todas las ideologías políticas, sociales, económicas y religiosas cuándo resulta que estamos en el mismo punto del inicio puesto que sigue habiendo un ser humano desnudo y un ser humano vestido? ¿Ha comprendido bien la parábola o se lo explico de otro modo más contundente? ¿Me puede usted decir, gran señor conocedor de las "acciones directas", cuál ha sido la "acción directa" que, con el uso de la fuerza, ha logrado erradicar a los marginados de la Tierra? ¿Es la justicia social de la que hablan tanto todos ustedes los de las "acciones directas" robar, esclavizar, perseguir, exiliar e incluso matar a unos seres humanos para que otros dejen de ser marginados a cambio de marginar a otros? ¿Me está comprendiendo ya mejor, oh gran señor de las "acciones directas"? Usted que ha leído tantísimo... ¿se ha tomado la pequeña molestia de haber leído alguna vez, aunque sólo haya sido una vez, la Sagrada y Santa Biblia Cristiana? ¿Ha tenido, al menos, la pequeña molestia de haber leído alguna vez, aunque sólo haya sido una vez, tan sólo el Nuevo Testamento de la Sagrada y Santa Biblia Cristiana? Muchos falsos profetas han creado falsas religiones sobre Dios y muchos y falsos profetas también predican las falsedades de sus falsos líderes religiosos cambiando a su antojo, según sus intereses y las circunstancias históricas de cada momento, la Verdadera Palabra de Dios; quitando lo que no les conviene, añadiendo lo que les conviene, traduciendo a la manera que mejor les conviene... cuando de todos los Verdaderos Cristianos es sabido que la Palabra de Dios es siempre la misma en todo momento y en todo lugar.  ¿Qué es para usted la verdadera justicia social ya que dice y se alaba tanto de conocer las "acciones directas"? ¿Sabes usted quien es Aquél que, habiendo nacido millonario y sin tener ninguna necesidad de ningún tipo, por decisión voluntaria, habitó y sigue habitando entre los pobres y los necesitados porque resucitó y está vivo? Por si no lo sabe, por si no ha escuchado jamás su Nombre, por si no le ha interesado conocer nunca nada de su Vida, le voy a decir quien es: Se llama jesucristo y es Jesús de Nazaret. ¿Ha aprendido ya una nueva visión y un nuevo enfoque de lo que es la Verdadera Justicia Social? Él dice: dad de beber al sediento sin quitarle el agua a los demás, dad de comer al hambriento sin quitarle la comida a los demás, dad la dignidad a los marginados sin quitarle la dignidad a los demás?... Por todo esto y mucho más es por lo que hablo sobre los marginados. Quizás sea mejor seguir escuchando razonamientos de la Filosofía del Poder para no tener que bajar la cabeza por culpa de la vergüenza ajena. Yo ya he terminado. Siga usted Don Sigfredo. Siga usted captando flechas y pelayos entre la población universitaria por ver si se convierten ustedes en algo más inteligentes de lo que son.    DON SIGFREDO.- ¿Has terminado ya, rebelde sin causa? JESÚS.- ¡Un momento, un momento señor pofesor! ¿Qué es para usted una causa? DON SIGFREDO.- Es muy fácil de saber y parece mentira que alguien tan inteligente como tú no sepas que la causa es aquello por la cual todos luchamos.  JESÚS.- ¿Por qué ustedes, los pólíticos, usan tantos eufemismos? ¿No sería másexacto decir que no luchan por la causa sino por el poder? ¡Llamen al pan pan y al vino vino y atrevánse a decir que es el poder la causa por la cual todos ustedes están luchando. DON SIGFREDO.- ¡Demuestra ante todos que estás diciendo una verdad! JESÚS.- Es cierto que existe una causa para la dignidad humana; pero no les pertenece a ninguno de ustedes los políticos de las ideologías sino a la verdadera existencia de los seres humanos cuando es, en verdad, una dignidad liberada de todos los axiomas que ustedes pretender hacernos creer que son las metas de los hombresy mujeres de este país.  DON SIGFREDO.- ¿Qué sabe un iletrado como tú sobre la dignidad liberada? JESÚS.- Soy mucho más letrado de lo que usted, y quienes son como usted, estan creyendo o pensando, Y en base a ello tengo que informarle, para que sepa usted con quién está hablando antes de decir estulticias sobre mi persona, que la dignidad liberada es lo que un verdadero hombre no debe perder nunca porque eso se llama cobardía sea un hombre cristiano o no lo sea. Jesucristo predicó lo que es la dignidad liberdada y dijo a sus hermanos que fuesen siempre dignos. Así que nada de bajarse los pantalones, DON SIGFREDO.- No deseo, para nada, rebatir eso.  JESÚS.- No se preocupe por eso. Ya sabemos que la verdades que no puede usted rebatirlo pero es mejor decir que no quiere. Siga contándose mentiras a sí mismo para ver si se las creen los demás.  Jesús se sentó y Don Sigfredo sacó un pañuelo para limpiarse el sudor de su frente respirando profundamente; pero ya su voz no era tan arrogante ni tan altiva.  DON SIGREDO.- Al contemplar las fuerzas elementales de la naturaleza, ¿Podemos hablar de poder?, ¿Podemos decir, por ejemplo, que una tormenta, o una epidemia o un león tienen poder? ¿Quién quiere hablar sobre esto? Se levantó Miguel Ángel. MIGUEL ÁNGEL.- Me llamo Miguel Ángel y soy tan novato en la Facultad que apenas puedo hablar simplezas; así que, si se me permite, quiero leer un comentario sobre un cuento que he visto publicado en el "ABC" y deseo leerlo para ver si lo entendemos todos bien.  DON SIGFREDO.- Adelante, Si lo ha editado el "ABC" debe ser, por lo menos, interesante. MIGUEL ÁNGEL.- "No puedo más" es apto sólo paras personas con la mente bien formada. Purita y Edge son los extremos de una historia sacada de los entresijos de un desván de sueños. Yo diría que Adela se lo estaba pensando demasiado mientras Purita y Edge seguían jugando a ser lo que no eran o a querer ser lo que deseaban ser. El ritmo del cuento es rápido y contundente a pesar de que el tiempo real es lento... pero es que existen cuentos que tienen la fuerza expresiva para romper la barrera del tiempo. El tren es la fantasía. El retrete es el deseo. Entre la fantasía y el deseo Purita y Edge se pierden para siempre la oportunidad de ser lo que son. Interesante el tema. El autor le da al cuento una especie de ambigüedad que surge de las letras a medida que vas encontrando la respuesta final: que poder o no poder sólo consiste en ser o no ser.  Especialmente hay un personaje casi oculto que me gusta más que los dos protagonistas. Me refiero a Adela. Adela no lo piensa. Adela se va porque no soporta un mundo donde no se es lo que se es. Quizás el autor lo considere un personaje sin importancia pero, para mí, Adela es la verdadera. ¿Y qué ocurre con Purita y con Edge?. Simplemente para olvidarlos en sus sueños escasos... porque hay que tener sueños escasos para ser lo que no se es o para desear ser lo que no se puede ser. ¿Trabalenguas o contradicciones?. Las dos cosas. Por eso, este cuento que no me seduce para nada tiene un único punto importante para mí: la fuga de Adela, la verdadera. del mundo de los absurdos. Y no es que el autor haya usado la técnica del absurdo kafkiano sino que encuentro absurdo que para encontrarse haya que ir a un retrete cualquiera de la Estación de Atocha. Continúo desarrollando al personaje que más me interesa (en realidad es el único personaje que me interesa de todo el cuento y que me perdone el autor por opinar así pero todos somos libres de leer y libres de opinar); así que me centro solamente en Adela. Adela no lo piensa porque lo tiene claro. Y por eso lo dice en voz alta y además lo hace. Se va del mundo de las ambigüedades porque es una mujer completa. Ella ama a Manuel Luque y pasa por completo de la Purita, del Edge y de los retretes, para ir a subir al tren de su felicidad natural. No deseo ser duro ni ápero con el autor, pero yo habría aprovechado el título de "No puedo más" para escribir un cuento de fantasía heterosexual. Por eso me caen fenomenalmente bien Adela y Manuel Luque que, para el autor, son sólo dos referencias sin importancia pero para mí son los más importantes del cuento. Lo otro es mejor olvidarlo y lo olvido en el desván de las inconsciencias. Me quedo con Adela, me quedo con Manuel Luque y me quedo con el tren que se aleja de todo lo que no sea natural. Sólo se lo recomiendo a personas con mentalidad bien firme, con carácter varonil o femenino y que, libre de prejuicios, hacen lo que hace Adela. Se va en busca de su amor que es Manuel Luque. Purita y Edge no me sirven como personajes a mí. Eso no quiere decir que hay otros lectores que opinen distinto u opuesto a lo que opino yo. Pero si me tuviese que basar en este cuento para escribir uno mío original, desde luego escribiría de un tren donde Adela mira a los ojos (y digo a los ojos y no a otras partes del cuerpo) mientras Manuel Luque le mira al alma... y ese es el verdadero poder de los seres humanos sin tormentas, sin epidemias y sin leones metiéndoles el miedo dentro del cuerpo. Me parece que he sido bastante conciso para que todos entiendan a lo que me he referido. DON SIGFREDO.- ¿Estás queriendo decir que hay poderes que prostituyen sin discreción alguna? MIGUEL ÁNGEL.- Eso es lo que he querido decir. DON SIGFREDO.- ¿Podrías ser un poco más simbólico para poder comprenderte bien? MIGUEL ÁNGEL.- Claro que puedo ser más simbólico e igual de contundente, Escuche la siguientes simbiosis de un solo hombre con una sola mujer: Cuando la lluvia se equivoca es que ha venido a mojar mi corazón mientras yo dormía con los besos llenos. ¿Cuántos abrazos en la noche habré dado mientras la lluvia se equivoca de lugar? Quizás cientos o quizás miles... pero las caricias de los encuentros amorosos siguen viniendo cada noche en que la luna se refugia en el fondo de tus ojos. Cuando la lluvia se equivoca no ha cedido mi espíritu y ha seguido amando la complicidad sin temblor, alegre, con un poco de magia tan simple como querer seguir besándote. Cuando la luvia se equivoca he podido oir la luz de las sombras y he escuchado un latir de corazones en el fulgor de la densa noche. Como un rumor de enjambre laborioso he despertado al día, desde lejos, desde la estancia apacible en el más allá de lo visible. Cuando la lluvia se equivoca yo también sigo amándote. DON SIGFREDO.- Yo a eso lo llamo resistencia... MIGUEL ÁNGEL.- Me llama la curiosidad esa forma de denominarlo.  Bien. De acuerdo. Lo llamamos resistencia y sobre dicha resistencia sólo me queda decir que me ha llamado la atención esa especie de imagen de "marea", algo así como los oleajes del mar es la vida. A veces la marea es alta y a veces es baja y algunas veces estamos dentro y quisiéramos estar fuera y, viceversa, desde fuera quisiéramos estar dentro. Quizás es que los rumbos fijos en realidad no existen salvo cuando las derivas nos guían a ellos. Parece contradictorio y sin embargo muchas veces necesitamos esos vaivenes inseguros para encontrar un seguro rumbo. Miguel Ángel dedujo que ya no tenía nada más que contar...  DON SIGFREDO.- Espera un momento, Miguel Ángel. ¿No dejas el asunto en una etérea ambigüedad?  MIGUEL ÁNGEL.- Sigamos entonces pensando para romper esa paradoja. Las horas violetas son las más lúcidas de nuestra existencia y los gritos de la realidad ya se están quedando sin palabras. ¿Me ha entendido ahora? DON SIGFREDO.- No del todo.  MIGUEL ÁNGEL.- Manan los campos rumores confusos en medio del viento frío e invernal. Bajan sus ojos los hombres difusos y llega, de pronto, el gran carnaval. Dentro del grito un largo y profuso silencio de ansias por ser festival de llanas palabras y de un inconclusoy pleno de alma punto y final. ¿Qué me dice ahora, viejo profesor? DON SIGFREDO.- Demasiado. Es demasiado para mi entendimiento.  MIGUEL ÁNGEL.- A ver si ahora acierto y se dá usted por enterado. Veo, presencio, oigo, siento El Grito... El patético Grito expresionista de Edvard Munch. Ese Grito en mitad del puente, con una diluida pareja de amantes en el extremo del fondo deträs del angustioso personaje que grita, sigue estando presente. Parece que todo cambia y, a la vez, todo sigue igual. La persona grita mientras se tapa sus oídos y todo su contorno se difumina y se diluye desparramándose en una línea continua, ondulante, que envuelve las cosas como un abrazo sofocante del que no es posible escapar. El hombre grita y se tapa los oídos para no escucharse a sí mismo. Grita ante la lejanía de la pareja humana que va a iniciar el paso por el puente y, mientras tanto, un expresionista ocaso enciende los colores, alternando los tonos naturales en una atmósfera dramática, angustiosa, incluso ensordecedora. Quizá por eso se tape los oídos el hombre. Hay una atmósfera enrojecida, unos veleros atracados y tragados por el amarillo de un río que se desparrama en torrente azul bajo el puente. Y esos temibles tres colores (rojo-amarillo-morado) de la angustia de fines del XIX ¿no recuerdan acaso al mismo rojo-amarillo-morado de la angustia de los republicanos de España a mediados del siglo XX?. Efectivamente. Es así. El hombre grita y se tapa los oídos para no escuchar el fragor de las batallas existenciales. Miguel Ángel ya no dijo más y se quedó sentado. DON SIGFREDO.- Probablemente todos empleemos el término en estos sentidos metafóricos, sin embargo, según el pensador italiano del que antes os estabahablando : "Es claro que no se debe emplear, a no ser en un sentido inexacto, análogo. Existe aquí sin duda algo capaz de obrar, de producir efectos; pero falta aquello que sin quererlo pensamos también cuando hablamos del poder: falta la iniciativa. ¿Estáis de acuerdo o no estáis de acuerdo? Ahora interviene Anabel. ANABEL.- Me llamo Anabel. No estoy de acuerdo. Déjeme liberada para poder decirle lo que siento acerca del poder y sus ambiciones. Déjeme decirle lo siguiente por si comprende ya del todo a una mujer: Lléname metáfora de sueños como de gaviotas bajo la luna, como de brisa prendida en el recuerdo, como de signos del silencio anclado.  Lléname de forma encausada poco a poco como queriendo llenar un gran abismo, como queriendo arder en el anhelo, como queriendo ser arteria del tiempo. Lléname metáfora que vengo de unas manos con fulgor de aurora recitando un nuevo abecedario cómplice en la desnudez de esta noche. El profesor Don Sigfredo no se esperaba aquello y quedó otra vez callado... ANABEL.- Si no tiene nada más que criticar hágame el favor de dejarme liberada para poder decir que en esta España nuestra del año 1950 después de Jesucristo la vida humana está siempre pendiente de un hilo delgadísimo que, para más inri, no sólo es delgadísimo sino que es invisible. Tenemos voluntad de vivir y tenemos carácter para vivir pero el Destino está preñado de azar. Los dioses, que son todos ustedes los que se reparten el poder, nos deben una explicación por ello. Y debería ser una explicación bien convincente para poder comprenderla.   Anabel se sentó y quedó esperando... DON SIGFREDO.- De la energía de la naturaleza nadie es responsable. No actúa en el ámbito de la responsabilidad, sino en el ámbito de la necesidad natural. Pero no existe un poder humano del que nadie sea responsable. A pesar de lo cual, sin embargo, muchas veces el poder parece ser una fuerza anónima, absurda, kafkiana. En estas situaciones la responsabilidad personal se diluye y todo parece ser "razón de estado". Esa es nuestra razón.  Mayte se levantó de repente...  MAYTE.- Ustedes hablan de "razones de estado".  Dos preguntas despiertan mi interés al escuchar esta especie de pensamiento emotivo: ¿la palabra es superior a la razón? y ¿se enamoran quienes quieren o quienes pueden? Espero que me conteste a estas dos inquietudes según las "razones de estado" interpretan. DON SIGFGREDO.- "Las "razones de estado" son muy superiores a los pensamientos emotivos, Mayte, y nadie puede evitar que esto sea de esa manera. Así que la razón, cuando es de estado, es superior a la palabra y la razón, cuando es de estado, hace que se enamoren los que pueden y no los que quieren. Me parecen dos interpretaciones correctas desde el punto de vista del poder. MAYTE.- Pues bastantes sentimientos como para rebatir por completo esa arrogancia del poder que es lo que usted me está transmitiendo. Escuche usted un momento y si después de escucharme, que dudo que lo llegue usted a conseguir porque se mira demasiado a su ombligo, también a mí me considera rebelde sin causa me alegraré de forma infinita. ¿Va a usted a escucharme o prefiere obviar que existo? DON SIGFREDO.- Por favor, Mayte... ¡por quién me estás tomando!...  MAYTE.- Por un déspota de la palabra a la cual usted la somete a la "razón de estado" siendo la "razón de estado" lo único que saben interpretar quienes detentan el poder. ¿Puedo o no puedo decir lo que siento? DON SIGFREDO.- Puedes. Yo soy muy demócrata.  MAYTE.- Todos menos usted sabemos que no; pero digamos que, por un momento, es que sí aunque sea una mentira piadosa. Escuche entonces a ver si llega a captar el fondo de toda esta cuestión de la que estamos hablando.  En todo diálogo la mejor comunicación es el "feedback" de retorno, esto es lo que yo opino: las palabras nunca superan a la razón cuando están mediadas por lo abstracto pero en lo concreto, cuando nos concretizamos en el sentimiento amoroso, las palabras superan siempre a la razón, en este caso de los sentimientos amorosos, porque toda clase de amor es una forma críptica que supera lo que, desde fuera de la pareja, se cree irracional. Esta sensación de irracionalidad es la que hace que nuestras palabras, orales o escritas según sea la personalidad de cada enamorado o enamorada, superan, con mucho, a la razón establecida por los dogmas sociales. Este "hablar" con palabras amorosas supera, con mucho, a la razón social cuando la razón social está establecida como norma de conducta "lógica" (y pongo lo de "lógica" entre comillas para dar a saber lo que quiero decir) que, cuando está superada por el "habla" amorosa surgen los prejuiciosos que creen que el amor es una locura. Es una locura porque escapa a la razón de las "masas" impersonales y porque es una lucidez que ninguno de los que forman las "masas" impersonales pueden comprender. En cuanto a si se enamoran quienes quieren o si se enamoran quienes pueden tengo que señalar que existe, en el tema amoroso de un hombre con una mujer, un equilibiro sistemático entre querer y poder. En esa balanza no se enamoran ni quienes quieren ni quienes pueden sino quienes sienten lo que el el verdadero amor. Si quiere usted continuamos con el diálogo. DON SIGFREDO.- Me gustaría saber a dónde vas a ir a parar...  MAYTE.- Parece mentira que no lo haya usted decubierto ya por su propia inercia pero me parece que no, me parece que no está usted más preparado que para dar órdenes impositivas en lugar de razonar, claro que en este país, en la época que estamos viviendo, lo más evidente se oculta para dedir que no existe aunque todos estemos comprobando que vive y pervive en ciertas clases sociales. No en todas. Pero está bien, Voy a ir dónde yo quiero en verdad ir y no donde usted me lo imponga.  DON SIGFREDO.- ¡Menos palabrería por favor! MAYTE.- Es la primera vez que le veo decir que no le gusta la palabrería de la que usted tanto abusa. Está bien. Seré escueta pero directa. La asimetría de las palabras tiene estas curiosas hipérboles. Cuando pensamos decir "te quiero" sólo se nos ocurre decir "adiós". Los amores pasan por nuestro lado opuesto. Miramos a la derecha para decir "me gustas" y, repentinamente, miramos a la izquerda con un "hasta mañana". Nos sentenciamos a nosotros mismos. Es como si estuviéramos un poco incivilizados a la hora de transmitir el verdadero mensaje. Quizás los canales de transmisión de nuestros sentimientos hacen que las anedralinas tranformen, momentáneamente, nuestro ácido desoxirribonucleico y la palabra Amor se nos convierte en Roma por esa asimetría de las palabras que hacen que nuestros pensamientos, al verla, nos confunda de diccionario; algo así como querer buscar la palabra "atracción" y escribir la palabra "distracción". Es la inevitable asimetría de los enamorados. Cupido es ciego pero no tonto. A lo mejor es que haciendo el tonto podemos superar estos despistes monumentales que, cuando la miramos a los ojos, nos hace pensar en los hijos. La asimetría de las palabras de los enamorados busca a San Valentín y nos acordamos de todo el resto del santoral varonil menos de él. O también es posible que estemos tan entretenidos en solucionar un crucigrama que se nos cruza por delante una especie de espejismo mirándose al espejo. Le vemos. Nos dan ganas de decirle "me gustas" y nos llevamos un gran disgusto porque no sabemos qué palabra poner para rellenar este crucigrama amoroso en que Adán y Eva nos introdujeron sin saber ni cómo ni cuándo. ¿Cómo? ¿Cuándo? Son dos palabras asimétricas que no sabemos decodificar. Y entonces nos levantamos de la silla, nos metemos las manos en los bolsillos y resulta que la moneda del amor nos ha dado la cara. Pero nosotros nos equivocamos de bar y estamos donde están las que no deberían estar. Es otra asimetría nada más. Y al final nos queda el Sueño como único dueño de nuestra Fantasía. Se hace de día. Despertamos. Posiblemente la asimetría de las palabras, hoy, ahora, una vez más, nos haga decir "¿qué hora llevas?" sin darnos cuenta de que él es el verdadero reloj de nuestras existencias. !Somos los despistados y las despitadas de la Literatura que nos hemos puesto a estudiar Derecho porque nos han confundido los poderes y la "razón de estado" diciendo que tenemos que tener alguna salida para el futuro! Al parecer o estudias Derecho o te quedas en el desván de los bohemios que, para ustedes los salvadores de la patria, sólo son los rebledes sin causa. ¿Razones de estado? ¡Vaya mayúscula majadería para decirnos que estamos prisioneros de una razón impuesta desde fuera de nuestra razón! Quizás por eso la asimetría de las palabras nos hace levantar la vista y verle allí sonriendo mientras le decimos "¿quieres un té de verdad?" cuando querìamos haberle dicho. "de verdad que te quiero". ¿Ver para creer?. No es necesario. En el espejo estamos juntos sin darnos cuenta y pedimos la cuenta, le invitamos a dar una vuelta a la página del libro cuando lo que queríamos era invitarle a dar una vuelta por la Feria del Libro. ¡Y es que este mundo de las asimetrías de las palabras nos hace, sin querer, que lo mejor es saber guardar silencio!. Ya se ocupará el tiempo de decirnos la hora, el minuto y el segundo exacto en que Cupido clavó nuestra flecha en su corazón. No tenemos remedio. Seguiremos siendo siempre los despistados de la Literatura que estamos estudiando Derecho por culpa de la razón... de estado por supuesto...  Don Sigfredo estaba aturdido... DON SIGFREDO.- ¿Es suficiente o deseas hablar un poco más? Todavía queda tiempo.  MAYTE.- Creía que tenía tiempo suficiente, que siempre tenía tiempo de sobra para encontrar su verdad y por eso dejó pasar el tiempo sin ir a buscarla nunca... hasta que su razón se le fue perdiendo y, al final, el origen de todo su desconcierto era, simplemente, que tuvo miedo para conocer los motivos de por qué dejaba pasar el tiempo. Entonces comenzó a sentir el dolor de no haber cumplido nunca con la tarea de encontrarse a sí mismo... porque pensó que era mejor creer que tendría siempre tiempo suficiente como para dejarlo para el día después. Pero no. No tenía tanto tiempo... Después quedó todo en silencio hasta que volvió a sonar la voz del falangista. DON SIGFREDO.- La progresiva estatificación de los acontecimientos sociales, económicos y técnicos, así como las teorías materialistas que interpretan la historia como un proceso necesario, significan, desde nuestra perspectiva, el ensayo de suprimir el carácter de la responsabilidad, y de desligar el poder de la persona, convirtiendo su ejercicio en un fenómeno natural a cargo del Estado. ¡Tienen ustedes la última oportunidad de intervenir porque el tiempo se nos acaba! Se levantA Cristina que eS la más novata de toda la Facultad. CRISTINA.- Para mí toda existencia es una alternativa no de fuga ni de huída alguna sino de eso que  los soñadores nombramos como sensibilidad, responsabilidad, reflexión y emoción. ¡No creo que ninguna clase de Estado, sea dictatorial o sea democrático, sea concservador o sea liberal, sea monárquico o sea republicano, tenha ninguna clase de derecho para quitarme a mí mi propia liberación crsitiana para ser yo quien maneje mi sensibilidad, mi responsabilidad, mis reflexiones y mis emociones. Ese es el error totalitario que están ustedes cometiendo contra el pueblo español. Como ve usted sí que soy una rebelde con causa suficiente para ser tan rebelde como para poder ser capaz de amar bien cuando se nos está amando tan mal.SE BAJA EL TELÓN. FIN DEL ACTO II.        .
El sol alargaba las sombras de los cipreses. ¡Había pasado tanto tiempo! Con el rostro invadido de añoranzas, iba paseando la pequeña y menuda Rosario con su infaltable ramo de rosas. El sol alargaba las sombras de los cipreses y la sombra de ella regateaba, tumba tras tumba, hasta llegar a su destino. ¡Había pasado tanto tiempo! Desde aquel momento en que Emiliano se había ido a esa aventura llamada Muerte, ella renunció a cualquier otro amor. Muchos fueron los hombres de cualquier edad (jóvenes, adultos, ancianos) que intentaron, y siempre en vano, ocupar el lugar de su corazón... pero el corazón de Rosario había dejado de funcionar cuando dejó de funcionar el corazón de Emiliano. Sí. Estaba viva pero lo que había muerto era mucho más que su hombre. Había muerto su vivir. Rosario era algo así como una de aquellas sombras de los cipreses y, desde su pequeña distancia con la tierra, ella rechazaba siempre cualquier compañía excepto la de "Bríos", el caballo tordo que, día tras día, la llevaba hasta el cementerio donde Rosario se quedaba hasta el mediodía sentada junto a la tumba de Emiliano y pensando...  - Bueno... ¿qué me cuentas hoy, amado sueño?- Que no está frío el cielo, Rosario...- Pues todos dicen que este año el invierno ha sido el peor de todos. - Será porque se han olvidado de amar. - Yo nunca dejaré de hacerlo. - ¿Y por qué tengo que seguir siendo yo?- Porque nadie vive dentro de mi corazón. Nadie mas que tú. - Yo no soy más que nadie, Rosario. - Pero tienes algo muy especial. - ¿Yo especial? ¿Cuándo he sido yo especial?- Cuando me diste aquel beso...  Rosario rememora aquel anochecer, bajo la luz de las bombillas de la feria, cuando él buscó el pretexto adecuado para alejarse de todos los demás y guiarla hasta la orilla del río. Allí fue. ¡Había pasado tanto tiempo! - Eso fue un tiempo pasado, Rosario... - Nunca jamás un beso así es un tiempo pasado. - ¿Y nadie más te ha besado de esa manera?- Si lo han hecho habrá sido en sus sueños pero sus sueños no son mi realidad. - ¿Y qué es la realidad para ti?- Este ramo de rosas diario. No hay otra realidad, Emiliano. - Eso es porque tienes buena la conciencia. - Y eso es lo que tiene nuestro mejor hijo. - ¿José?- No hay otro ser humano que pueda ser superior a ti. - ¿Y los demás?- Los demás no aprendieron nunca lo que es amar de verdad. - ¿Tú crees que nuestro José también sabe besar así?- Me lo ha dicho la única novia de su vida. - ¿Y cómo es ella, Rosario?- La mujer más bella que mis ojos han visto jamás. - ¿Sabes por qué José tiene tanta suerte?- No, Emiliano. José no tiene nunca suerte. - Que yo sepa siempre ha estado rodeado de mujeres hermosas que le han querido...- Pero nunca ha tenido suerte con ellas. - ¿Y cómo ha conseguido enamorar a la más bella de todas?- José no ha tenido nunca suerte con las mujeres y por eso Dios le ha concedido aquella a la que todos suspiraban por poseerla. - Entonces es que José sabe sentir de verdad el amor. - Exacto, Emiliano. Tú lo has dicho.  Rosario miró el reloj. Eran las doce del mediodía y, silbando ligeramente hasta que apareció "Bríos", depositó su ramo de rosas sobre la tumba de Emiliano, montó en su caballo tordo y se dirigió hasta la ciudad. José estaba besando a su Lina, su propiedad privada, la única novia de toda su vida. La que se llama Liliana y se la han traído los ángeles.    
Esa sensación de escuchar la lluviade palabras opuestas sin sentido; ese estar algo así como perdidoentre morenas, pelirrojas y rubias. Eso de entablar batallas convertidoen héroe que siempre marchabajo el frío invierno de la escarchay nunca jamás ser un vencido.Esto de ser poeta que despachaversos de corazón heridoque luego Dios ha revertidopara hacerlos historia que no mancha. Esa limpieza noble y sin tachade ser siempre verso bebidode agua, de café, de comprometidosentir profundo que se marcha. Y este afán de buscar el nidodel oficio de cantar sin ningún reparo.¿Me paro? No. No me paro y busco superar algún olvido.
Y tú que lloras en silencio porque te conmueve la intensa tristeza de la soledad, vas y me miras despacio, lentamente, con una suavidad de espuma como hecha de terciopelo blanco. Y yo sólo puedo pasarte la mano dulcemente por el rostro y sentirte muy honda, muy en el interior del alma, muy cubierta de cálida tersura. Entonces vas y se te ilumina el rostro y surge de tus labios una sonrisa suave. Las lágrimas se diluyen en el espacio intenso de la vivencia y siento el ánimo convulsionarme de emociones. Y entonces tus ojitos se llenan de luz y la tristeza se va marchando... marchando... marchando... dejando un rastro de ternura que se columpia en el diáfano aire de la mañana. Y es cuando entiendo la plenitud de tu alma. (Para "Lina" Princesa única, para "Lina" princesita primera y para "Lina" princesita segunda). 
Inicios del tan esperado Siglo XXI después de Jesucristo. No sé ni lo que hago aquí, en la Calle la Pinta 455 y Amazonas de la ciudad ecuatoriana de Quito. No sé ni por qué estoy participando, en esta Embajada de España, de unos exámenes que me suenan a hueco lejano, a vacío sin sentido, a cutre sensación de no pertenencia. Es la Embajada del No Sé y, para ser coherente con mis capacidades, apago la computadora, me levanto decididamente y digo adiós a esta absurda manera de elegir administrativos. Por las calles ecuatorianas me marcho pensando. ¿Pará qué diantres quiero ser yo un administrativo de la Embaja del No Sé? Y es que cuando acudes a esta Embajada de España en Quito, Ecuador, siempre surge en No Sé como respuesta inevitable a todas tus necesidades.  Para no contagiarme con el virus de la indiferencia he decidido apagar la computadora, levantarme y decir adiós mientras tomo un café en agua en "La Carreta". Es un hasta nunca caballeros del No Sé. Quizás llegue otro siglo más idóneo para saber lo que es la Justicia Social desligada de tanta absurda burocracia. La Embajada del No Sé se me queda cada vez más lejos mientras escribo "La Carreta" dentro del cafetín y la larga presencia de aspirantes va quedando cada vez más vacía de sentido profesional. Mis sentidos se centran en la extensa fila de ansiedades intentando conseguir los papeles necesarios para emigrar de esta absurda ceremonia. Yo sigo escribiendo y "La Carreta" se me hace sensación viva, necesaria, importante. Más viva, más necesaria y más importante que terminar siendo un esclavo administrativo de la Embajada del No Sé. A veces hasta pienso que soy un marciano ajeno a tanta estulticia.  Quizás el ínclito caballero Ponce tenga la infame e infamante respuesta... aunque, como siempre ocurre en La Embajada del No Sé, sólo sea un quizás de los muchos preexistentes en estas dependencias. ¡Qué horror tener que depender siempre de estas dependencias!. Por eso me dedico ahora a enseñar a quien no sabe.
En este sentir palabrashermanadas por la sangre de los ríoscomo cáliz, como corola, como néctar de sumas verbales enraizadas en el éter de la paradójica Historia donde se une la confluencia de los seresen un solo aprendizaje del idioma:seres con un solo ensamblaje de intuiciones. En este sentir palabras se unen el canto de nuestras voces. Y es entonces,cuando las formas se hacen piélagos en la piel abrazada a tu distanciay soy quietud soñando horizontes.  (De "24 Poemas Latinoamericanos" de José Orero de Julián "Diesel"). 
En una pequeña aldea, de cuyo nombre a veces me acuerdo, habíase un orejón de esos de soplón en ristre. Y tanto soplaba y soplaba que, en llegadas las noches, creía ver visiones en forma de cucarachas encantadas. Así que un mal día, de esos de cogorza monumental, se decidió, atacándose las calzas y poniéndose sus abarcas sudorosas, salir hacia Castellón. Pero en gustándole tanto las varillas pasose un momento por el huerto por ver si encontraba alguna; con tan mala suerte que quedose enganchado en una de las tomateras. A sus histéricos gritos, viendo que lo de las varillas no era lo que él tanto deseaba, respondiole sólo el huracanado viento que azotaba sus dos grandes orejas. Y allí mesmo, en medio del pequeño huerto, acudió un pelotón de avispas que cebaronse con sus carnes escurridas puesto que, habiéndose desnudado del todo, se hallaba encaramado en lo alto de un ciruelo. Purgó de esta manera su fea costumbre de pegar a las mujeres indefensas, menester en el que ni a su propia hermana perdonaba, y así fue el final de esta pequeña hestoria que se celebra, con jolgorio, en los chascarrillos por San Julián.  
ADÁN (por: José Orero De Julián "Diesel")  Tengo un nieto que se llama Adán que, cuando me ve, se parte de risa. No sé si lo que le hace tanta gracia es ver mi cara o lo que le hace tanta gracia es mi sombrero; pero sólo sé que se parte de risa. Yo creo que, lo que más gracia le hace es lo del ¡ñam ñam ñam! que vaya Dios a saber lo que él entiende a la hora de interpretarlo. Lo que es seguro del todo es que le voy a regalar un álbum de cromos de futbolistas para que siempre recuerde en qué temporada de la Liga Española nació él. Estoy completamente seguro que lo de Sisí le sonará a chino mandarino. Hablando de ello, resulta que le encanta comer mandarinas; lo cual es buena señal de que tiene buen gusto y buen apetito. Cuando ve que bebo café se me queda mirando como si yo fuera un astronauta. ¿Qué pensará Adán sobre el café? Para fortalecerse realiza todos los ejercicios gimnásticos completos. Por eso yo sé que llegará a ser un atleta mucho más completo que Lebron James pero en blanco; y hasta es posible que llegue a competir en algunos Juegos Olímpicos y consiga, incluso, ganar alguna medalla. Si es de oro mucho mejor para toda la familia. De momento, puedo decir que mi nieto Adán tiene muy buen gusto porque, cuando salen las modelos publicitarias en la televisión, él se las queda mirando con los ojos muy abiertos. ¿A quién habrá salido este Adán? Muchísimas son las personas que dicen que se parece mucho a mí. Posiblemente sea cierto. Todos los que le conocen coinciden en una cosa: es muy alegre. Pues sí. Es cierto. Se parece mucho a mí. Por eso cuando le canto el "lalalá" de Massiel él me entiende todo. Cuando crezca un poco más le cantaré lo del "sorbito de champán", pero solamente cuando crezca un poco más. De momento se conforma con beber el biberón de leche y, es tan inteligente, que continuamente va observando lo que le queda todavía por beber para saber cuántos chupetones tiene que dar por segundo. Lo tiene todo cronometrado.  Me da la sensación de que mi nieto Adán ya sabe algo de latín. Por lo menos eso de "vini, vidi, vinci" que él sabe que significa "llegué, vi, vencí". No sé cuándo lo aprendió pero cuando me escucha decirlo se le pone la carita feliz; señal inequívoca de que sabe mucho más de lo que se supone que debe saber un niño de su edad. Como decía mi profesor de Ciencias Naturales en la Academia Altamira de Madrid, esto es como para comer cerillas; mas mi nieto Adán es tan inteligente que ya sabe que las cerillas no deben comerse (diga lo que diga cualquier profesor) porque si lo hiciera le dolería la tripa. Por otro lado, mi nieto Adán tiene más salero que un flamenco rosado de esos que ha debido ver en algún documental de Televisión sobre animales raros. Le gustan mucho las moras pero no los moros. Me refiero a las frutas silvestres. Se las engulle en menos tiempo que tarda un reloj en marcar un segundo. Y es que él no quier ser nunca, de mayor, un segundón.  Que mi nieto Adán tiene estilo es una gran verdad indiscutible. Por eso se dejó hacer, un día, una fotografía donde se le veía como todo un turista adinerado tomando un refreco en Hawai y con gafas de sol oscuras. ¡Todo un señor niño! Y se le nota que estaba disfrutando de lo lindo. Seguramente que ya está aprendiendo a saber dónde está Honolulú. De momento, cuando me oye decir Papúa él cree que estoy diciendo Papá. Pero es que todavía es solamente un bebé. Al llegar la noche yo le cuento historias para no dormir pero se queda, rápidamente y sin previo aviso, profundamente dormido. Da gusto verle dormido con su cara de angelito bueno. Y es que es bueno de verdad y de verdad que parece un angelito. Se nota un mogollón que se parece muchísimo a mí y es que es verdad eso de que "de tal palo tal astilla". La próxima vez que le vea voy a regalarle un pato de goma con un botón que, al apretarlo, diga cua cua cua. Espero que le haga mcuha gracia.  Sé rotundamente que Adán crecerá año tras año y que llegará un momento en que se casará con alguna Eva más virgen que el aceite de oliva extra. Pero nunca dejaré de sentirme feliz porque es mi nieto para siempre.  Autor: José Orero De Julián "Diesel".
Somos recién casados y estamos aprendiendo a conocernos cada día un poco más y un mucho mejor. Dicen que una de las formas más efectivas que existen para conocer mejor a tu pareja es la Gastronomía. Es cierto. No sé de quién habra aprendido a hacerlo pero la paella, que hemos comido juntos, estaba muy fresca, muy sabrosa, muy agradable y todos los muy positivos que un hombre puede imaginarse. Están muy buenas la paella y Ella. Y es que me supo a Manjar De Los Ángeles. Para que algún "listillo" se entere de lo que se puede aprender en lugar de ir diciendo por ahí que conoce a mil mujeres cada año. La paella de Ella sólo es para mí y para Ella. Lo demás ni me ha interesado nunca en el pasado, ni me interesa para nada en el presente ni me va a interesar jamás en el futuro.
A y Z vivían en la misma ciudad pero nunca se habían conocido; porque A trabajaba de día y Z trabajaba de noche. Está muy claro que mientras A dormía por la noche, Z aprovechaba el día para dormir. Con esas maneras tan diferentes y opuestas de vivir sus existencias era del todo imposible que, aun viviendo en la misma ciudad, llegaran alguna vez a conocerse. Era del todo imposible.  El futuro de ambos estaba ya marcado por aquella imposibilidad. Y hacía falta tener demasiada imaginación para pensar que A invitara a un café a Z o que Z invitara a un café a A. Desconocidos entre sí, ni A pensaba que Z existía ni Z pensaba que existía A.  A era uno de esos agudos críticos empapados de conocimientos científicos y mercantiles; por eso creía que en sus amplísimos saberes de Ciencias Exactas residía la armonía y la plenitud de toda clase de convivencia; mientras que, por supuesto, Z se dedicaba a cantar en las salas nocturnas temas elaborados solamente en base a los poemas que le vendía un cierto poeta que los escribía para no morirse de hambre. A no innovaba nunca. A siempre era conceptual, centrado únicamente en sus obligaciones e incapaz de representar otra clase de papel porque estaba sometido al severo juicio del jefe del Banco donde laboraba. Por otro lado, Z siempre improvisaba y no era nunca la misma porque cambiaba su personalidad siguiendo los caprichos literarios de aquel poeta bohemio que parecía haber llegado de otro mundo.  A no entendería jamás el coportamiento de Z y Z no entendería jamás la forma de ser de A. Por eso era del todo imposible que llegaran a cruzarse en sus destinos en alguna ocasión, aunque sólo fuese para dirigirse mutuamente un saludo de bienvenida seguido de un saludo de despedida. A y Z vivían en la misma ciudad pero eran totalmente diferentes y opuestos. Tan diferentes como la tierra de secano y la frescura del río.  A consumía todas sus horas, con total rigurosidad, en la siempre inacabable tarea de cumplir con las funciones que le imponía, con total intransigencia, su jefe banquero. Z aprovechaba todos sus minutos para componer, libremente liberada, músicas para aquellas innumerables creaciones que escribía y le vendía aquel extraño poeta.  Un día, cuando el Sol y la Luna estaban al mismo tiempo en el cielo de aquella ciudad, A y Z coincidieron en la misma cafetería. A tenía su mesa llena de recibos, cheques, talones, letras de cambio, pagarés y un gran montón de otros documentos más o menos legibles con el desmesurado afán de alcanzar a cerrar el balance. Z tenía su mesa repleta de hojas escritas que había usado el poeta para sus creaciones literarias a las que tanto ella, completamente entusiasmada, luchaba intentando ponerles música.  Cuando A y Z terminaron sus cafés, una hora más tarde, se marcharon hacia sus destinos por aquellas opuestas y sin haberse conocido a pesar de que sus mesas sólo estuvieron separadas por la escasa distancia de diez centímetros de longitud. A, por supuesto, se marchó a su domicilio para dormir profundamente. Z, por su parte, se marchó a la sala nocturna para seguir soñando continuamente.  A y Z vivían en la misma ciudad pero nunca llegaron a conocerse a pesar de que sus mesas de trabajo habían estado separadas, durante toda una larga hora de sus vidas, solamente por unos escasos diez centímetros de longitud en el vacío. A era todo un alto ejecutivo de la Banca. Z solamente era una mujer. Dos conceptos. Dos interpretaciones. Dos mundos opuestos entre sí. Dos imposibles.   
La Agrupación Deportiva Ferroviaria fue un club polideportivo situado en la ciudad de Madrid, España. Fue fundado como un club deportivo en el mes de diciembre de 1918 bajo el seno del Colegio de Huérfanos Ferroviarios, cuando un grupo de antiguos y actuales alumnos de la época deciden crearlo para conjugar la práctica de fútbol, atletismo, gimnasia y boxeo.  El caso es que, recordando esta historia, a mis 24 años de edad -convertido ya en todo un judoka invencible- estaba yo peleando, mañana tras mañana, contra las "maquinuchas" del negociado de Transferencias, en la Oficina Principal del Banco Hispano Americano de Madrid, cuando, de repente y sin previo aviso, se me acercó la morenaza de La Ferroviaria y me invitó, ante la sorpresa general de todos los demás y, sobre todo, ante la envidia de Alfonso, Fernando y demás correveidiles que no hacían otra cosa sino chismorrear como comadrejas, a irme de excursión con ellos. Por supuesto que, una vez que la vi bien, dije inmediatamente que sí. Total una excursión me vendría bien para dar de lado a quienes no se merecían otra cosa más que el silencio. Y en completo silencio me apunté.  Aquella excursión a la Ciudad Encantada de Cuenca fue inolvidable. En la Ciudad Encantada de Cuenca quedé algo así como encantado por las bellezas naturales que pude contemplar en primera persona; o sea, yo miro y tú miras y los demás no nos importan para nada. Claro que, al día siguiente, ya estaban las comadrejas (Alfonso, Fernando y compañía) hablando sobre si yo había ligado o si yo no había ligado. Lo que sucedió en el autocar no se lo conté a nadie salvo que me entra la risa cada vez que me acuerdo. Y cómo se quedaron los comadrejas de Transferencias cuando llegó de nuevo la morenaza de La Ferroviaria y me pidió el número de mi teléfono. Por supuesto que se lo di y nadie supo nada de lo que pasó después. Ni falta que hace.  
Recuerdo, con total claridad, que cuando yo sólo tenía 2 años de edad, alguien (que quizás debió de ser mi abuela materna Rufina) me enseñó lo de: "Pito, pito, gorgorito, saca la vaca de veinticinco. -¿En qué lugar? -En Portugal. -¿En qué calleja? -En la Moraleja. -Esconde esa mano que viene la vieja". Recuerdo, también con total claridad, que aquello del "pito pito" me hacía reír a carcajadas y toda mi familia -mientras mi abuelita se sonreía por lo bajito- se hacían cruces de verme reír tanto.  - ¿Qué le pasa a este niño? -preguntaba mi padre. - Supongo que algo le hace partirse de risa -respondía mi madre.  Era el inicio de la famosa década de los 50 (1951 para ser exactos del todo) y la inteligencia, por aquel entonces, no nos daba para más. Recuerden que yo sólo tenía 2 años de edad y me podrán comprender. Pero ya daba síntomas de que me lo iba a pasar en grande en cuanto tuviese unos cuántos añitos más. Lo del "pito pito" no se me ha olvidado jamás y ahora lo uso para hacer reír a mis nietos después de haber hecho reír a mis hijas. Y es que dicen que la risa es contagiosa de generación en generación. A mis 2 añitos de edad yo ya era así. Y qué le voy a hacer si nací en una frontera.
1984 después de Jesucristo. ¿Quién dijo miedo? Había que ir a la Reconquista de América. Ni tan siquiera lo pensé un instante. Cogí mi equipaje, subí a la nave, y en llegando al Centro del Mundo, reconquisté todo el tiempo perdido. Me aleccionaba el recuerdo de mi paisano Benalcázar y, con dicho ejemplo como revulsivo, conquisté alcázar tras alcázar lo que estaba todavía por dominar. Ni el orgullo de los otavaleños pudo resistir mi empuje. El Reino de los Quitus entró en mi mochila mientras yo subía por las faldas del Pichincha hasta llegar a la cumbre de los inmortales enamorados de la libertad. Sólo que yo no reconquisté la libertad sino esa clase de liberación que el verdadero Cristianismo me llenó por completo con el aura de los triunfadores. De victoria en victoria llegué hasta Jambelí haciendo siempre patria. ¿Quién dijo miedo? Atrás quedaron todos los cobardes del Hispano a los que yo ya los tenía completamente olvidados. Canté bien cantado. ¡Entre flores, fandanguillos y alegrias, nació en España la tierra del amor. Solo Dios pudiera hacer tanta belleza, y es imposible que puedan haber dos. Y todo el mundo sabe que es verdad, y lloran cuando tienen que marchar. Por eso se oye este refrán  "Que Viva España" y siempre la recordarán. "Que Viva España". La gente canta con ardor. "Que Viva España". La vida tiene otro sabor, y España es la mejor. En las tardes soleadas de corrida, la gente aclama al diestro con fervor y él saluda paseando a su cuadrilla, con esa gracia de hidalgo español. La plaza por sí sola vibra ya, y empieza nuestra Fiesta Nacional. Por eso se oye este refrán. "Que Viva España". Y siempre la recordarán. "Que Viva España". La gente canta con ardor "Que Viva España". La vida tiene otro sabor y España es la mejor. Laralaralalarala. "Que Viva España". Laralaralalarala. "Que Viva España". La gente canta con ardor. "Que Viva España". La vida tiene otro sabor y España es la mejor. Que España es la Mejor! Después se hizo el silencio en toda la Cordillera de los Andes mientras los crucé como un fiel soldado que nunca jamás se echó para atrás a pesar del amenazador sonido de las flautas dulces. Dios estuvo presente.    
Eso de que Bonifacio hacía los recados de mamá por el simple "amor al arte" o por presentarse como voluntario sin ninguna clase de interés es un mito de nuestras infancias que ha llegado la hora de descubrirlo, porque era una falsedad. Bonifacio nunca hizo ni un solo recado por el simple hecho de hacerlo (como sí pasaba conmigo) sino porque siempre recibía una suculenta cantidad de céntimos e incluso hasta llegaba a la peseta completa por cadu uno y todo los recados que hizo mientras éramos niños y adolescentes. Fue por eso, más por los dineros que conseguía revendiendo los cuadernillos de la serie del tebeo "El Jabato" (propiedad del Emilín para más señas y si que se enterase éste), más unas pocas pesetas que cogía por acá (entiéndase metiendo mano al bolsillo de los pantalones de papá mientras éste dormía la siesta) y otras pesetas que cogía robando por allá (que sólo lel sabía de donde las robaba sin que se tenterase mamá o el Emilín por ejemplo) pues astuto sí que era el Bonifacio. Fue por eso por lo que llegamos a descubrir que coleccionaba una gran cantidad de cromos cuya colección no conocíamos los demás (por ejemplo Hollaus del Mallorca, Pantaleón del Elche, Gento III también del Elche o Castelló y Verdú del Valencia por poner cuatro nada más) y por lo que se descubri´ño que tenía toda la colección completa (también de espaldas a los demás) de cilistas de una colección que no sabíamos que existía pero que fue la base del cicli0smo de chapas con cromos cuando le oblihamos a que los repartiese a cuatro parte iguales y equitativas entre todos. O sea, que de voluntario para hacer recados (como sí pasaba conmigo de vez en cuando) nada de nada. Fue un falso mito de la supuesta bondad del Boni que no era, en aquella infancia y adolescencia, sino una fama injustificada que mi hermana Isabel se la estuvo creyendo siempre. Así que, para decir la verdad, Bonifacio nunca fue un voluntario desinteresado, para nada, durante nuestras infancias y adolescencias. Yo no sé si al ser adulto llegó a cambiar y se volvió generoso (supongo que sí excepto cuando cayó en las redes del Emilín y se hizo tan avaro como éste y el Maxi) pero todo aquello de que era un niño y un adolescente bonachón eran simplemente una gran mentira porque, como descubrió mi abuelita materna, "no era oro todo lo que relucía en la personalidad del Boni". Cierro mi Diario con un poco de tristeza porque ya ha muerto, pero la verdad es la verdad y no vale seguir engañándonos por más tiempo; para que Emilín y, sobre todo Isabel, salgan ya de la hinopia y se enteren de lo que sólo era un falso mito nada más. Al Maxi, como siemrpe, ni le importaba.
"Setamor y Bisalma" es la primera novela grande con la que me enfrento en mi vida de escritor. Dentro del contexto de las novelas grandes es mi "ópera prima" y, mientras la escribo intentando ser lo más profundo que puedo, tengo un testigo presencial que me mira y me anima a seguir escribiendo hasta el final. Es fuerte el esfuerzo mental que tengo que llevar a cabo pero tengo solamente 25 años de edad y busco ese final adecuado a una historia que se va enlazando capítulo tras capítulo. El amigo que tengo a mi lado, en esta silenciosa compañía de miradas inteligentes, se llama "Chester" y es de ascendencia irlandesa pero español y, para ser más exactos, madrileño por sus cuatro costados. Chester es de color canela porque no es un ser humano sino un perro que se comporta mucho mejor que muchos seres humanos que yo he conocido. De acuerdo que hay personas buenas en este mundo de Dios; pero, por desgracia, hay gentes que desean que todo te salga mal porque tienen envidia de que todo te salga bien. Así que, mientras escribo la historia de "Setamor y Bisalma" (el amor imposible que por fin se hizo realidad), observo a "Chester" y, de vez en cuando, dejo papel y bolígrafo, para ir a darme una vuelta completa con él por estas calles madrileñas de Juan Duque y sus alrededores. El joven licenciado y la jovencísima morena. Una historia de amor envuelta en un mundo de aventura y mágica concepción de la realidad. Un realismo que puede ser mucho más mágico que el de Gabriel García Márquez y con mucho mayor contenido sensorial que "Cien años de soledad". En medio de la soledad del comedor donde sigo escribiendo siempre con el mismo afán es "Chester" ese compañero, ese amigo que ama sin condiciones, porque me quiere no por lo que puedo llegar a ser sino por lo que soy. Y es en este presente continuo donde estoy logrando darle vida a todos los numerosos personajes que forman parte de "Setamor y Bisalma". Llegará el día en que el mundo literario tenga que determinar si esta mi "opera prima" está a la altura de "Cien años de soledad" o ha rebasado los límites del "realismo mágico" para ser una mágica realidad plasmada en algún centenar de hojas en las que dejo impresa la experiencia de una aventura singular. Si alguien duda de que estoy centrado y concentrado en ella es que no sabe ni quién soy ni para quién estoy escribiendo."Chester" sí lo sabe. "Chester" sí me anima. Y es que tengo un amigo llamado "Chester" que no sabe nada de envidias, nada de rencor, nada de odio. Él es un "setter" irlandés pero tiene tanto valor como cualquier ser humano que he llegado a conocer. Sé que existen muchas personas buenas y sé que existen muchas gentes malas; pero mientras "Chester" siga a mi lado yo seguiré narrando las aventuras del joven licenciado y la jovencísima morena hasta que encuentren cual es su verdadero lugar. Ese lugar verdadero se llama Amor.
Y ahora pequeñita en la altura de este dormir placenterorecuerdo de nuevo la aventura...y el mundo entero gira con tu hermosura... (De "24 Poemas Latinoamericanos" de José Orero De Julián "Diesel"). 
 Cuando la conciencia llame a tu puerta ruega a Dios para que no te pille desnudo.  
En la nñomina de empleados del Banco Hispano Americano de Madrid había una gran cantidad de árbitros de fñutbols. Algunos de ellos llegaron a ser de Primera División y hasta alcanzaron la internacionalidad, como fue el caso de Martínez Banegas   Sancho ochaíta Martínez Benegas
Me encuentro en lo más alto del MOnte Perdido, exactamente a 3.355 metros de altura, en la provincia aragonesa de Huesca. Me acompañan dos expertísimos excursionistas y excelentes montañeros conocidos, en el mundo de los deportes al aire libre, como Tote Coza y Tito Rallo. Así que, aprovechando su compañía, me propongo aprovechar que hemos llegado a la parte más elevada del pico para hacerles una entrevista. Diesel.- Ya que estamos tan elevados sería bueno haceros unas cuántas preguntas que no las voy a considerar tan interesantes como vuestras respuestas que estoy seguro de que van a ser extraordinarias porque vosotros dos sois dos enormes oradores, grandiosos con la palabra y persuasivos a través del uso de vuestras argumentaciones. ¿No creéis lo mismo que yo?Tote y Tito.- ?Diesel.- Me estaba refiriendo, ahora que estamos tan cerca del cielo, a Jesucristo.Tote y Tito.- ? Diesel.- Bien. Veo que vuestra gran cualidad es la prdencia. En base a esa prudencia que es digna de dos grandes sabios como vosotros dos, ¿creéis que desde un punto de vista puramente cristiano, y nada más que cristiano, es moralmente correcto usar a un ser humano, en este caso digamos que a un hombre, como simple conejillo de indias para ver cómo reacciona ante ciertos estímulos? ¿Lo creéis moral o inmoral desde vuestro amplio, maravilloso y sapìentísimo conocimiento de la Teología?Tote y Tito.- ?Diesel.- Bien. Mientras pensáis en las preguntas que os he hecho pero que no habéis contestado y en las que me faltan por haceros pero que estoy seguro de que tampoco me las vais a contestar, ¿podemos sacar los bocadillos para saciar el apetito? Ya veo yo que mientras mi bocata es de un simple chorizo los vuestros son de dos ricos percebes. Así que comamos porque nos amamos. ¿O no?Tote y Tito.- ? Comemos los bocadillos (yo el de chorizo y ellos los de los percebes) en completo silencio, y una vez terminados los bocatas, dándose ellos un buen trago de vino riojano  y conformándome yo solamente con un vaso de agua porque no me han invitado a participar del vino (ni del pan por supuesto), pienso en esto de amarnos como buenos cristianos y pregunto. Diesel.- ¿Qué es más para Jesucristo, dar de comer al hambriento y de beber al sediento o condernarle por un mezquino y repulsivo puñado de monedas baratas?Tote y Tito.- ?Diesel.- Ya. Ya sé que no contestáis porque es cuestión de conciencia pero como sois los dos tan grnadiosos teólogos y lo sabéis todo de Jesucristo yo creía que... pero no... ya veo que no... y entonces voy a preguntaros algo también muy interesante creo yo y vaya que creo aunque ustedes dos me guarden silencio como condenándome a la soledad. ¿Es de hermanos cristianos acosar a uno de esos hermanos, hacerle vivir en un pequeño rincón mientras gozamos de casas amplias, no dirigirle ni la palabra salvo para molestarle, insultarle gravmente a él e incluso a su madre y tenerle completamente en estado de soledad? ¿Me gustaría que a esto por lo menos si me contestaráis con un simple Si o con un simple Np porque como sois dos ministros de Dios y sabéis tanto de Teología pues decir Si o decir No no os será tan trabajoso? ¿O es que de verdad os cuesta trabajo responder con claridad cristiana?Tote y Tito.- ? Vaya. Me estoy dando cuenta de que me encuentro ante dos tan grandiosos, magníficos y superlativos conocedores de la Naturaleza de Dios que no saben qué responderme. Aquí, en esta altura del Monte Perdido uno se siente de verdad pequeño y yo, por supuesto, me siento muchísimo más pequeños que esos dos grandes pesos "pesados" de la Cristiandad que se sabe la Biblia de memooria y yo sólo la aprendo sobre la marcha pero para ir tirando me sirve.  Diesel.- Bueno, bueno, bueno... señores ministros de Dios... me parece que les ha comido las lenguas algún gato... así... que como vamos de teólogos por la vida... ¿pueden decirme y explicarme cuál es la esencia de Dios y cómo es la esencia de Dios?Tote y Tito.- ?Diesel.- ¡Ay va, perdonénme grandes ministros de Dios porque a lo mejor les he preguntado algo muy difícil de responder sin yo darme cuenta. ¿Ustedes creen que yo no me doy cuenta o creen que yo sí me doy cuenta.Tote y Tito.- ?Diesel.- Bueno, como veo que como pareja ustedes no dan ni una porque no tienen talla suficiente ya que no llegan al 1,75 por ciento de la inteligencia que yo les suponía pregutándoles a los dos al mismo tiempo; hagamoslo por separado? ¿De acuerdo un par de preguntas por separado para ver si dan pie con bola?Tote y Tito.- ?Diesel.- ¡Pero hombre, grandiosos ministros de Dios! ¡No se me acongojonen tanto, por favor!Tote y Tito.- ?Diesel.- ¡Vamos a ver, Tote! ¡Hijo de Dios! ¿Qué se siente dentro del alma cuando se va a producir un terremoto en una ciudad y se va a destruir toda ella y se coge a todos los familiares y se huye hacia el monte más lejano pero se le abandona impunemente a uno de los hermanos esperando a que se pudra dentro de la tierra cuando la tierra le engulla a çel y a un humilde y modesto perro de compañía que sí le es fiel hasta el final?Tote.- ?Diesel.- Bueno, Tote. ¡Hijo de Dios! ¿Hablamos de ladrones que roban un mezquino y repugnante puñado de monedas que se les ponen como trampas para ver si caen en ella como inocentes conejos y luego se les pone verdes delante de los demás seres humanos como ejemplos de condenados mientras los más poderosos se descojonan de risa?Tote.- ?Diesel.- ¡Tote! ¡Hombre de Dios! No te calles tanto. ¿Es verdad que mola mucho estar divirtiéndose de lo lindo mientras se le ve y se le oye a un verdadero hombre llorar?Tote.- ?Diesel.- Partece que no te gusta ya hablar con lo que siempre te ha gustado hablar a ti hasta por los codos, hombre de Dios. ¿Puedes contestarme cómo supiste lo del camión, cómo exclamaste ¡lo que hace al amor! y porqué echaste la bronca a tu mujer diciendo ¡qué hace este hombre en mi casa! ¿Puedes explicarme todo eso y otras muchas cosas más que podemos hablar cuando vayamos de excursión, por ejemplo al Mar Muerto que está en tierras por donde predicó el amor cristiano un tal Jesucristo?Tote.- ? Como me parece que a Tote no le gustan mucho mis chistes, que no son chistes precisamente pero que él se cree que son chistes, cambio de tercio y pregunto a Tito.  Diesel.- ¡Hola, Tito! ¡Hombre de Dios! ¿Ya sabe usted por qué se producían aquellos golpes de judoka por las noches?Tito.- ?Diesel.- Vaya, Tito. ¡Hombre de Dios! ¿Me vas a decir ahora que tú no sabes nada de artes marciales? Por cierto... un tal Diego... lo supo o no lo supo una noche en que estuvo a punto de palmarla precisamente por eso... ¿y, en otro orden de cosas, como vamos con eso de las palabrotas que quiere decir malas palabras dirigidas contra un hermano cristiano? ¿O es que los grandes oradores, predicadores y teólogos más ministros de Dios tienen licencia para decirlas sin que por eso sea pecado alguno debido a que ustedes son dos grandes entres los grandes pesos "pesados" del Cristianismo?Tito.- ?Diesel.- ¡Veo que no se arranca, Tito! ¡Hombre de Dios! ¿Qué es acosar a un hermano cristiano sin ninguna clase de piedad? ¿Sabe usted definirme, oh gran teólogo y anciano ministro de Dios, lo que es la piedad cristiana?Tito.- ? He comprobado que uno a uno, por separado, responden todavía menos que los dos juntos así que voy a terminar ya la entrevista porque tengo ganas de bajar ya que estoy harto de que los dos estén a mi lado.  Diesel.- ¿Saben ustedes dos mucho de mí, poco de mí o nada de mí?Tote y Tito.- ?Diesel.- ¿Les digo yo a ustedes dos de dónde han venido y de dónde he venido yo para comprobar ciertas diferencias en nuestros orígenes y vivencias o no es necesario? ¿Hablamos y desmenuzamos el asunto de los amores libres o han dejado ya ustedes dos ser dos expertos de esa clase de amores? Parece que no les ha hecho gracia alguna esta última pregunta y antes de que se me pongan nerviosos del todo prefiero dejarles en todas sus alturas y yo me vuelvo otra vez para abajo.  Diesel.- ¡Adiós, Tote y Tito! ¡Adiós, hombres de Dios! ¡Tengan mucho cuidado con el mal de las alturas que en el Monte Perdido como se pierdan de verdad por tener el mal de altura, ya saben, lo de la vanidad, la soberbia, la prepotencia y otras cosas del mismo estilo, no les encuentran ni los "Ángeles de Charlie" acompañados de perros de San Beranardo. ¡Que tengan ustedes muy lindos y hermosos sermones y que sigan siempre viajando por todo el mundo entero, que me parece que ya han estado ustedes por lo menos en el noventa por ciento de la Tierra! ¡No se preocupen por mí, por favor, igual que nunca se han preocupado hasta ahora, que yo ya, ya yo, yo ya.  Y me bajé del Monte Perdido sabiendo que no me interesaban ninguna de sus respuestas porque las únicas respuestas que me interesan de verdad son la de ustedes, mis estimados lectores y lectoras. Los ministros de Dios son como los demás ministros. Cuanto más hablan menos se les entienden. Así que me alegro que no hayan respondido a esta entrevista porque sólo la he hecho no pensando en ellos sino en mis dos superguapas hijas para que sepan que a su papá (que soy yo) no le dan miedo ninguna clase de respuestas. Así que si alguien quiere responder tiene su pleno derecho por mucho que se enfaden Tote y Tito con quienes no deseo vovler a hablar hasta el Cuarto Milenio después de Jesucristo.           
"El incidente en el garaje fue el tercer suceso con tintes de catástrofe en casa de los Amory, y clavó un terrible pensamiento en la cabeza de Loren Amory: su querida esposa Olivia intentaba matarse" (Patricia Higshmith).------- Sofía Obregón comenzó a hacer bolas con todas las hojas que ya tenía escritas y las fue arrojando, cada vez con más rabia, al cesto de los papeles. Intentaba escribir una nota que fuese totalmente creíble para que sirviera de pista, al doctor Esteban Alsina, con motivo de que descubriera algo sobre su estado de ánimo. Esta forma de actuar era una de las muchas rarezas de Sofía Obregón. Ahora se había empeñado en hacer la vida imposible a Esteban Alsina para que se ocupara solamente de ella y le diagnosticara, con total exactitud, qué es lo que estaba pasando por su cabeza y qué pensaba ella de la vida misma. En un ángulo oscuro de la sala habia una vieja arpa, abandonada y llena de polvo. Antes ella solía tocarla durante un par de horas cada día a partir de las 5 de la tarde. Ahora ya estaba olvidada por completo. Así que con el corazón latiendo como una máquina de cortar el césped dejó de intentar seguir escribiendo algo que resultara interesante y decolgó el teléfono. - ¿Qué terrible enfermedad te ataca ahora, Sofía?- Un montón de cosas, doctor Alsina. - Llámame Esteban como siempre, por favor. - ¡No! En este asunto prefiero llamarle doctor Alsina por si alguien anda escuchando algo. - ¿Has estado pensándolo últimamente?- No. No he pensado nada todavía. ¿Por qué? Esto no se lo eperaba el doctor. - Porque... bueno... todo se puede llegar a saber...- ¿Me está usted culpando a mí?- Sólo te digo que eres muy descuidada. - ¿Y usted no es también culpable?- No sigamos hablando por teléfono, Sofía. Es mejor hacerlo de manera personal.- ¡Entonces quiero verle inmediatamente!- ¿Crees necesaria tanta precipitación?- Es mi vida y supongo que, a pesar de todo, merece la pena seguir viviendo... - ¿Todavía sigues pensando en el suicidio?- Usted me hizo prometer que no lo intentara nunca más... - Pero lo has intentado... Ella no quiso decir nada más sobre el asunto. - ¿Dónde nos podemos citar, doctor Alsina?- Creo que lo mejor, para pasar desapercibidos, es vernos en la Biblioteca.- ¿En la Biblioteca de Molina de Segura?- ¿Tú estás loca? ¡Cómo vas a pensar que yo cometa tan grave error! - ¿Se refiere entonces a la Biblioteca Regional de Murcia capital?- Sí. ¿Sabes dónde está?- No soy ninguna analfabeta. - No te estoy insultando, Sofía. - Está bien. Acepto su disculpa. - No me estoy disculpando de nada sino que solamente te digo que no estoy insultándote. - No quiero discutir tonterías con usted. Está en la Avenida Juan Carlos I, número 17.- Si tuvieras tan buena memoria siempre ahora no te encontrarías tal como estás. - ¡Deje de decir sandeces, doctor Alsina!- No te ofendas otra vez, Sofía. Nos vemos a las diez de la mañana. - ¿En qué rincón exactamente?- En la planta primera. En la Sección de Literatura. - Pero yo no puedo estar alli tan pronto. Necesito una hora más de tiempo. - No te preocupes por eso, Sofía. Yo te estaré esperando una hora pero quiero que seas puntual. Me pone mal de los nervios eso de que cuando cito a una mujer ésta llegue más de una hora tarde. - Ya se nota que es usted un verdadero machista. - Pero por lo menos soy más sincero que tú. Por eso te cuento que me viene bien que llegues a las once porque así me da tiempo para seguir escribiendo comentarios sobre "Los poemas de Mar Menor". - ¿Se puede saber qué hace un psiquatra leyendo poemas de Carmen Conde?- Tengo tres motivos para hacerlo; en primer lugar porque Carmen Conde nació en Caertagena lo mismo que yo; en segundo lugar es que el Sindicato UGT me ha pedido escribir un comentario sobre este libro para nuestra Revista Trimestral "Locos pero contentos"; y en tercer lugar es porque estoy locamente enamorado.- Y necesita aprenderse de memoria algún poema más o menos amoroso para conquistarla aunque ella no le esté haciendo ni puñetero caso. - ¡Eso es! A veces pienso que la psiquiatra eres tú y yo soy el loco. - ¿Me está tildando de loca, viejo verde verdulero?- ¡¡No desatemos la Tercera Guerra Mundial, Sofía!!- A partir de ahora haga usted el favor de no llamarme nunca más Sofía y cuando se dirija a mí limitese a decir señora Obregón. Nacida en Molina de Segura para ser más exactos y para que vea que yo también me siento muy orgullosa de mi lugar de nacimiento. - No va usted a comparar a Molina de Segura con Cartagena...- ¡Estoy hasta el moño de mi abuela, que en paz descanse, de tanta hostilidad regionalista! Yo me considero una ciudadana universal. - Dejemos ya de hablar pendejadas, señora Obregón, y vayamos al asunto. La espero mañana a las 11 del día en la Sección de Literatura de la primera planta de la Biblioteca Regional de Murcia capital. Si tanto le interesa lo que voy a hacer entre las 10 y las 11 de la mañana ya se lo he contado. Investigo el contenido del poema "Luna en el Mar Menor" para escribir un comentario en "Locos pero contentos" - No me extraña nada. Ya sabemos todos los vecinos y vecinas de Molina de Segura que usted es un lunático.- ¿Quién está insultando ahora?- Decir la verdad no es insultar. - Pues a mí no me ha dado nunca por intentar suicidarme y usted ya lleva tres intentos fallidos. Esperemos que a la cuarta sea la vencida. -  ¡¡Grosero!! ¡¡Ya verá cómo respondo yo a esas calumnias, vejestorio!! Sofía Obregón colgó el teléfono y, cogiendo el minicomponente Sony que le había costado algo más de 550 euros, se tumbó en el sofá y encendió el aparato. - ¡Recuerdo aquella vez en que yo te conoci.. recuerdo  aquella tarde pero no recuerdo ni cómo ni cuando yo te vi...  pero si que te diré que de ti me enamoré..  de esos tus hermosos ojos y tus labios rojos que nunca olvidaré... oye esta canción que lleva alma, corazón y vida y nada más... esas tres cositas nada más te doy. Cómo no tengo fortuna esas tres cosas te ofrezco alma, corazón y vida y nada más. Alma para conquistarte, corazón para quererte y vida para vivirla junto a ti. Alma para conquistarte, corazon para quererte y vida para vivirla junto a ti... Recuerdo aquella vez en que yo te conoci... recuerdo aquella tarde pero no recuerdo ni cómo ni cuando yo te vi... pero si que te diré que de ti me enamoré... de esos tus hermosos ojos y tus labios rojos que nunca olvidaré... Oye esta canción que lleva alma, corazon y vida y nada más... esas tres cositas nada más te doy. Cómo no tengo fortuna esas tres cosas te ofrezco alma, corazón y vida y nada más. Alma para conquistarte, corazón para quererte y vida para vivirla junto a ti. Alma para conquistarte, corazón para quererte y vida para vivirla junto a ti. Y vida para vivirla junto a ti. Y vida para vivirla junto a ti. Rápidamente apagó el minicomponente.  - En verdad que no sé para qué quiero seguir viviendo...
78.- El sentido moral (universal) de la mano de Google. Utilicemos la herramienta de Google para algo más trascendente y transcendal que jugar al simple y aburrido "solitario" de naipes o para jugar al también simple y aburrido "comecocos". Por ejemplo, utilicemos la herramienta de Google para algo tan importante en la vida de los seres humanos como conocer un poco más lo que contiene de universalidad, en sí misma y sin circunstancias partidistas, la moral de los hombres y mujeres a lo largo y a lo ancho de todo nuestro Planeta.  Google. He aquí un texto de Emmanuel Taub.  En un artículo de 1910 sobre las Afinidades entre la filosofía kantiana y el judaísmo, el filósofo judeoalemán Hermann Cohen desarrolla la idea de que la esencia de Dios es la moralidad, y solamente la moralidad. Esto es, según Cohen, lo que conforma la naturaleza divina. Idea que debe ser distinguida de lo que podemos considerar la naturaleza física o material, ya que ella es la creación de Dios. Es por ello que, según Cohen y en oposición a Spinoza, Dios no puede ser pensado como naturaleza, porque es esa distinción la que está implícita en el concepto de unidad divina porque para Cohen "El significado mismo de toda la creación es ser un vehículo para la moral." Podemos decir enconces que naturaleza y moralidad no son una. Sin embargo, ambas tienen su origen y se encuentran garantizadas por la unidad de Dios. Ambas, a pesar de su diferencia, interactúan y están conectadas a un mismo punto, al hombre. Así es que según Cohen cuando vivimos en conformidad con los preceptos morales no somos animales -meras criaturas de la naturaleza- sino por el contrario, somos miembros del universo moral. Y es la idea de Dios la "que me da la confianza de que la moral se convierta en realidad en la tierra." Porque no puedo vivir sin esta confianza, no puedo vivir sin Dios. Es el postulado sobre la unidad de Dios -fundado en base al precepto de "Dios único" y su relación con la moralidad- el origen del monoteísmo y aquello que el monoteísmo da de herencia a la humanidad, o sea, la idea de una moral fundamentada en el sentido de "Dios único". En sus Cuatro lecturas talmúdicas Emmanuel Levinas publica una conferencia llamada "¿Viejo como el mundo?" que gira en torno a un comentario del tratado Sanhedrin (36b-37a) del Talmud. Éste versa sobre el tribunal supremo de justicia, el sanedrín. El tribunal supremo, según los sabios, constituye el ombligo del universo y por ello, según nos lo comenta Levinas, existe para el judaísmo un carácter de centralidad de la justicia absoluta. Justicia que ejerce el sanedrín: justicia de la Torá. Ahora bien, la pregunta que recorre la reflexión de Levinas es la pregunta por si es necesario al mundo el judaísmo. Mejor dicho, qué es lo que el judaísmo le da al mundo por lo que se vuelve necesario y por lo que sale de su retiro de la historia. Y la respuesta la encontramos en la significación universal del tribunal de justicia, de la justicia fundada en los preceptos divinos: es la protección del universo. "El universo -explica Levinas- únicamente subsiste por la justicia que se hace en el sanedrín. El papel del judaísmo, cuyo centro es el sanedrín, es un papel universal, una diaconía al servicio de la totalidad del ser."Pero Levinas continua su comentario del texto y explica que la justicia necesita, como el sanedrín, jueces que la conformen. Pensando en jueces el texto talmúdico habla de un "cerco de rosas": "aunque la separación no sea más que una cerca de rosas, no habrá en ella brecha alguna." Levinas se pregunta por su significado. La rosa es una tentación, figuración del mal según la Biblia, y sin embargo sólo un cerco de rosas separa la virtud de la tentación por el mal. Ese es el significado de la metáfora. Los jueces deben ser hombres excepcionales: "El judaísmo concibe la humanidad del hombre como susceptible de una cultura que lo preserva del mal, pero superándolo de él por un simple cercado de rosas." Pero ya no es el juez al que refiere el texto, como observa Levinas, sino al pueblo judío como una totalidad. Y el objetivo esencial del texto talmúdico en el que se encuentra nuestra lectura es el de la realización de un ser humano en el que una cerca lo proteja de la tentación; esta cerca es el cumplimiento de los preceptos, las mitzvot. "Lo que nos detiene del mal -dice Levinas- no es en absoluto el yugo insoportable de la Ley, que a san Pablo le daba miedo, sino una cerca de rosas. La obligación de cumplir los mandamientos no es para nosotros una maldición: nos trae los primeros perfumes del paraíso." Y es esto lo que el judaísmo aporta al mundo: "un modo de existencia guiado por las mitzvot". Y sin embargo no es suficiente. Porque el texto talmúdico prosigue y lo que cuenta ahora es de un sabio que rezaba por unos "bribones" de su vecindario para que hicieran teshuvá, o sea, se arrepintiesen, regresaran. Sin embargo, no fue hasta que el sabio murió que los bribones no se dieron cuenta que ya nadie rezaría por ellos, y entonces hicieron teshuvá. Estos nos muestra, según Levinas, que no sólo son suficientes los preceptos, sino que también deben ir acompañados por la responsabilidad hacia el otro. Y en eso se fundamenta también el sentido universal de la justicia dada por Dios a través de sus profetas. La responsabilidad por el otro. La vuelta a la religión en la individualidad de uno mismo no es un regreso, sino "hedonismo espiritual". Volver, regresar, hacerse nuevamente de los significados más profundos de nuestro pueblo es darse la posibilidad de formar parte de una comunidad. Un vínculo que incluye el respeto por el otro como por uno mismo, y que imagina en ese otro no sólo al judío, sino al hombre. Creer en Dios es creer en esta moral que es parte de todos y que nos exige una responsabilidad: la del respeto y la justicia. Google. He aquí un texto escrito por Malena. La función de la moral no es reprimir, condenar o castigar, porque la moral pertenece al ámbito de la libertad personal, que está más allá del castigo, de la condena o de la represión. No cometer actos inmorales por temor a ser castigado no es moral, ni honesto, ni virtuoso, es especular, es solamente ser precavido para evitar ser atrapado. ¿Existe la moral o sólo existe el miedo a ser descubierto? ¿La gente se distingue por su moral o sólo se distingue por ser más hábil para ocultar su intento de perseguir sus deseos egoístas? Como decía Platón, la moral es una virtud, una imposición interna independiente de la mirada del otro; es lo que nos exigimos a nosotros mismos por deber y no por interés; es el conjunto de reglas a las que decidimos someternos de acuerdo a la concepción que tenemos del bien y del mal. La verdadera diferencia entre un hombre moral y otro inmoral es que el primero actúa según su código ético y no para evitar ser castigado; mientras el inmoral es capaz de actuar en forma inapropiada cuando no lo ven. El hombre moral elige según su propia mirada sin necesidad de recompensa alguna, ni por temor al castigo, porque sabe qué es lo que debe hacer y nadie puede elegir por él. El que obra según su moral está completamente solo y esa es su mayor grandeza; hacer el bien sin ningún beneficio y sin necesitar que nadie se entere y evitar hacer el mal. Uno puede esperar ser feliz, ser rico, estar saludable, pero la virtud se elige, porque la medida de nuestro valor como personas, es lo que hemos elegido ser. La persona moral no piensa sólo en sí misma sino que también considera los derechos de los demás y tiene su propia ley para saber qué es lo que debe hacer. La moral sólo vale para uno mismo y no para otro; porque el otro se debe ocupar de sí mismo y nadie le puede decir lo que debe hacer. Para los demás está la misericordia y el derecho, porque cada uno sabe perfectamente cuáles son sus propias intenciones, sus excusas o sus méritos y nadie puede juzgarlos. La conciencia es el juez más implacable porque lo único que realmente importa es estar en paz con uno mismo. No hay una moral para cada individuo porque la moral no es absoluta pero es universal, para todo ser humano. En la práctica quizás pueda haber diferencias en función a la cultura y a la educación, porque solo hay reglas básicas que son comunes a todos, simplemente porque no podemos hacerle a los otros lo que no queremos que ellos nos hagan a nosotros. Es necesario condenarse a uno mismo todo lo que condenaríamos a los demás, tal como lo formula Kant como imperativo categórico, o sea que hay que obrar según la máxima que permite que se pueda querer al mismo tiempo que se convierta en una ley universal, en vez de hacerlo de acuerdo a intereses particulares. Rousseau, por su parte, afirma que hay que portarse con los demás como queremos que se porten con nosotros; y eventualmente buscar el propio bien produciendo el menor daño posible a los demás. La moral puede ser definida como el sentimiento de dignidad humana. Perdonadme y permitidme que os hable yo ahora de lo que es mi universalidad dentro de los cauces de la moral humana. Por si alguien no lo sabe ya, voy a presentarme de nuevo y sin "careta" alguna una vez más.  Soy muy joven. Español casado con española. Tengo 2 hijas, 2 nietos y 1 nieta. Mi vocación es la Literatura. Mi profesión es el Periodismo. Soy lo que pienso, lo que siento, lo que sueño... lo que escribo, lo que anhelo, lo que deseo... soy un hombre de la única patria de todos los seres humanos que es un pequeño rincón llamado Universo... y en ese pequeño rincón tengo a mis propias estrellas literarias... para compartirlas con cualquiera de mis amigos y amigas compatriotas de este pequeño rincón ubicado más allá de todas las galaxias y en donde todas la almas son iguales de ternura. Cuando ya el amor haya desaparecido por Decreto Ley de los políticos de la Tierra... yo seguiré amando siempre... siempre... siempre... con ternura... ternura... ternura... aunque tenga que exiliarme a cualquier otro universo donde se pueda seguir siendo amante de las utopías... Me encuentro a solas en un cibercafé de la ciudad de Quito. Estoy reflexionando sobre la persona ahora que me encuentro tan lejos de mi lugar de residencia. Y empiezo a recordar algunas viejas ideas aprendidas en los cursos de filosofía humana. Medito sobre la persona en sí misma y la persona como individuo, mientras escribo sobre la pantalla de la computadora que transporta mis reflexiones a esa patria enteramente nuestra conocida como Universo. Esto es lo que pienso sobre la persona en estos momentos de soledad creativa...  Así como hay motivos para oponer persona y esencia, también lo hay para oponer persona e individuo: hay muchos individuos, incluso perfectamente individualizados y subsistentes, que no son personas; pero, en sentido contrario, toda persona es también un individuo. La persona, en cuanto a que es persona y se define como persona, es un individuo. Porque si suprimimos toda referencia a un sujeto individual (individuo) el pensamiento deja de ser personal y se hace hasta inexistente (y la persona no puede ser tal si carece de pensamiento de persona, individualizado del pensamiento de los demás). La individualidad expresa a la vez unidad interna y distinción con respecto a los demás. En ese contexto la persona aventaja a todo lo demás existente; por eso sus actos y sus actividades tienen (o deben tener siempre) coherencia interna cuyo principio se encuentra en lo más íntimo de ella misma. Esta adhesión activa a si misma es la forma más auténtica de la unidad personal (el individuo).  Por ser más una en sí misma, la persona es también más distinta de las demás. No sólo porque su apertura a lo universal la hace capaz de recibir diversas vocaciones, sino además porque con esa misma apertura, gracias a la libertad, la hace capaz de respuestas diversas en cualquier situación en que se encuentre.  Cuanto más rica es en su ser la persona más individuo es (posee una existencia más individualizada). Un animal está más individualizado que una planta; un mono o un caballo está más individualizado que una lombriz... y un ser humano (una persona) está más individualizado (es más individuo) que cualquier otra cosa. Por eso no hay término medio (cuando nos referimos a la persona) entre lo individual y lo universal. Y lo universal no existe sino arraigado en el individuo (que entonces es cuando pasa a ser persona). Termino de reflexionar. Doy el sorbo al último trago de mi café y cierro mi comunicación saludando a todos vosotros, personas pertenecientes a esta universalidad humana donde el sentido de la moral nos convierte en personas dejando de ser una especia más de todos los animales de la Tierra. El ser humano es persona cuando la moral es su verdadera guía para actuar ante él mismo y ante los demás. Y ahora, con todo el sentido universal de la moral humana dejadme ser poeta de esta moral que se me escapa por todos los poros de mi piel. Dejadme ser poeta universal. ¡Que deje de girar el Universo y se detengan todos los relojes en este espacio de la Nada donde todo se hace Existencia! Que deje de girar el Universo para seguir por siempre así, abrazado a tu Silencio sin espacio ni medida, sin dimensión alguna, sin conciencia ni memoria, sin vida, sin muerte... que deje de girar el Universo que me quiero bajar por unos cuántos minutos, quizás hasta sólo media hora, para poder sentir que sigue latiéndome el corazón entre este Ser y este Existir tan infinitos. Algún sabio famoso debería haber dicho, en tanto tiempo que llevamos de Historia Humana, que el Universo es un centímetro cuadrado de distancia... sólo eso... un centímetro cuadrado de distancia entre el hombre y la mujer. ¿Y qué puede ser el Universo si no existe el amor noble dentro de su corazón?. Solo un pedazo infinito de la Nada. Por eso... ¡que deje de girar el Universo que me quiero bajar con Ella!... para irnos a otro lugar llamado Sueño y poder practicar el amor noble sin que nadie nos tenga que señalar con el dedo acusador por ello. Ya no quiero seguir más por los caminos verdes que van a las ermitas aunque las margaritas estén hablando de ti... ni quiero ser ya más el arriero que sólo habla con las piedras del camino diciéndole que todo esto es un rodar y rodar y rodar... no... me niego ya totalmente a seguir la poesía generativa de falsos espejismos. Yo sólo creo en los Sueños de Dios, en los Grandes Sueños de Dios que no pertenecen a este andar y andar los caminos sin nadie que me entretenga... prefiero marchar contigo, entretenerme contigo, jugar contigo por los caminos del la tierra... del aire,.. del mar... Sé rotundamente que no voy a sucumbir por haber elegido caminar sobre las olas del altamar como Jesucristo me ha prometido. No. No me refiero a ningún océano de la Tierra (que tanto conozco yo), no me refiero a ningún lago de la Tierra (que tanto conozco yo), no me refiero a ningún río de la Tierra (que tanto conozco yo). Me estoy refieriedno a esas aguas que son el centro de tu existencia corporal y el alma de tu síntesis espiritual. ¿Qué importa si me llaman loco por querer bajarme de este Universo? ¿Acaso no saben ellos, los sabios de esta Humanidad podrida por culpa de los "amores"libres" que atan y atan y vuelven a atar hasta matarse los unos a los otros, que existe  definitivamente el otro Univeros?. No lo saben. No lo han leído en ningún libro de los viejos y antiguos astrónomos como Copernicus o Ptolomeo. No lo han visto en ningún mapa celeste dibujado por los grandes cartógrafos como Americo Vespuccio que traicionó a la Historia llamando América a lo que debió haberse llamdo no Colombia sino Triana de Indias. Por eso, porque ya me cansé de tanta farsa histórica me quiero bajar de este Universo e introducirme en el centro de la Poesía de tu cuerpo.  Y salgo.. y me zambullo en la epidermis de tu corazón, me introduzco en lo más profundo de tu alma a través de tus rojas venas y en unos breves minutos compongo un sencillo soneto a la Libertad: Libertad para que te quiero / si están llenando de mentiras / todas las palabras que tiras / y ellos las hacen de acero. / Libertad no es ya un mero / decir que caminando te estiras / si cuando vas y los miras / solo son polvo y un cero. / Libertad ya sólo espero / ese milagro entero / prometido cuando suspiras. / Libertad sólo requiero / la verdad y no el encierro / donde a las almas inspiras.  ¡Que deje de girar, por Dios, este Universo que es un mundo plagado de esdrújulas palabras que no tienen brújula moral alguna. Por eso me guío por los luceros de las albas amarillas, los horizontes naranjas y esas noches de luna oscura que hacen que toda mi sombra se permita el abandono de no seguir más los consejos de hipócritas y farsantes. Mucho más adelante de lo que contemplan mis ojos, están los tuyos quemando... y me quiero quemar en ellos. Por eso...  ¡que deje de girar el Universo que nos queremos bajar! Lo digo por ti y por mí y también por todos ellos, los hombres y las mujeres que no tienen edad caducada y quieren soñar los nobles amores de tu Sueño, Libertad. Y cierro los ojos para saltar el abismo. Salto. Hay un vacío. Y lo lleno de luz para poder alumbrarte en esta caída libre. Caída pero libre. Ese es el camino que quiero para nacer nuevamente hoy, mañana y siempre... porque sé que en su fondo hay un universo nuevo que no está escrito en la Historia porque sólo es más que Filosofía; es Poesía... si... es Poesía... Libertad para que tanta agonía / de ver morir a los hombres /que suelen ser los más pobres / en esta falsa diaconía.  / Libertad para que serte / si eres esclava de innobles / sentimientos entre robles / para siempre soñar tu suerte. / Libertad no eres la muerte / lo que escribe mi fuerte / mano con verbos dobles.  / Libertad no quiero verte  / esa doblez del creerte de guerra con los redobles. No. No deeo yo la muerte de tanto hambriento sangrando en medio de tus caminos, en medio de tus alquerías y en medios de tus ciudades. Ya no creo en esos dobles verbos que tanto ellos pronuncian. Amor que no es amor. Libre que no es libre. Por eso...  ¡que deje de girar el Universo que nos queremos bajar tú, yo y todos los que lograron por fin poder confiar en esa libertad soñada del noble arte de amar. Yo no seré jamás un engaño ni tampoco un apaño para vender mi conciencia. Que si algo tengo bien claro es que los suyo sólo es la futil y vana experiencia de una vacía locura. ¡Que deje de girar el Universo que ellos nos han creado! ¡Yo sólo bajarme quiero para vivir en el Universo de Dios, contigo, con ellos, con ellas, con los que no tienen ninguna edad nadas más que la que su Gran Sueño les confirma como poetas del silencio... silencio que golpea las conciencias y se convierte en palabra. En una sola Palabra, Una palabra llamada Amor. Y es que, viviendo dentro de la moral universal a la forma y manera de un matrimonio hombre/mujer  basado en la creación de Dios puedo decir que para ti y para mí la existencia es el universo de la sinfonía de un acto amoroso que puede ser  la epistolaria conjunción de la poesía que existe entre el jadear de los amantes y las mieles de la aurora.  Fue el filósofo neerlandés Paul Henry Thiry, Barón de Holbach que murió el 21 de enero de 1789 en París y había nacido en Edesheim el 8 de diciembre de 1723, quien dijo: "Hay hombres cuya conducta es una mentira continua". Medito sobre la frase. Pues es cierto. Muchos son los fariseos que excomulgan a cualquiera por el más mínimo detalle como darse un beso de amor porque están casados como Dios manda y ordena. El Barón llevaba razón. Dió en la diana. 
Adolescente pero atrevido. No osado pero valiente. Nada de suicidarse sino al ataque. El Instituto San Isidro de Madrid es ya una realidad en mi curriculum y sé que no tengo que decepcionar en quienes han confiado en mí. Así que me he matriculado para ir a por todas. Las calabazas de junio se pueden volver melones para septiembre. Así es la realidad de este mundo estudiantil. Hoy recojo lo que ayer sembré. Muchos no saben transformar las calabazas en melones y abandonan antes de tiempo. Yo no. Yo soy un resistente de los que permanecen sin perder el ritmo. Esto del Bachillerato es una carrera de fondo y tengo suficiente fondo como para ir dispuesto a sacarlo con brillantez. Sólo brilla quien tiene carisma suficiente como para brillar. En Cuarto de Bachillerato o te rindes o resistes a todo lo que se te avecina. Alguna nueva vecina de Pizarra, número 3 (en Madrid), se queda observando por ver si caigo y no me levanto jamás. Pero no. Soy imbatible cuando parece imposible. Así que, metido en Ciencias, suspiro por las Letras pero no pierdo el ritmo. Me he matriculado para algo más que hacer acto de presencia. Así que me dispongo a estudiar los libros que compro en "La Felipa" y hasta Felipe (no sé si quinto levanta tira de la manta o simplemente Felipe con el que me encontraré en "Los Gabelistas" de Extremadura) se queda asombrado.  El asombro es poder haber llegado hasta aquí. Dice la Historia que en estas aulas estudió Lope de Vega y eso me da suficientes ánimos como para no claudicar. Pero no solamente Lope de Vega sino muchos más. Por las aulas de nuestro edifico han pasado numerosas celebridades que han brillado en la vida, no es de extrañar que una buena parte de su energía se conserve en el instituto y nos estimule para seguir adelante en nuestra labor. He aquí la lista completa: Don Juan Carlos I, El infante Don Julián, Calderón de la Barca, Felix Lope de Vega y Carpio, Francisco de Quevedo, Juan Eusebio Nieremberg, Mariano José de Larra, Luis Candelas, Pío Baroja, Víctor Hugo, Nicolás Salmerón, Julián Besteiro, José Canalejas, Eduardo Dato, Miguel Mihura, Francisco Ayala García-Duarte, Pedro Puig Adam, Enrique Rioja-Lo Bianco, Manuel María José Galdo López de Neira, Juan Dantín Cereceda, Juan de la Cierva y Codorníu, María Zambrano, Vicente Aleixandre, Jacinto Benavente, José de Echegaray Eizaguirre, Manuel Tuñón de Lara, Antonio Ayora, Manuel Galiana, Emilio Gutiérrez Cava, Santiago Segura, Manolo Santana, Eduardo Rosales, José Gutiérrez Solana, Ignacio López de Ayala, José Gómez Hermosilla, Raiundo de Miguel, Francisco Navarro Ledesma, Urbano González Serrano, José Verdes Montenegro, Miguel Aguayo, Sandalio de Pereda, Reina Fabiola de Bélgica, Jaime Vera, Manuel García Prieto, José Ortega y Munilla, Juan Pérez Zúñiga, Joaquín Abati, Enrique Chicote, Claudio Sánchez Albornoz, Erenesto Jiménez Caballero, Carlos Arias Navarro, José Simón Díaz, José Luis Sampedro, Nicolás Sartorius, Manuel Tamayo y Baus, José María Fraguas "Pirracas", Víctor Ciriaco Cruz y Ruiz de León, Felipe Picatoste y Rodríguez, Mariano Carreras y González, Ricardo Becerro de Bengoa, Manuel Ontañón y Valiente, Anadón, Farelo y un largo etcétera más. Yo quiero llegar a donde llegaron ellos o incluso más allá si es posible. ¡A por todas! Me matriculo y estoy disusto a conseguirlo porque "quien la sigue la consigue". Ya está.      
Paso a paso las gastadas huellasdel camino por las empinadas crucessurgen de la luna todas esas lucesbañadas en el Júcar cual diez mil doncellas.  Son todas ellas un grupo de bellaspalabras que salen de mis verbos dulcesy dentro de mi alma vas y reproducesel pausar lento de todas tus estrellas.  El camino arduo de todas tus callejases viento huracanado en las candilejasde este teatro por donde me conduces. En una ventana, escondida entre las rejas,alguien calla sus mil y una quejasque tú en mi alma libre las produces.             ¿Te gustó la ciudad que gota a gotalabró el agua en el centro de los pinos?¿Viste sueños y rostros y caminosy muros de dolor que el aire azota?¿Viste la grieta azul de luna rotaque el Júcar moja de cristal y trinos?¿Han besado tus dedos los espinos que coronan de amor piedra remota?Te acordaste de mí cuando subías al silencio que sufre la serpiente,prisionera de grillos y de umbrías?¿No viste por el aire transparenteuna dalia de penas y alegrías que te mandó mi corazón caliente?
Debe ser que el silencioes tu nombre, es tu mirar forjandouna visión de la Naturaleza plena, fecunda, fértil en cada canciónque solo de mis adquiridos sentirescelebran tus sueños junto a los míos.  Sin falsos rubores te recogesentre mis manos murmurandoun misterio de mundo ya sin tiempoy sin horasy sin límitesy sin fronteras y sin sentir miedo a la nochehasta llegar ese despertarque abra la puerta de tu modelomientras eres la prolongación de mi dorado sueño.  (De "24 Poemas Latinoamericanos" de José Orero De Julián "Diesel"). 
Tiempo de silencio a lo Luis Martín-Santos Ribera. Me encuentro junto a la ribera del Manzanares en mi ciudad de Madrid. Tiempo de silencio acompañado de una soledad creativa... de esa soledad que envuelve a los artistas mientras en el escenario se desarrolla toda una fiesta colectiva... y comienzo a pasear con mi camello. Entre el abigarrado público, en medio de la feria de San Isidro Labrador, labro la historia de mi camello. Por los altavoces suenan los gritos de los feriantes. Hay que anunciar que mi camello está circulando por entre la ríada de las gentes. Las personas escuchan pero no ven. Suele suceder mucho en esta sociedad donde el ruído nos está volviendo a todos incapaces para poder pensar. Si mi camello me acompaña no es porque yo sea un Rey Mago sino que la magia está creándose mientras camino con él. El anuncio sorprende a todos y a todas. ¡Hay que encontrar al camello! Voy sonriendo entre el tumulto y observo el laberinto de los espejos. ¿Cuántas veces se refleja la sopresa en el laberinto de los espejos? Posiblemente mi camello sólo sea un espejismo. Eso creen muchos y muchas cuando descubren que no lo ven. Pero yo voy con mi camello sin ser ningún Rey Mago sino solamente un chaval que camina soñando por la ribera del Manzanares. La noche va llenando de sombras vagas todo el recinto ferial. Mi camello sigue sin ser descubierto. No sé si alguien lo encontró y se llevó la sorpresa. Mi camello se llamaba "Camel" y le dejé sobre una especie de barril o silla o mostrador o quizás sobre algún objeto de materia inanimada. Y es que mi "Camel" era, en realidad, un camello inanimado. La fiesta fue la que le dio vida y si alguien lo encontró quizás cambió su destino. 
Y llegaron los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pero las guerras no se han detenido como pasaba en la Antigüedad Griega. Ahora, en forma de ataques terroristas, se oyen y se escuchan y se ven las ondas del odio expandirse por la Tierra. El laurel de los vencedores se está secando mientras se secan las vidas de miles de inocentes. La verdad no les importa a estos enloquecidos personajes que están poniendo de luto a la Historia del Siglo XXI después de Jesucristo. Han arrancado ya los Juegos Olímpicos y lo importante ya no es participar sino tener suerte para no saltar por lo aires hechos pedazos. Se está batiendo el récord del odio.  ¿Qué hacer con tantos asesinos y asesinas que están regando de sangre inocente todos los caminos? Los viajeros no desean caminar más. Los viajeros sólo desean huir hasta otro planeta diferente. Sus representantes participan bajo una sola bandera si símbolo alguno. Se han visto obligados a sentir la solidaridad. Quizás hasta algunos de ellos puedan subir al podio para decirle al mundo entero que vivir es cuestión de no hacerlo al lado de las bestias. Es cuestión de que te toque la lotería para no tener como compatriotas a estos tipos siniestros que parten y destrozan familias enteras porque son como los búfalos con los cuernos incluídos para ser más exactos.  El Oriente Medio ahora se llama Oriente Partido. Miles de pedazos de Historia saltando por los aires cuando la Media Luna se está quedando más cornuda que siempre. Hasta los camellos rumian pidiendo libertades y las dunas de los desiertos ya no tienen suficiente arena como para poder cubrir a tantos cadáveres. Vamos que tener que leer de nuevo lo que fueron las Cruzadas y quiénes fueron los que hasta un total de 20 veces provocaron la creación de las Cruzadas. ¿Era bueno o era malo "El Guerrero del Antifaz"? A ver qué dicen hora los "sabios" analistas (posiblemente añorando la República) de aquellos tebeos nuestros.
Sé que en algún lugar del mundo, existe una rosa única, distinta de todas las demás rosas. Una cuya delicadeza, candor e inocencia hará despertar de su letargo a mi alma y mi corazón. Existe rodeada de amapolas multicolores, filtrando toda lo bello a través de sus ojos aperlados, cristalinos y absolutamente hermosos.  Estas cosas pensaba yo hasta que te encontré en ese lugar del mundo hacia donde fui guiado por el destino del amor.
¡¡¡Parecía del todo imposible pero ha sido realidad!!! La noche del día 22 de abril del año 2014 después de Jesucristo, ha pasado a ser una fecha trascendental en mi periplo vital del Mágico Solitario. El Día del Bando Murciano, cuando una gran parte de la población de Molina de Segura luce sus trajes regionales llamados huertanos o sea, celebran la Fiesta de la Huerta, acabo de batir el récord mundial del citado Mágico Solitario. La gran efeméride ha sucedido en el Paseo Rosales de la citada Molina de Segura, bajo la luz de una farola y sentado en un banquillo. ¡95 puntos! ¡El nuevo Récord Mundial de mi Mágico Solitario queda establecido en 95 puntos y a punto estuve de alcanzar los 100! Algo que parecía imposible es una realidad. Para que luego vayan diciendo los incrédulos ateos que los milagros no existen. No solamente existen los milagros sino que son visibles y sin ocultación de ninguna clase. Lograr la marca de 95 puntos en mi Mágico Solitario solo es posible cuando no solamente se posee un físico envidiable y una química empática sino, sobre todo, porque Jesucristo está presente. Y esa noche Jesucristo siguió tan presente en mi vida como desde que nací. Así que anoto esta efeméride en mi Diario y sigo adelante. Un día de estos me voy a Alicante aunque Alicante ya lo he visitado alguna vez que otra. Pero como soy poeta...
Miércoles, 7 de mayo del año 2014 después de Jesucristo. Hay un desconcieto generalporquealgunos han dicho que la Salida del Hogar era a los 8'30 de la mañana y otros afirmanque laSalida del Hogar era a las 8'00 de la mañana. Llego al Hogar sobre las 8'10 de la mañanay sóloestán esperando Juan y Juan García. Ante la duda de esperar o no esperar decidimos,porconsenso democrático de los 3, que a las 8'20 iniciemos la marcha sin esperar más tiempo.Asílo hacemos. La Ruta elegida es Hogar-Universidad de Murcia-Hogar. Ha sido una caminata a velocidad controlada siempre con el mismo ritmo. Ni aceleronesnifrenazos. La hemos iniciado con un ritmo aceptable y mantenemos el mismo ritmo durantelos15 kilómetros recorridos. Como somos solamente 3, nos lo hemos pasado "pipa" hablandodetiempos pasados, tiempos presentes y tiempos futuros. Una especial manera decomprobarventajas y desventajas de lo vivido, lo que estamos viviendo y lo que viviremos. Lacharlaentre Juan, Juan García y yo ha estado llena de anécdotas de cualquier tema que haidosurgiendo espontáneamente. Nadie nos dirige. Nadie nos controla. Nadie nos imponesuvoluntad y, con nuestra liberada condición, se nos ha hecho la marcha alegre,distendida,agradable... Ocurre algo curioso. Es como si hoy se estuviese celebrando el Día de las Bicicletas porqueenmi vida jamás había visto una ruta de senderistas tan llena de ciclistas (tantomasculinoscomo femeninas) que han estado todo el tiempo yendo y viniendo, viniendo yyendo; mientrasnosotros, ajenos al mundo exterior, nos hemos dedicado a charlar sindescanso y, sin tomar niun solo descanso, hemos ido hasta la UMU (Universidad de Murcia) yhemos regresado sanos ysalvos. Nuestra forma física es envidiable para aquellos que,dándoselas de jovencitos, nohubiesen aguantado ni la mitad de la proeza que hemosconseguido culminar. Por cierto, como dato histórico, he de decir que en el muro frontal del Hogar existe lasiguienteplaca: Plaza del Pensionista (Renovada en 2002) Inaugurada por los ciudadanos deMolina deSegura el día 22 de enero del 2003, siendo Alcalde D. Eduardo Contreras Linares.Mlina deSegura 2002. Y entre charlas de cosas del pasado, del presente y del futuro llenos de anécdotas para recordar, hemos estado caminando casi 3 horas sin descansar. Juan, Juan García y yo estamos en plena forma física y mental. No necesitamos para nada a ningún sociólogo, a ningún psicólogo y a ningún psiquiatra. Y mucho menos a ningún político para ser felices los 3 con las chavalillas con las que estamos casados y que nos esperan felices en nuestras viviendas. Buenos días Humanidad.
66. Estoy en Cima liberando a las princesas apresadas por "El Romano". Me importa menos que una moneda de cartón que "El Romano" no haya querido estar presente para ver cómo las libero. Él se marcha con Domínguez mientras yo me dedico, mañana tras mañana, a darlas unas nuevas razones para sonreír. Y devuelvo el alma a todas ellas. Las princesas aprenden lo que "El Romano" no quería que aprendieran. Y todo ello lo hago solamente por una causa: la razón de enamorar aportando liberaciones para que aprendan a sonreír. Destruyo toda la muralla y penetro en el corazón de ellas. ¿Para qué? ¿Por qué? Solamente para hacerles saber a todas ellas que, lejos de "El Romano", vivirán mejor. No busco romances con ninguna pero entiendo que si no entro en sus corazones no lo podré conseguir. Así que comienzo a crear el mundo de las fantasías. Y, mañana tras mañana, la imaginación da sus frutos. Si "El Romano" ha huido yo no he rechazado esa labor. Y las dignifico en su autoestima con tan sólo 17 años de edad. Supongo que muchas de ellas ya sabrán quien soy. El antídoto contra los conquistadores es dejarse conquistar. Pero más allá de eso sólo ofrezco liberación a coste cero. Voy forjando una manera de ser autónoma e independiente mientras rompo sus cadenas. Liberando a las princesas apresadas por "El Romano" me siento más persona, más líder de las causas justas y más capitán de mi propio Destino. Si lidero al Deportivo Olímpico es porque sé comprenderlas.  
Estoy en el Segundo Curso de la Carrera de Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid mientras sigo trabajando en la Oficina Principal del Banco Hispano Americano de la capital de España. Llega la hora de unas nuevas Elecciones para Enlaces Sindicales que defiendan los derechos de los trabajadores. Yo formo parte del Grupo Independiente Autónomo. No seguimos, para nada, las directrices de ningún Sindicato de derechas, ni de ningún Sindicato de izquierdas, ni tan siquiera de ningún Sindicato de centros. Lo nuestro es independencia basada en la liberación de nuestras ideas y no en la esclavitud de cualquier ideología. La diferencia entre ideas e ideologías ya la he explicado millones de veces en todos los lugares donde he tenido que explicarlo y ahora no voy a repetirlo. Ahora bien, lo más significativo de las Elecciones Sindicales de aquel año en el BHA (Banco Hispano Americano) es que, por primera vez en su historia, se va a ensayar la forma de votar no a listas cerradas sino a listas abiertas que quiere decir que, en lugar de echar en las urnas una lista de algún Sindicato, se pueden señalar, con unas cruces (¡qué cruces Dios mío todo aquello de las listas abiertas sustituyendo a las listas cerradas!), a las personas (no ideologías sino personas) que se deseen votar para que salgan elegidas sin tener en cuenta a qué Sindicatos pertenenen o, como es mi caso, sin pertenecer a ninguno de ellos. ¡Y zas! ¡Salgo elegido como uno de los más votados! Pancho (me da lo mismo si es López o no es López porque me la trae floja si se va a quedar calvo como si no se va a quedar calvo) es el segundón de Justo una vez que Casas ha traicionado a todos los trabajadores porque ha susituido su uniforme de ordenanza por su ropa de auxiliar administrativo y además se dice que Casas es de la acera de enfrente, o sea, maricón; lo cual a mi también me la trae floja. El caso es que Pancho (López o no López me es completamente indiferente) me dice que aquellas elecciones "abiertas" han producido sorpresas en cantidades industriales y, por ello, todos los Sindicatos han llevado a cabo la trampa de hacer dimitir a los que no les convenían para volver a ocupar su sitios los mismos de siempre. Yo soy ajeno a todas esas manipulaciones porque, Gracias a Dios, soy independiente autónomo y no pertenezco nada más que a Dios y mi conciencia de trabajador. El facha "amarillo" llamado Machón también me la trae floja porque paso de todos los fachas y de todos los "amarillos". Y, para más inri, aquel mismo año salgo elegido representante de los estudiantes universitarios de mi aula; cuando Ovíes (que es facha y falangista) tira la toalla y abandona antes de salir al ring de la Universidad. Y es que a mí también me la traen floja los fachas que además son falangistas.  Todo esto es verdad de esas que han pasado a la Historia Social de España como grandes verdades.  
Si salí de un Banco no era para entrar en otro Banco aunque fuera de Gerente. Yo no había cruzado el Atlántico para seguir aburriéndome en una entidad bancaria mientras los "moscos del tiempo" zumbaban en medio del calor americano. Fue una propuesta excelente (gracias Don Jaime) pero no era lo que yo quería conquistar pues, al igual que Hernán Cortés, mi aventura no era otra cosa sino alcanzar la gloria del viajero que busca emociones en tierras lejana. Dormitar en un Banco no es, precisamente, una aventura emocionante aunque se tratara del Pichincha. O el éxito o el fracaso pero jamás un habitante que se queda entre Pinto y Valdemoro. Salí de Madrid un día camino de Santa Fe y en el camino encontré un cartel que así decía: salí de Madrid un día camino de Santa Fe.  Yo no sé si mi Fe es Santa o no es Santa, pero a mi Fe no la cambio ni por el agnosticismo de algunos ni por el ateísmo de otros. Fue mi Fe la que me impulsó a cruzar el mar para llegar a tierras de conquistadores, aquellos extremeños que asombraron al mundo entero a partir de 1492. Y así, con el mismo entusiasmo que Hernán Cortés, Francisco Pizarro y muchos más, volé entre las nubes hasta llegar a la calle que tanto recuerdo de la capital ecuatoriana. Me refiero a La Gasca. A Pedro precisamente. ¿Qué tenía que ver todo aquello con pasarme una vida gris dentro de un Banco? Nada de interés ni de emoción. Así que le di las gracias a Don Jaime y seguí conquistando espacios de gloria humana.  Gerente de Banco. Casi nadie renuncia a ser Gerente de Banco; pero es que casi nadie conoce la vida y las obras de Sebastián de Benalcázar. "O César o nada" para estar a la altura de Julio (y no me refiero a Mediero sino a César) y, al igual que Francisco de Orellana, me lancé a la conquista de las amozonas que, por cierto, están mucho más buenas de lo que algunos creen. Por lo menos las que yo he conocido y tengo descritas, para el futuro, en mi novela "Luz Celeste". Y es que en medio de la niebla la imaginación es más interesante e intrépida por la Selva Alegre.  
Yo, que desde mi más tierna infancia había soñado con ser todo un matador de toros de fama mundial, tuve la gran fortuna de conocer aquella década prodigiosa (1959-1969) donde el duelo entre Puerta y Camino no dejaba a nadie indiferente. Había multitud de "dieguistas" y había multitud de "pacorros". Las luchas toreras mantenidas en los cosos taurinos no pasaban desapercibidos nunca a los que se encontraban en los alberos. Los unos eran incondicionales de Diego. Los otros eran incondicionales de Paco. ¿Quién de los dos era mejor? Recuerdo, ahora, lo que escribió Don Ventura (Ventura Bagüés Nasarre de Letosa para ser más exactos) que había nacido en Torralba de Aragón, en la provincia de Huesca, y que vivió también en Zaragoza y en Bilbao antes de afincarse, definitivamente, en Barcelona.  "Quien con todo se achica, por todo duda y ante todo se encoge, no espere que el mundo sea favorable a sus empresas, pues las de la vida requieren, juntamente, razón que mantenga y brío para defenderla. Y con todo brío defiende Diego Puerta Diane su razón; tanta es su valentía y tanta su vergüenza profesional; es tan alegre su toreo, sin concesiones al mal gusto; tantas son las victorias que obtiene, que bien se le puede considerar como uno de los valores más positivos del toreo contemporáneo".  "El elogio presta a las cosas comunes y corrientes cordialidad y ardor humano, pero en aras de este principio no debemos ocultar a la persona que elogiamos los defectos que tiene y callar las censuras que éstos merecen. Paco Camino Sánchez es, cuando esto escribimos, uno de los mejores toreros con que contamos; acaso el primero; sabe cantar romanzas de torero clásico, de torero puro; hay ritmo, hondura y armonía en lo que hace; entretiene y convence a la vez lo mismo a la masa que a la cátedra".  En medio de mis faenas diarias, templando el ánimo ante cada tarde de éxito y reconocimiento entre las chavalas, mi labor era observar cómo lidiaban tando Diego Puerta como Paco Camino cuando se enfrentaban, cartel tras cartel, en los redondeles. Y yo daba vueltas por Madrid para sentir la sensación de grandeza después de haber sorteado las embestidas de la vida. O salir a hombros por la puerta grande o salir de camino huyendo del alboroto. ¿Quién era el mejor? ¿Puerta? ¿Camino? Posiblemente una simbiosis de ambos.  Arte y gracia y, sobre todo, salero para ligar tras tarde en aquellas temporadas ya inolvidables. Amalgamas de valor, alegría, estilo y deseos de complacerlas pero con el sumo cuidado de no ser empitonado por culpa de algún descuido y caer malherido en cualquier esquina madrileña de Las Ventas. Tener el valor necesario para medir la fuerza del arte y el dominio de los ligues seguidos que, paso tras paso, me iban adentrando, cada vez más, en la historia de las figuras cumbres.  Faenas admirables que levantaban multitud de celos por la negligencia de la falta de coraje, de la falta de dominio, de la falta de todo lo que hay que tener para poseer maestría. ¿Era yo un ídolo de barro venerado solamente por las más desesperadas? ¿O era ese triunfador de galanura perfecta y estilo armonioso que encandilaba a las más bellas en todos los sentidos? Sólo sé que, tarde tras tarde, perdía los sentidos humanos para convertirme en un admirable "mataor" popular. ¿Puerta o Camino? Quizás un poco de puerta para salir a la palestra y un poco de camino para continuar triunfando mientras que mi abuela materna, incorregible taurófila, se hacía cruces mientra pensaba: "supera con mucho a lo sobresaliente". Así que me vi dando la vuelta al redondel y seguí soñando. La estudiantina cantaba: "!Si ves al torero pasar, no te enamores esta mañana, y deja al torero soñar, con su lalalalalá!".
La infancia es esa clase de edad en donde la única clase que existe es la vida.  
Todo el saber humano cabe en una millónesima parte de Dios. 
Oyó la voz. Conos de luz era su cuerpo y se detuvo el golpe de su corazón. Desde las altas gradas había dado golpes hacia lo que estaba orientado como si se confesase. A modo de saludo siguió avanzando hacia delante. Comenzó a suspirar y a la izquierda pasó largo rato sin que él oyese ni un solo sonido.  Encima de la mesa de la sala vacía atizaba la candela. Un lento movimiento de párpados como si esperase ver en su rostro cada uno de sus gestos, como si estuviera sorprendido de una extraña sensación de no reír. Concentró su atención. Se adivinaba el esfuerzo mental que estaba haciendo. Inesperadamente, sonrió cuando terminó. Miraba impasible los guantes de color de rosa, como si diese varias veces una cuenta lenta y solemne. Se sostenía en pie por milagro y con la toalla sobre la cabeza sufrió un desvanecimiento. Sonrió otra vez. Faltaba poco para la caída de la tarde. En su soledad y silencio, con un cigarrilo entre los dedos y la mirada perdida, inmóvil, sus piernas parecían rotas. Estaba ya viejo. Él sabía esto y estaba orgulloso, porque era un hombre grave, seguro de sí mismo, que trabajaba y acompañaba sus explicaciones sin poder ocultar su satisfacción. Vivía a su antojo. Parece ser que apartase de su vista lo que había ocurrido. Lo único que hizo fue llorar sinceramente.  Rostro curtido por el sol, piernas cortas y fuertes y torso muy desarrollado, con las cejas alzadas en expectativa, herido en su amor propio, se cubrió el rostro. Dudó. Había olvidado el resto de sus días. Sin alzar la vista, parado allí donde estaba, mostraba buena disposición  y la magia del momento, convencido de que era un hombre, era una realidad transitoria. Llevaba su camisa negra y corbarta blanca. Estaba silencioso. Se echó a reír con una carcajada de satisfacción iluminado por la luz. Se le veía en trance, como si temiese que aquella noche recibiera leña. Al cabo de cuatro o cinco segundos, se rió. Los guantes parecieron más luminosos. Muy rápìdamente, sin esperar a que la conciencia volviese, alcanzó el frasco; su rostro se crispó, cerró y abrió los ojos repetidas veces. Expresaba desdén. Aquel rostro no era el mío. En la soledad hablaba rápìdamente, moviendo mucho los brazos y las manos, a la nada, al aire, fija la mirada ensoñada en la oscuridad, cabizbajo y tiritando de frío. Lanzó un suspiro. Seguramente pensaba en una estupidez pero yo no podía saber qué clase de estupidez ocupaba su mente. Había algo en la noche fría y estrellada. A los pocos instantes, alzó un hombro. Sentía una punzada larga y honda. Sentado, se pasaba la palma de la mano por las mejillas con placer en sus ojos. Sin decir palabra, repitió sus tremendas carcajadas, fijó su vista en el retrato, lanzó un suspiro desganado y finalmente quitó los guantes. Había ganado pero ni siquiera le impresionó mucho. Se puso en pie. Tenía el convencimiento que tendría que ir. Su rostro brillaba otra vez. No huyó ni movió el cuerpo. En la sala, bajo la luz de los reflectores, se había convertido en un hombre aquella misma noche. Estaba realmente capacitado para ello. Solo, con la cabeza entre las manos, había adivinado bajo la negrura palpitante del cielo, las consecuencias. Tenía toda la razón y allí estaba, amigo de toda la vida, pero que jamás es todo lo contrario. Estaba en esta noche, seguramente con su sonrisa, esperando. Cada vez que lo presentía, se encogía, se hacía un ovillo y esperaba. Se le exigía mucho porque era una gran figura con la imaginación poblada por las imágenes que casi se convirtieron en realidad. Allí se veía la parte de razón que cada cual llevaba. Y en el segundo sueño reposaba. El cielo, negro, se tornó gris. ¿Hasta cuándo iba a durar aquello? Sonreía y meneaba la cabeza y decía que no una y otra vez. Al parecer, el problema se había solucionado. Dolor vivo, lacerante, para demostrar que era muy amigo y con ganas de hablar y de reírse. Él rió. Oía las voces como si diese las gracias. En su hablar cortado, acompañando sus medias palabras con muchos gestos, avanzó hacia la cama. Había silencio. Por el amplio ventanal entraba la luz. A los pocos segundos sacó un cigarro, lo encendió y echó un par de satisfechas bocanadas de humo. Risueño, sin volver a mirarse en el espejo, estaba ocupado en comenzar a recuperar dinero cuando él quisiera. Todo estaba claro. Su mirada estaba cargada de ilusión casi infantil. Sonrió.  Podía hacer lo que quisiera, pero no contestó. Estaba con nosotros y el hecho de que nosotros no lo supiésemos también no dejaría de ser una vergüenza. Una carcajada demoledora lo impidió. En su afán de dulzura, sin decir palabra, se daba cuenta, rápidamente, que nos había acogotado desde el instante embargado por un interés avasallador y miraba sonriendo a su manera. El movimiento de sus manos y la pasión graduada de sus dedos infundían vida nueva. Y en voz baja habló: ¿Qué? ¿Cómo va eso? Hizo un guiño compasivo y saludó. Demostró que nada había cambiado. Parecía que quisiera hacerse confusión.  De vez en cuando, y despaciosamente, apretó más fuertemente el único sencillo placer inalterable: era la hora en que los hombres dejan de ser de mundana valía. En cierto aspecto, tenía razón sin que nadie sería, sin duda, y para siempre, su sombra. Se sentó en una silla, junto a la cama, con las manos cruzadas sobre los muslos. Sonriente. Daba la impresión de que no se enteraba de nada, pero se quedó inmóvil, la mirada dubitativa, esforzándose en adivinar. Me pareció una liberación. No sé cómo ese hombre se atreve a preparar, artísticamente, muy avanzada la noche, todo un mundo colorido, vivo y cálido, pretendiendo dar con todo ello nada malo porque es amigo. Silencio respetuoso. ¿Sería el mismo? Volvió a la carga. Tenía gran confianza, la vista perdida en el aire, desde su rincón. Para no llorar. Los golpes recibidos habían sido tantos que era otra vez la soledad. Reinaba el silencio.  Parecía que me culpase de eso. En aquellos instantes se puso en pie y sonrió anchamente. Puso su mano derecha sobre el pecho. Todos nos sentimos menos importantes. Sorprendentemente, se había dado cuenta que era campeón. Y siguió su conversación mirando, con gran expresividad, las castañuelas. Mientras hacía esto, con voz recia, de hombre, dijo: ¿Por qué? El campeón se rió a gusto. La conciencia de que existía con tanta exactitud daba la impresíón, seguro de sí mismo, de atención concentrada. Alzó las manos a su cabeza. Estaba pensando en la oscuridad, con precaución en su voz, llevando sus palabras una intención distinta a la que por sí mismas expresaban. Se hizo un silencio largo. Toda su voluntad, toda su atención, con expresión preocupada en su rostro, acompañado de palabras, apoyando sus manos en el borde de la mesa, en esta ocasión sonó alta, autoritaria: ¡No!. Hacía calor y sintió haber ganado. Franqueza y sencillez. Su voz fue dura y tuvo conciencia. Aquél era el mundo de sus increíbles victorias. En el silencio y con la conciencia de su soledad, se sintió tranquilo. Todo sería distinto. Regresó a la cama, y fijó sus ojos en la luz del cielo. Se echó a reír. Miró la luz azul pálido en el cielo. Era lo más hermoso que había visto en toda su vida. Y de la duermevela pasó al sueño profundo. La luz era la misma que viera al despertar: azul tenue y temblorosa. Y el silencio. Sólo el instinto y probablemente la vida.  Apagó la luz. Una armónica estuvo sonando en la habitación de al lado. Sonriente y triunfador. Estaba solo. Dijo: "Sí, de acuerdo, pero me encuentro muy bien". Estaba tumbado en la cama y en su voz había contento. Sabía que su puerta, de color verde mate y agrisado, estaba a mitad de camino. Tímido y elegante era un periodista. Sonrió suspicaz para llegar al límite. Dentro de un par de segundos acentuó su sonrisa. Aquella noche luchó cinco o seis minutos tan sólo con el gracioso ademán de dominar sus movimientos. Cerró los ojos.  Todo es definitivo, todo está terminado. Él es quien menos habla. Está en lo cierto viviendo, sintiendo, existiendo.    
Inexplicable. La vida es algunas veces inexplicable. La vida es algunas veces más compleja de lo que nadie podría imaginarse. Es como la novela de Chuck Palchniuk titulada "El club de la lucha", porque siempre está dispuesta a presentarse en guerra contra nuestros sueños, como si fuera un parque temático de irrecuperables adicciones a la sorpresa. La vida es, a veces, un surgimiento de propuestas desconocidas de antemano en la extensa batalla diaria de esta comunidad de terrícolas que nos guía inexorablemente ese caballero de armadura impenetrable llamado Destino. A veces la vida hace de las suyas entre el pueblo humano firmando acontecimientos inesperados que dan al traste con algunos de nuestros premeditados sueños y nos transforma y transtorna la existencia con inusitados avatares imprevistos. Es inevitable entonces aparecer como obligados obedientes de sus caprichosas leyes y, en este sistema de valores implantado por los poderes omnímodos y ocultos que rigen nuestras vidas, solamente nos queda arribar a las costas de la seguridad precaria. La experiencia nos dice que las esperanzas son siempre bailes de máscaras creados para aprovechar al máximo lo que de locura instintiva tiene a veces la vida. Y en esos momentos lo único que nos queda por hacer es lograr subsistir a las sorpresas...
20 años. Estoy en Créditos del BHA en la OP de Madrid. Se me va el método ciego al cielo y escribo lo de seis de fis de ciburetes. Siempre hay un calvo que se me enoja y un Méndez que me reclama. Ante las carcajadas de Almudena yo doy una somera explicación: "se me ha ido el método ciego al cielo". Total. Otro castigo. Y me encuentro trabajando de pie, en la máquina sumadora del mostrador, sonriendo a las clientes guapas y de muy buen ver mientras Pastrana sólo me busca a mí para que le informe del cambio de las monedas porque no quiere que nadie más le atienda. Lo de seis de fis de ciburetes me despierta la risa cuando veo a Almudena soltar carcajadas. Y después, como dice mi amigo José Mota, hubo un tiempo en el que no pasó nada. 
Que haya republicanos que estén más enfadados que "el amor en los tiempos de cólera" (como muy bien escribió el escritor y periodista Gabriel García Márquez), ni es óbice ni es ápice para que el 19 de junio del año 2014 después de Jesucristo se haya producido la mejor noticia del Siglo: la entronización y coronamiento del nuevo Rey de España con el nombre de Felipe VI. Fecha para la Historia. El momento tan esperado para rejuvenecer nuestra Monarquía (y conste que sigo escribiendo de manera totalmente imparcial pero justa) que, de esta manera, se afianza hacia el futuro. Si los republicanos tanto desean una República yo pienso y medito y razono que podrían irse al Polo Norte a fundar la República de los Pingüinos; aunque dudo que tengan éxito porque los pingüinos forman parte del Reino Animal y no quieren cambiar de Reinado. Como diría mi abuela: "éramos pocos y parió la abuela". Pues nada. Que comienza otro reinado más en España Unida Jamás Será Vencida. No hay más cera de la que arde y el que no esté contento que se enfade. En definitiva los berrinches de los republicanos sólo son pataletas de niños mimados cabreados y como tales hemos de entenderlo. Tengan en cuenta que sus filas están llenas de burgueses de la clase media alta. Y esto es otra verdad histórica para que no nos engañen más.  
Central de Ahorro Popular. Sentimientos a flor de piel y un inicio laboral que promete horas de ensoñación. Y es que las chavalas de buen ver comienzan a destaparse en mi fantasía. Hay que seguir con la inercia de mis aventuras en Cima. Y encima hasta puedo seguir jugando al fútbol. ¿Qué más pedirle a la vida con mis siempre eternos 18 años de edad? Lo mejor de todo es la hora en que la veo llegar y, a escasos centímetros de mí, fichamos la tarjeta de entrada. Después se aleja pero ha quedado grabada en mi memoria. ¿Para qué te quiero Soledad? Sonrío. Sonríe. No estoy haciendo mal el camino. Y después, entre el viento del invierno y los días fríos, me caliento al trasluz de la ventana. Hay luz. Siempre hay luz para los sentires a flor de piel ahora que, ensimismado en mi ensoñación, la veo llegar. Sonrío. Sonríe. Quizás es que esto de saber elegir se basa en saber clasificar. Y no me refiero a las fichas bancarias.  En el Continental quedó su esencia...  

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