MARÍA ELENA
 
Gracias por tu amistad, sinceramente no pensé que podría encontrar amigos como tu, aunque sean pocos ya los sobrevientas de las eras jóvenes donde una mano se extendía, compartiendo su alegría y jugando con la brisa. 
 
El tiempo, de él solo nos queda los recuerdos, momentos especiales que anhelamos guardarlos en un camino lleno de ternura y protegidos del olvido. Tu y tus palabras me entienden y me acompañan, no sabes como te agradezco que no me cobres por los sentimientos y momentos aunque no me quieras tener en tu cuarto yo estaré a tu lado, persiguiendo cada palabra y buscándola en un rincón donde podremos compartir momentos de amor.
 
No amor común, de esos que vemos pasar, unidos por sus lazo de amistad, sino un amor inexplicable, si quisiera expresarlo no cabria en la eternidad para decirte lo mucho que me agrada compartir contigo mi alma y mi cama, mis rincones y secretos. Pero siempre estaré contigo a cada momento.  
 
Aunque no te pueda robar un beso, sentiré tu aroma en los momentos de tristeza acompañados de palabras tiernas y con un cuerpo único y prohibido para estas letras y estas rimas que no quedaran en el olvido.