Aunque, no digas nada
Hoy suspiras frágil,
Ardor, celo.
Éhecatl maltrata la ventana,
Las nubes son color estaño,
Sin más frontera
Que árboles corcoveados,
Abanicos vanidosos,
Torciendo paisajes,
Bordes afrodisíacos,
Testimonian el  solar debacle,
La alcoba, las efigies,                                                                                
llenas de gracia,
Pero no digas nada...
Y si dices, Venus yace, avante, ensortijada.
Mirtos coronan el águila medieval,
David asedia con su honda en la mano,
Revelada en mármol.
Calculo tus pasos entumecidos
De diciembre a enero,
Yendo del patio a la cocina.
Rimbombante, escuálida,
Colmas el dominio vestal,
Parnasiana confidente,
Heroína de mil batallas,
La escuela, los días en  vela.
Huellas dactilares,
Te delatan detalle a detalle,
Presurosa, presuntuosa,
Luces en la pasarela, 
Antiguo modelo, vestido nuevo,
Aunque no dijeras nada...
Tu bolso negro, presume saber de ti,
Auguras anécdotas,
Leídas en alguna fotonovela.
 Colocas preguntas y dilemas,
Que contestó con gesto,
Abisal, hierático,
Y aún así, deletreas ufana,
El ruido universal,
Al deshacer ese afán,
Por amar y desamar,
Las puntas de mis pies,
En la aglomeración, la cama,
La sapiencia popular,
Con ápice de locura,
El teléfono apiña las voces,
Para fragmentarme,
Entre el estéreo y alborotos callejeros,
Cuando digo en silencio...
Que te quiero...
Celo, ardor,
Mi frente se frunce,
No me compadezcas,
Como a los millones de pobres
Que hay en el mundo,
Acepta recoger conmigo,
Muertos y heridos,
El dolor humano,
Olvidar acomodar,
 Ropa y  libros.
Porque aunque no digas nada,
Está necesidad de beberte,
En la poesía, los trajines conyugales,
Sólo se sacian,
Si caminamos hombro a hombro,
Rompiendo espejos,
Acribillando salud y  enfermedad,
"El que me contaron..."
"El que supiste..."
Llena la bitácora,
Aunque no diga nada...
La daga, data, ata,
Siendo tuyo,
 Toda tarde y madrugada.
Contemplo las mil y una noches,
 Arrincono tus pechos,
En mi boca ávida,
Dulce emoción,
La sed se sirve.
Don Quijote vuelve a cabalgar
Iracundo, desfalleciente
Y un cúmulo de remolinos,
Guarece a los espectadores embravecidos,
Es la fantasía que da la vida,
Aunque no diga nada...
La daga mata,
Más hundida,
En  no decires,
Amores volcanes,
Rencillas militantes,
Aniversarios a conmemorar.
Infieres molicies suspicaces,
Prendidas en tus ojos mieles,
Al abrirse la alborada                                                                                    
En nuestra morada
Amorosa molienda,
Ciclo a ciclo,
Haz de rememorar,
Mujer; cuatro décadas,
Firme, precisa.
Pan y vino
Rudimentaria radioescucha,
"La nave del olvido", Travolta
Te inspiran nostalgia,
Aunque no digas nada...
Marzo, Marte violentos
Agonizan, aplauden,
A la matraca envalentonada,
Socia de tu sonrisa reseca,
Tambaleante con el disentir,
El mediodía cae aplomo,
Semana santa nos baña mística                                                               
 Por no  haber salido de vacaciones.
Nada es  perdonado,
Por las inquietas manecillas del reloj,
Ni siquiera el saludo a destiempo
De un pajarillo que vuela por allí,
El gran hermano es rating pleno,
Exhibe miseria humana,
La decisión es celestial,
Triunfa el marketing.
Safo lees reportajes suicidas
Y os afligen como los talk-show.
No digas nada, sortea mis palabras,
Cuando el globero se deshile,
La marchanta haga su venta
Y el agua de la fuente  moje tu pelo.
Enlutado el silencio y el amor,
¿Quién es fértil?
La tierra se prepara,
Abril, no abre portones,
Aunque no dijeras nada...
Aunque te diga...
Lo que se entierra en mi alma,
Comprende, no es dolo,
La manía de querer clausurar,
El limbo donde planeo ermitaño,
Este amor que siento... por ti.
Que dice mucho,
Aunque no diga nada...
Aunque no diga nada.
Alejandro Cruz