Viviendo las Desgracias de un Luchador Frustrado
Publicado en Apr 11, 2013
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Las cosas ahora eran un poco distintas, después del torneo de lucha de hace por lo menos 5 o 6 años ne dediqué más a ejercer la labor que le arrebaté a mi padre de las manos, mi novia estaba en casa, me dijo que una amiga suya iría a la casa en lo que yo estaba fuera areglando papeles con mi representante, parecía que tendría una lucha en el extranjero. Pero antes de realizar el viaje tenía que tener una lucha local, con un Japonés, "Ésto es dinero fácil" pensé pero de todos modos asistí a la junta entre representantes y luchadores, más a parte otras personas relacionadas con ésto, principalmente con el dueño de la arena, que estaba más o menos imaginando los roles al verme y compararme con el luchador contrario, se veía rudo, medía 1.76 y pesaba 1.78 estaba bien, un buen peleador. Con un record de 82 victorias y 16 derrotas, que no se comparaba con el mio de 120 victorias y 36 derrotas, y eso sin contar las demás peleas antes de entrar a ésto de la lucha profesional. Después de él me pesaron a mi. Yo resulté un poco superior, alcancé una altura de 1.81 y un peso de 1.83 ¡Perfecto! Repetía en mi mente. 

Él lucía malo lo admito, yo no tanto, puesto que en ese momento no tenía ganas de pelear con nadie. Mi novia me había encargado que comprara algunos artículos de limpieza como escobas, trapeadores (También llamados "Fregadores") toallitas húmedas, cubos para el agua, algunos detergentes y demás, también me pidió algunas cosas de higiene personas como sus toallas con alitas y una caja de tampones, lo único de la lista que se me hizo extraña (A parte de esa nueva "Sección de dulces que agregó" y la llamo asi por que hace poco mi amor empezó a pedirme fresas, crema batida y algunos chocolates, si era jarabe de chocolate o bien chocolate líqudo mejor) ... Eran 2 correas de cuero para perros... Nosotros no tenemos perros o alguna otra mascota pero ella me lo anotó en la lista, después de todo claro, se vé que se acordó que lo quería y lo dejó a lo último en la lista bien remarcado... Pero bueno. Guardé la lista de compras en el bolsillo de mi pants blanco que mi representante me había conseguido, era cómodo y llamativo (Y digo "Llamativo" por unas llamas que tenía a los costados de las piernas) era un uniforme perfecto, mi representante me pidió que tratara de combinar ese pants con mis guantes rojos mientras aún estuviera en la lucha local. Cuando migrase a otro pais me prometió otro uniforme más distinto e igualmente único, le creí por que eso me había dicho días atrás y me consiguió éste espectacular traje. 

Después de tomarme las fotos para el evento, tanto sólo y posando como dándole la mano al rival, pasé a una puerta donde se hacían las conversaciones más importantes... Y sentado con un puro estaba mi dichoso representante con un guarura en la esquina. 

- Pasa, - Me dijo mi representante - toma asiento 
- ¿Qué sucede? - Le pregunté 
- ¿Viste a tu futuro ri
 
-         ¿Viste a tú rival? - Me preguntó él de vuelta 
- ¿Que sí lo vi? ¡Hmph! - Le respondí - Claro que lo vi, no era nada del otro mundo 
- ¿Viste el tatuaje de su hombro izquierdo? 
- ehmm, no, sinceramente me distraje 
- Él es un asesino... Recuerda que éstos guantes que tienes no son por que practiques boxeo, ese japonés tiene una mezcla perfecta de puños y patadas en sincronía que podrían destrozarte - Me dijo señalandome con su puro - Ésta pelea va a ser muy importante en tu carrera, quiero que lo pienses bien. Tuve una plática en Inglés con su representante, e hicimos la apuesta del honor. 
- Oh no, aqui vamos otra vez con eso - Dije volteando a ver a todos lados fastidiado 
- ¡Ey! Espera. Dijimos que si tú le ganas, conservas su apodo de luchador del otro lado, ¿Qué te parece? Asi ya te haces una famita aún sin conocer a nadie. ¿A poco no es una buena idea? Mira... No se cuando te pueda conseguir otra pelea como ésta, así que por favor, gánale a ese japonés, y así salimos ganando to
 
-         Piénsalo bien. - Me dijo - 
- Está bien - Le respondí 
- ¿Tienes algo que haces ahora? 
- No, bueno si, le compraré algunas cosas a mi novia, ya sabes, cosas.. 
- Mmm, comprendo, me gustaría tomarte medidas para iniciar con otro traje para ti. Te lo merecerás cuando le ganes al Japonés ese. 
- Y claro que lo haré - Dije dándole la espalda y empezando a caminar - 
- Eso espero 
- Ya verás 

Cerré la puerta y me dirigí hacia mi auto. Ni siquiera quize cambiarme, sólo espero que me reciban así en el centro comercial. Una vez en el auto salí del estacionamiento del edificio de la empresa donde trabajo, y me dirigí al supermercado más cercano, me bajé del auto y unas mujeres bonitas, no precisamente hermosas, ni feas tampoco, pero si bonitas me dijeron "Oye guapo" "Oyeme papasito, a qué horas vas por el pan" y se rieron después de la segunda, pero quién no lo haría. En fín. Me puse unos lentes que más que oscuros parecían negros, y me adentré en el supermercado. 

Nadie me había dicho nada, i
 
Me adentré en el centro comercial y nadi me había dicho nada, estaba todo perfecto. 

- Oiga señor - Dijo un jóven encargado de la tienda 
- ¿Qué sucede? - Le pregunté 
- Es que no puede entrar a la tienda a menos que se cubra el torso, son políticas de la empresa 
-¿ Puedo comprar una camisa aqui mismo y ponermela? 
- Ehhhm, si, supongo que si puede 
- ¿Me dejas pasar a comprarla o me vas a correr? - No pude evitar que mi ojo izquirdo tintineara en ese brillo rojo 
- No, éstemm, si, pase pase - Dijo el encargado abriéndome la puerta que tienen para entrar y salir con carrito 
- Gracias - Dije en un tono fastidiado 

Una vez dentro de la dichosa zona comercial busqué algo de entre la ropa barata que ahi venden. Tomé una playera verde que lucía bien, tenía un cráneo gris en el torso y unos cuantos detalles estampados, lucía genial. Me la puse ahí mismo en el pasillo y después me la quité de vuelta. La dejé en un carrito que tomé y comencé a buscar cosas de la lista de uno por uno.
 
Después de recolectar todas las cosas de la lista pasé a la caja, todo normal y tranquilo y me dirigí ahora hacia mi casa. 

La cajuela del auto iba llena, así que fué algo bonito, la mayoría de esa lista eran cosas que mi novia quería, y de seguro la satisfacía con éste pequeño encargo, además de eso tenía una lucha espectacular mañana, si ganaba entraría en una liga muchisimo superior a la mía, lo que obviamente me enorgullecía mucho. 

Llegué a mi calle, y abrí el portón automático desde el auto con su respectivo control, y me adentré en el garage. Abrí la puerta con llave y traté de no hacer ruido, pues quería subirle lo más importante, las fresas, el chocolate liquido, la crema batida y el extraño collar de perro que me pidió, los metí todos a la bolsa y subí de la misma forma. Sin hacer ruido para sorprenderla. Al abrir la puerta con mi llave el sorprendido fuí yo... 

Como una cruel ironía del destino y ya harto de ver la misma escena una y otra vez. Ví a mi novia desnuda.
 
En la cama, tumbada boca arriba sonrojada y gimiendo exitada, mientras que más cerca de mi estaba su dichosa amiga con el culo para arriba y las nalgas abiertas, dejando ver parte de sus labios y su ano. Ella le estaba practicando sexo oral a mi novia. 

En lo que me quedé de pié en la puerta comenzé a relacionarlo todo. 

- ¡Ey tú! - Exclamé en voz altísima - ¡Así te quería ver! 

La amiga de mi novia se levantó asustada dejando la vagina de mi novia como un bebé deja el seno de su madre, se escurrió por las sábaná y llego a los brazos de mi lesbiana novia. 

- Nunca me imaginé algo como ésto - Dije reprendiendome a mi mismo, con la mano extendida sobre mi frente, en señal total de frustración. - No necesito explicación alguna, sólo quiero qué me digas ¿Por qué no me dijiste que sentías atracción por las mujeres? 
- Bueno, yo, - Dijo mi novia algo atontada por esa mezcla de nervios y placer que tenía en ese momento - Es algo que ocurrió así de repente 
- Y seguro por eso me pedi
 
 Sólo sucedió de repente - Me dijo mi novia 
- Ahh si. Lo tenías todo planeado. - Le respondí un poco más alterado - Querías que me fuera al extranjero para que te quedaras con la lesbiana de tu amiga. Y de mientras me mandaste por éstas cosas para tener todo un "Showcito" porno ¿No es así? ¡¿NO ES SÍ INFELIZ?! - Le exclamé - 
- Bueno si, lo admito. Pero al menos tengo la consciencia limpia - Dijo al final con una gran y descarada sonrisa en su puto rostro - 
- Que bueno que tengas la consciencia limpia... Por que después esa misma consciencia estará embarrada por todo el piso. 

Mi ojo izquierdo se puso con su normal... Tono color rojo "Mil infiernos" y me avalancé sobre mi novia, puse mi cuerpo encima de su desnudo vientre y con la mano izquierda agaré su mano izquierda junto con muchos de sus cabellos y con la derecha le golpé el rostro, la mejilla, la boca, el ojo, la oreja. Todo cuanto estuviera a mi alcance. Hasta que su lesbiana amante me tumbó de un empujón. 
 
Hasta que su lesbiana amante me tiró de un empujón. Me equilibré de nuevo recargándo una mano en la cómoda, corrí una breve distancia por la habitación y fuí hacia la otra mujer que enseguida trató de apartarme de ella estirando sus manos y alejandome de su cuerpo. Pero fueron inútiles sus esfuerzos cuando le asesté un duro puñetazo en el centro de su cabeza. Ella se jorobó sentada en la cama y sobaba su cabeza mientras gritaba de dolor, la tomé del cuello y la azote contra la cama, azote que no le dolería mucho por que como todas... La cama era suave, apreté su cuello con fuerza contra la almohada, sentí de nuevo ese vigoroso placer que corria por mi cuerpo al hacerle daño a alguna persona. Mientras mis brazos se inchaban por el esfuerzo me relamía los labios y mi espalda sudaba por esa sádica satisfacción que tenia por lastimar a alguien. 

Todo iba perfecto hasta que mi novia araño mi brazo izquierdo y gritó de terror en mi oido por lógica situado al mismo lado. 

No me quedó más...
 
No me quedó más opción que soltar a esa lesbiana. Mi "Novia" se me avalanzó pero gracias mis múltiples disciplinas reaccioné debidamente, mi mano izquierda cayó sobre su hombre derecho como si le fuese a decir algo. Y mi mano derecha la acomodó en su zona genital, la cual olvidé por completo que fué relamida por su amante. Aún estaba húmeda y pegajosa, eso hizo hervir mi sangre aún más y una vez con la pocisión correcta la lancé contra la pared, su espalda impactó tan fuerte contra la pared verde limón que la pintura se desprendió en partes pequeñas de la pared. Ella cayó mal y de cabeza en un pequeño tocador, ahora tomé un poco de distancia y le dí un golpe perfecto en el vientre. Ahora su cuerpo impactaría contra unas botellas altas de cristal de color rosa y naranja. Ese momento fué grandioso. Ella me lanzó un grito desgarrador por pedazos de cristal que se incrustaban a lo largo de su columna. El perfume salpicaba en mi pants deportivo mezclado con su lesbiana sangre...
 
Y como era de esperarse mientras golpeaba a una, la otra atacó, sólo que ésta vez mi "novia" fué más inteligente y clavó un trozo de cristal largo de la desmembrada botella en mi pierna izquierda por la parte trasera, justo en el centro del muslo. Lo apretó con tanta fuerza en mis músculos que sentí como se quebraba el cristal dejando la mayor parte dentro de mi y la otra la seguía sujetaba ella. 

Como toda persona con un buen sentido del acto grité y fruncí el ceño por el dolor, mi cuerpo cayó al lado de la otra mujer boca abajo. Pero me levanté de una lagartija y arranqué el pedazo de endeble cristal haciendo brotar la sangre, por suerte no le dió a esa vena que se aloja en muslo, no se si quiera si sea una vena coronaria. Sólo sé que desangra mucho y puede llegar a provocar la muerte. 

Alcancé la cabeza de mi "Novia" con mi mano, ejerciendo presión en su cráneo como si fuera una gran tenaza. Ella tomó mi mano con sus 2 manos tratando de liberarse pero fué en vano, a pesar de...
 
A pesar de sus chillidos y lloriqueos de tortura. Mi negro y orgulloso corazón no era lo sufiscientemente dulce como para dejarla vivir. Mi padre no fué precisamente el mejor padre... Pero me dejó claro que cualquier persona que te mienta o te oculte cosas, merece morir... 

Pasando los segundos mientras disfrutaba la dulce orquesta, ella gritando y llorando de dolor más los quejidos de la otra mujer que ponía sus manos sobre la piel que le rompí a base de golpes. 

Mi mano la apretaba más fuerte, sentía que penetraba su cráneo y llegaba a su cerebro con mis uñas, pero lamentablememte aún no podía hacer eso. 

Cuanto más estaba dispuesto a matarla de manera brutal e inexplicable, la otra mujer me clavó un codazo justo por debajo de mis costillas, haciendome exhalar todo mi aire y obligándome a recargarme sobre la pared cuya pintra se desprendió hace unos minutos. Solté a mi "novia" y mi mano derecha bajó el punto en que fuí golpeado y tuve que tomar un breve descanso dentro de la carnicería,
 
Cualquier que hubiera sido testigo de esa semejante matanza hubiera salido corriendo para vomitar, o se hubiera desmayado. Toda esa sangre que se era salpicada y la fuerza que estaba ejerciendo en cada golpe hacía que mi corazón latiera y que la adrenalina fluyera dentro de mi forjando una mentalidad asesina exhibida en mi rostro con el ceño fruncido en seña total de enojo, ira y descontrol mental. E inclusive el golpe que recibí hace unos instantes me gustó, me dolió pero me gustó saber que mis presas aún trataban de sobrevivir ante una paliza fulminante. 

En lo que me quedé recostado en la pared mi "novia" y su amante corrieron desnudas hacia la puerta jalando sus ropas con gotas microscópicas de su propia sangre. Y antes de que huyeran logré lanzarles otra de las botellas de perfume que se rompieron con el desnudo cuerpo de mi "Novia" 

El lanzamiento de la botella logró quebrarse en 2 partes. La parte donde estaba la base se quebró a en la mitad de la nuca de mi "novia"
 
Y la otra mitad de la misma botella qubrada de perfume se terminó de romper en la nuca de la otra mujer. Fué el tiro perfecto, 2 lesvianas cayendo por el mismo objeto. 

Me acerqué a mis presas y las jalé de los cabellos maltratados o de plano muertos por el piso de la habitación, ellas dejaron un pequeño rastro de sangre y yo cojeaba un poco por el cristal que se me fué depositado hace unos minutos. 

Dejé a la otra mujer sentada, con la cabeza recostada en el arco que daba pie al balcón. Ese arco estaba decorado de forma que parecía que mitades de ladrillos sobresalian en orden: primero uno, el segundo no sobresalia, el tercero sobresalía y el cuarto no. Y así sucesivamente. 

Y mi "novia" se quedó casi sentada en la cama viendo lo que le hacía a su amante. Acomodé bien su cabeza sobre el arco y tomé cierta distancia, cuando supe que era el momento preciso le lancé una feroz patada en el rostro haciendole sangrar todo el rostro. La quijada se le rompió en un crugir desgarrante...
 
El impacto que dió mi pie en el rostro de la otra mujer fué en el mentón y más precisamente en la boca de la mujer desprendiéndole la quijada de su cráneo. La mujer despertó de su nocaut e intentó gritar. Pero poco tarde del impacto se percató de que su mentón se escurría de entre su viente causándole una hemorragia obvia. 

En lo que la mujer abría los ojos como platos y daba gritos sordos por la pérdida de su quijada. Tomé más distancia y le asesté una patada muy fuerte de la misma forma sólo que ahora la cabeza de la mujer se comprimió tanto que su materia gris salió disparada hacia el piso de la habitación. Hacia arriba salió su sangre y los pedazos de cráneo volaron por todo el lugar. Ahora su cadáver yacía pacíficamente en el suelo de la habitación. 

Volteé a ver la cama y como esperaba ví a mi novia llorando y viendo horrorizada la muerte de su amante. Ahora era su turno. Fuí en dirección de ella y la jalé de sus cabellos por el suelo de la habitación. Ella gritaba...
 
Fuí en dirección hacia ella y la tomé de sus cabellos con fuerza, ella gritó con fuerza y se ahogaba con sus propios mocos y lágrimas. La arrastré unos cuantos pasos por el suelo y a pesar de la fuerza que ejercía sobre ella, ella si se defendía no como su lesbiana ámante. Me rasguñó mi muñeca y me aparté de ella. 

Me paré derecho y busqué por la habitación algo con que golpearla, y para mi dichosa suerte encontré la correa de cuero que me había pedido, la saqué de la bolsa y apreté su cuello con la correa. Corrí los agujeros de la correa apretando su cuello todo lo posible, ví como las venas de su cuello se inchaban por el precoz acumulamiento de sangre. Ella me miraba con unos ojos que me decían "Por favor no me mates, ten piedad de mi" 

Ya estaba en el suelo casi incapaz de hacer nada... Me quedé calmado sin hacer nada... La ví y pensé que lo adecuado sería darle un último placer a esa puta lesbiana. La tomé de los cabellos y embaré el rostro de mi "novia" en la sangre...
 
Así que embarré en todo su rostro la sangre recién expulsada por los restos de su lesbiana amante. Ella seguía gritando de dolor y de espanto mientras escupía la sangre de su amante que tragab y escupía, en un lento proceso de tortura. 

Me paré bien y dejé caer mi pie con fuerza sobre su cabeza azotándola con fuerza sobre el suelo, ella inhalaba y tragaba la sangre de su anterior pareja. Y de entre toda esa sangre lesbiana también corrían fragmentos de cráneo y milílitros de materia gris. 

Puso su cabeza de perfil al suelo y puse ver que en sólo la mitad de su rostro mostraba un cansancio, estaba cansada de ser torturada. Pero mi orgullo JAMÁS le perdonaría haberme engañado con una mujer. 

Aproveché que estaba de perfil para pisar aún con más fuerza su cien y gritaba aún más fuerte. Casi desangrando su garganta. La levanté violentamente y así mismo la arroje contra el mismo arco contra el cual maté violentamente a su amante. Pero se relajó un poco, me puse en cunclillas frente...
 
Pero se relajó. Me puse en cunclillas enfrente de ella y se resignó a sólo no gritar, y temblar como si tuviera epilepsia. Tomé su rostro por la mejilla y sentí toca la sangre que había en ROJO rostro. Y le dije 

- "Hasta que la muerte nos separe" - Le diga en tono de burla - ¿Lo recuerdas "Yuri" - (Puesto que mi patrocinador me quería mandar a una liga de lucha amateur en Japón. Me comencé a relacionar con algunas palabras originarias de alla, y "Yuri" es la adecuada para ella... Que significa "Lesbiana" 

Hubo un incómodo silencio y ella sólo vió mi intimidante rostro con sus ojos ensangrentados. Inyectados en dolor y miseria. 

- Mi padre me enseño que la gente que hacia cosas malas antes de morir... Se iba al infierno - Le dije mientras me acercaba más a su rostro - Y tú ex-Amada mía. Morirás, teniendo al pie una infidelidad en tu historial de actividades carnales... - Para la siguiente frase me acerqué todo lo posible hasta estar en su oido - Tú. Te irás. Al. Infierno...
 
Después de acariciarle su rostro. Me levante, y tomé distancia. Y al igual que a la otra. Le solté una patada de lo más fuerte justo por encima de la nariz. El sonido sonó "meco" los ladrillos se seguían rompiendo junto con la nariz de mi "novia" fué muy "gore" (Hasta para mi) ver como si nariz se le cayó del rostro y la sostuvo en sus manos. Ella gritó lo más fuerte posible al cabo que me hizo gritar quejumbrosamente a mi también. La sangre salía a borbotones por los restos de sus fosas nasales y cuando me acomodé para darle el último golpe. Fué simplemente hermoso... Me visualicé a mi mismo en una imágen mental como Pelé, el jugador brasileño, imaginé que era Pelé haciendo ese tiro que lo hizo famoso, hasta sentí que mi pierna iba en cámara lenta, pero a la misma velocidad que un tren. 

Después de esos momentos de adrenalina máxima maté a mi novia aplastándole el cráneo contra el arco dulcemente decorado. Recuerdo que hasta un pedazo de cráneo me lastimó el ojo izquierdo...
Mordí la punta de uno de los puros que tenía cuidadosamente guardados, Y la desprendí con los dientes. Y aún con las lágrimas en mis mejillas prendí una llama pequeña con un “Zippo” caro de esos que mi representante siempre carga… Retuve un poco el humo mientras estaba hundido en mis pensamientos con vista al balcón. El cual seguía manchado con la sangre y huesos, más a parte de los pequeños pedazos de ladrillos que se cayeron por el último impacto.
 
Misteriosamente escuché que la puerta detrás de mi se abrió. Y se cerró, escuché unos pasos que venían hacia mi pisados por unos tacones fuertes y por lo que escuché eran altos. Por lo que supuse que era una mujer
 
-         ¿Qué? – Pregunté al aire después de soltar el humo acumulado- ¿No tienes miedo de que te mate también?
-         … -Silenció la otra persona-
-         ¿A qué has venido? –Pregunté puesto que pensé que la otra persona se sentía incomodada y quería huir.
-         Yo. Señor Mabarack. –Dijo la mujer mientras se paraba al lado de la cama pisando la mano del cadáver de la lesbiana- He venido a traerle esto
 
Dejé de ver la ventana que estaba en el arco para girar un poco la vista a mi derecha, más sin embargo traté de no mover mi cabeza. Y vi que la mujer (Que tenía un tono moreno que yo considero muy hermoso) sostenía una bandeja metálica con 2 tragos de Borboune servidos con 3 hielos. Solté un “hmph” y tomé un vaso al cual le dí un trago. Después de eso la mujer tomó su propio vaso y dejó la bandeja en el suelo tratando de no manchar su mano con la sangre y de no dejar caer la bandeja con fuerza. Se veía que era cara… Y recargó su codo cariñosamente sobre mi hombro.
 
-         He atendido a otros luchadores como usted señor Mabarack. –Me dijo la mujer con una bella sonrisa, pero no estaba viendo su rostro sino el fondo de mi vaso- Algunos más fuertes y otros más peligrosos… Pero no se preocupe, yo sé que el problema no fue conmigo por lo que no tengo absolutamente nada que ver… Vengo de parte de su representante para darle un incentivo para mejorar su arte marcial. Y ganar a su contrincante de nacionalidad japonesa…
-         ¿Cómo te llamas linda? –Después de la pregunta tomé un poco más de mi vaso y la voltee a ver a los ojos. Era hermosa, tenía unos ojos marrones pero ella le daba una vida a ese marón. Y tenía unos labios muy carnosos.
-         Me llamo Carmen de Luz. Y soy de colombiana señor Mabarack.
-         ¿Carmen de Luz dices? Jeje, tienes nombre de actriz porno linda… -Después de agregar ese comentario no pude evitar ver sus grandes senos, se los ocultaba bien bajo su traje de sirvienta. Pero se notaba a kilómetros su busto-
-         Jeje, me gusta mucho que me relacione con ese tipo de mujeres señor…
-         Esto será muy divertido…
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Foto del autor Carlo Trejo
Textos Publicados: 93
Miembro desde: Nov 21, 2012
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Descripción

En otra noche completamente aleatoria ataca de nuevo el luchador, que por más mala suerte que tenga nunca será una buena excusa para los homicidios que comete. Todos. O por lo menos en su mayoria, son sus infieles novias. Decide acabar con un cáncer en la sociedad. y a su vez con la vida de muchas personas que lo traicionan.

Palabras Clave: Traición infidelidad lesbianismo engaños mentiras violencia gore peleas masacre sexo alcohol tabaco mujeres dinero lucha Carlo Trejo El Monje Sabio

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Terror & Misterio



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