Todos los traumas, miedos y costumbres, son generados o se nos son infundados en la época de aspecto más dulce y tierno para todos, la emotiva época donde no medimos riesgos y no nos percatamos de la seriedad de las cosas, así como también dejamos por visto la sencillez de nuestros juegos y de las tonterías de las que reíamos... LA NIÑEZ. 

Así como a mi, a ésta hora inicia una etapa del día en la que mi estado de ánimo carece todos los días. Desde mi niñez, y para precisar en la época en la que asistía en la primaria, me entristecía mucho, siempre que veía el sol caer jalaba una silla y me ponía frente a una ventana, la que fuera, y veía el sol. 

Todo eso, puesto que como siempre he vivido cerca de la playa, miraba el sol... Que siempre se ha sabido que sale de donde venga la playa. Y entonces al sentarme frente a la ventana. Veía el sol y me decía a mi mismo "Ahí está mi madre" Mi madre me mandaba siempre a la escuela, estuviera sano o estuviera enfermo ella siempre procuraba que asistiera a la escuela, y últimamente, o al menos por esos días tuvo un problema amoroso con un hombre que sólo la ilusionó para después marcharse con otra mujer, mi madre le lloraba en silencio en mi habitación y yo, casi tocando la perilla de la puerta de mi habitación lloraba casi con ella. Ella lloraba por sus méritos y yo por los míos. 

Mi hermana era en ese entonces la típica adolescente rebelde con la cual ningún padre quiere librar, y ciertamente mi padre lo hizo, se libró de la crianza de mi hermana al abandonar a mi madre conmigo y mis 2 hermanas mayores que yo, casi el día de mi nacimiento. Desde entonces mi madre resuelve nuestros problemas con el sudor de su frente emanado desde su trabajo como enfermera. Siempre he admirado a esa mujer, mi madre, por lograr lo inlograble para alimentar a 2 criaturas las cuales ella ni siquiera sabe si se portaran bien. Si les harán caso o no. Es ese fantástico amor de madre otro punto que aún me conmueve de ella. Pero ese amor de madre se convierte fríamente en tristeza, cuando nuestra madre llora. Y en esas épocas estaba llorando. 

"Allá, de donde sale el sol. Está mi mamá" pensaba mientras lloraba, todos los días de escuela. Procuraba llorar en silencio, la forma más dolorosa de llorar. Mis ojos enrojecidos lagrimeaban con dolor, adornando mi rostro que exhibía su faceta más triste. 

Ponía siempre una banca al revés, y me recargaba en el respaldo de mi banca, mis manos terminaban cubriendo mi boca, por que nunca quería hablar. Menos cuando ese nudo se formaba en mi garganta, simplemente no quería decir nada mientras lloraba. 

Y a pesar de que esos días de primaria quedaron aplastados bajo la secundaria y la preparatoria, más otros estudios y especializaciones... Siempre conservaré ese trauma ante el abrumador cielo rojizo que siempre cae sobre mi y sobre nosotros a éstas mismas horas. Es casi de todos los días que me entristezco, a veces se me olvida el motivo. Pero casi siempre recuerdo el "Porque" de mi nostalgía. Y a pesar de el contacto constante con otras personas, (Aún entre ellas familiares y seres queridos) Yo soy la única persona que conoce ese punto, esa parte de mi pasado. 

Yo, como humilde y novato escritor reconozco mejor que otras personas con otras profesiones las emociones. Y sé decir con seguridad la tristeza que me acompaña ésta tarde del sábado de gloria, además de que todos, o por lo menos la mayoría de nosotros los mexicanos, sabemos quien se dió por fallecido o "Muerto" a las primeras horas de éste, el triste Sábado de Gloria. 

Abrí la puerta de mi casa que me conduce a mi balcón, que me permite una cotidiana vista urbana a las casas y residencias que me rodean a unos metros, y como buen consumidor tenía en el bolsillo delantero de mi camisa...
Y como todo buen fiel consumidor urbano, tenía en el bolsillo delantero de mi camisa abotonada una cajetilla de cigarillos "Pall-Mall" y en mi bolsillo derecho de mi pantalón formal un encendedor plateado de la marca "Zippo" 

A la tan sencilla predicición de mis movimientos abrí la cajetilla de cigarrillos sin la necesidad de sacarlos, sólo rasguné tanteando como un gato. La tapa de la cajetilla y saqué un cigarrillo rebelde, que se recostaba en a esquina de la cajetilla como queriéndose apartar de sus hermanos. Y mordí el filtro con las mucosas de mis labios, con mi mano derecha saqué el encendedor para que con mi izquierda tuviera la forma de cubrir la llama menguando de el encendedor. 

Apenás sentí el calor de la llama, jalé el humo del cigarríllo jalándolo rapidamente por mi traquea disfrutando la amarga sensación de la combustión de cerca de 5,000 venenos mortales distintos compresos en un sólo tuvo de papel. 

El humo del cigarrillo llenó mis de seguro negros pulmones...
El humo del cigarrillo infló mis de seguro, negros pulmones inflando mi pecho y haciendome inhalar aire por la nariz mientras recordaba con dolor esa parte triste de mi pasado... 

Retuve el humo del cigarrillo unos segundos, sinceramente soy muy avaro como para fumar cigarrillos sin saborear bien cada bocanada que haga. Así que retuve y retuve el humo de cigarrillo hasta que pasé a pensar en el amor de mi vida. 

Cuando se me hizo la imágen mental del rostro de la mujer que amo exhalé un poco por la nariz, antes de sepatar el cigarrillo de mi boca y exhalar lentamente el humo que tenía por dentro... 

Al separar el cigarrillo de mi boca volteé a ver el sol de nuevo, que se despedía de mi y vi de nuevo el rostro de esa hermosa mujer y miré el suelo donde estaba casi de pie... Ella y yo nos enojamos en una de esas tontas discuciones de pareja. Y aun que sé que en la noche dormiremos abrazados juntos como siempre me duele la fría y cortante forma en la que se comporta conmigo...
Volté a ver a mi cigarrillo y noté que se había consumido fácil un 10% ... Me rehice en mi cabeza la plática que tuvimos mi novia y yo y me dí cuenta que el que cometió el error fuí yo, así que me dejé de ideas tontas y maté al cigarrillo oprimiéndolo contra el marandal de metal recién pintando de un rojo... Me erguí y me adentré en la casa para hablar bien con ella :) <3