Condenado
 
Muérdeme el corazón
Con tus ansias de hechicera
Corta mis utopías
Con el  acero de verdad
Y ahorca mis palabras
Con tu belleza de infarto.
 
Hecha sobre mis días
Todas las noches de tu mirada
Y amanece todos mis años
Con tus besos de gollería
Aliméntate de los valles
 Que entrelazan las fronteras
Que construyen mis manos
Y disuelve mis lagunas
Que el frio  de tu ausencia
Las ha vuelto de hielo
 
Derrite con tu  calor
Las estatuas de mi nostalgia
Y bebe de mis ruinas
Para darle vida a mis razones
 
Muérdeme la piel
Y envenéname con la dosis
Que me condena a tu voluntad
A despertar solo con tus labios,
A mirar solo hacia tus ojos,
A vislumbrar solo en tus colores,
A caminar en tus caminos,
A cansarme en tus sendas,
Y saciar mi sed bebiendo de tus manos.
A gritar en tus rincones
Adolorido de amarte
Y a callar en tus razones,
A vivir flotando en tus nubes
Y a morir soñando
En la idea de tu idea
En la imagen de tu imagen
En el suspiro de tu suspiro
Soñando, soñando…
 
Muérdeme el corazón
Y despiértame en tus laureles
Átame  a tu cintura
Tan eterna, tan filuda
Y deshecha mi cordura
En el fuego de tus placeres.