El frio me acaricia, una vez más,
Juega descontrolado, sobre mi piel,
Y el sabor amargo de mi pasado,
Derrama su miel.
 
He estado tan acostumbrada al masoquismo,
Que tengo la sensación de estar fantaseando.
Suelo callarme, por cautela,
Pero últimamente has rebasado mi límite.
 
Siento que entre la soledad y tú sólo existen pocas diferencias,
Desesperación, intranquilidad,
Indiferencia.
 
Me sigues confundiendo,
Me quieres, pero no te importo,
Me pides que no te abandone,
Y eres tu quien me abandona a mí.
 
Pero te sigo esperando,
Aun te busco con la mirada,
Te veo en mis sueños,
Aunque te sienta lejos.
 
He estado tan acostumbrada al masoquismo,
Que a veces me quedo callada,
He estado tan acostumbrada a la resignación,
Que agacho la mirada, y me dejo llevar.
 
Siento que entre la soledad y tú sólo existen pocas diferencias,
Aun camino por las noches sin compañía,
Aun miro atardeceres en silencio.
 
Estoy perdida,
No sé si te conformas conmigo,
O me quieres en verdad,
Si en verdad me necesitas,
O es un sueño y nada más.
 
Pero te sigo esperando,
Aun te busco con la mirada,
Y te veo en mis sueños,
Aunque te sienta lejos