- No creo en los sueños. Para mi son imágenes y palabras producidas por nuestro cerebro en un momento de distracción, mezclados con sonidos del exterior - Dijo el Dr. Dosi.
    - No entiendo ¿Cómo que sonidos del exterior influyen en el sueño? – Pregunto el Dr. Iraki
    - Es simple – sonreía como esperando la pregunta, para asi dar su respuesta – si tú te duermes y yo coloco un radio en el informativo y dicen que hubo un terremoto en… no se, Indonesia supongamos, tú soñaras con que estas en una calle con edificios derrumbados, personas sangrando, bomberos, ambulancias, rescatistas, etc. o bien, puedes estar en la oficina del hospital viendo las imágenes por TV.
    - ¿Y de donde saca esas imágenes el cerebro? – Pregunté para incluirme en la conversación.
    - De otras imágenes retenidas hace años. Quizás viste imágenes de terremotos anteriores, entonces tu cerebro las retira de la memoria y las vuelve a proyectar en un lugar (que también retira de la memoria) produciendo movimientos que…
    - Ya se, también saca de la memoria – Interrumpió sarcásticamente el Dr. Alonso.
    - No, que son nuevas para no confundir las verdaderas imágenes, con las creadas – Completó mirando al Dr. Alonso con suficiente soberbia.
    - ¿Qué opina usted de los momentos de la vida en que uno dice “esto ya lo soñé”? – Pregunté para continuar con la interesante charla.
    - Creo que el poder del cerebro es tan amplio que, con una pequeña energía impulsada bruscamente por la naturaleza podemos crear, o decodificar, espacios, tiempos y personas que nunca vimos.
    - Usted me habla de “Energía Natural” ¿Eso no es parte de alguna de esas religiones orientales? ¿No cree usted que estamos debatiendo un tema científico y no espiritual? – Reprochó el Dr. Alonso.
    - Un científico muy conocido dijo alguna vez “La ciencia necesita de la espiritualidad como así también la espiritualidad necesita de la ciencia”. Pienso que no debemos diferenciar esas palabras que marcan el rumbo de la vida.
    - ¿De que religión es usted Dr. Dosi? – Pregunté obligado por la incomparable duda que me abatió en el momento.
    - ¿De que religión son ustedes? – Dijo Él
    - Yo soy Ateo – Respondió Alonso.
    - Yo soy Judío – Añadió el Dr. Iraki.
    - ¿Y Usted? – Me dijo volviendo la visión a mis ojos admirados por el grupo en el que me encontraba.
    - Yo soy Cristiano. Católico Apostólico Cristiano exactamente. ¿De que religión dijo que era usted? – Pregunté rápidamente mientras el Dr. Alonso prendía un cigarrillo e invitaba al Dr. Dosi, que él, con mucha educación abrió la mano e hizo un gesto de negación.
    - Yo soy Dosieísta. Tengo las mismas creencias que usted, el Dr. Alonso y el Dr. Iraki. – Respondió con seriedad.
    El ambiente se puso tenso, una carcajada del Dr. Alonso golpeo al silencio y las cejas de Dosi se llenaron de una ira pacifica y humilde, como diciendo “Pobre de este tipo que no sabe de lo que se ríe”. Mientras yo intentaba adivinar sus pensamientos este empezó a hablar con un tono apagado, como resignado a que no lo entendamos.
    - Yo se que piensan que es un chiste o que es un tipo de secta, pero es mi religión, creada por mi propia filosofía. Es una mezcla de sus creencias, que conforman una totalmente mía y con la cual estoy satisfactoriamente feliz.
    Yo me pregunto si ustedes tienen bien en claro su Fe, mi religión no busca materializar nada, no busca una guerra espiritual, tiene un solo y único Dios, como así también un único Demonio. Ustedes alaban al mismo Dios, pero pelearon o pelean en su nombre, cada referente de su religión les explico lo mismo que otros de otra y ustedes se dividen en grupos, la “Comunidad Judía”, la “Iglesia Católica”, los “Templos Budistas”, la “Asamblea de Dios”, etc. siendo que todos les promovían la Unión, la Paz, la Humildad. Ustedes interpretan la mitad de sus enseñanzas y mal utilizan lo poco que entienden. Mi religión, como les dije, tiene un Dios, que soy yo; y un demonio que también soy yo. También veo en cada uno de ustedes un Dios y un Demonio, depende de ustedes si quieren alimentar su parte buena o mala – Termino de decir el Dr. Dosi mientras lo mirábamos con perplejidad absoluta.
    - Pero estamos unidos – Hice una pausa – Alonso es Ateo, yo soy Católico e Iraki es Judío. Es justo lo que usted nos intenta decir, nosotros estamos unidos por el trabajo, por la amistad, por todo.
    - Pero ¿Usted está seguro que ellos son de esas religiones, que yo soy real y que esto no es un sueño? – Fueron las últimas palabras que escuché antes de que sonara el radio-reloj de mi padre con el informativo de las seis a.m. con la noticia de que hubo un terremoto en Indonesia a las 5:30 de nuestro país.