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LA SOMBRA DE UNA MADRE
Publicado en Feb 11, 2013
 LA SOMBRA DE UNA MADRE Son las tres de la tarde de un día de primavera. Patricia camina despacio, se dirige a la playa, el viento fresco del mar y el Sol hacen brillar los cabellos de la mujer. Sonríe, pero en sus pupilas no hay alegría, está cansada y muy triste. Una de las razones para ello es su madre, sabe que no durará mucho tiempo es muy mayor y además está postrada en cama desde hace muchos años. Patricia ha renunciado a muchas cosas pora cuidar a su madre y muchas personas le han abandonado, por la misma razón ha tenido que dejar de trabajar, y su novio le ha dado un tiempo, aunque ella está segura de que no volverá. Su única ilusión ahora es el mar y su playa, esa playa pequeñita y coquetona llena de acantilados y pequeñas cuevas. Patricia ha llegado a la playa, respira hondo, toda la expresión de su rostro cambia. La playa está desierta, ¡Solo mía! – dice al tiempo se desprende de los playeros. La arena está caliente, Patricia busca el frescor del agua, esta muy fría pero ese es un placer al que Patricia no piensa renunciar. Se humedece el rostro con el agua acepta y espera que el Sol acaricie su rostro con dulzura. Esa es una de las pocas caricias que recibe Patricia. Una nueve oscura ensombrece sus negros ojos ¿Cómo estará mamá? – piensa. Se le ha cruzado por la mente la idea de volver a casa pero sabe que su hermana se ha quedado a su cuidado y estará bien atendida, también sabe que ella tiene que descansar para poder seguir adelante pues la falta de descanso le está pasando factura y ella no puede caer enferma. Respira hondo y se dirige a su cueva favorita, en realidad no es una cueva es más bien un su pequeño refugio, en él se guardan maravillosos recuerdos de su vida. Cuando eran pequeñas ella y su hermana jugaban en ella inventándose miles de historias y situaciones en las que un príncipe las salvaba, más tarde fue el refugio de muchas tarde de amor. La cueva era preciosa, pero también muy peligrosa pues con la marea alta la cueva se inundaba y ya se habían llevado más de un susto. Hoy no corría ningún peligro, Patricia conocía muy bien las mareas y tardaría varias horas en subir. Acomodándose saco un libro de su mochila y se dispuso a leer. La cueva no era muy profunda, más bien era una oquedad, y el Sol en esos momentos del día le daba de pleno. -¡Que placer! Exclama Patricia. El libro es interesante, el Sol acaricia sus pies descalzos y siente esa paz que solo allí encuentra. La noche sin dormir y el calorcillo del sol sumen a Patricia en el más dulce de los sueños, un sueño que le puede costar la vida. Patricia duerme placidamente. La marea a comenzado a subir, por si esto fuera poco el cielo amenaza tormenta y en el mes de mayo las tormentas en el Cantábrico son terribles. Patricia sigue durmiendo, han pasado varias horas y la marea está a punto de entrar en la pequeña cueva, Patricia está atrapada. La playa ya esta cubierta y el mar se alborota por momentos. Un gran trueno despierta a Patricia. - ¡Dios mío! En seguida se ha dado cuenta de que no tiene salida, el agua lo cubre todo, por si fuese poco el oleaje se estrella con furia contra una buena parte del acantilado. -¡Dios mío estoy perdida! ¿Cómo puedo haber dormido tan profundamente? Sabe que no tiene mucho tiempo, ella conoce muy bien al mar y también sabe lo cruel que puede ser. Intenta calmarse, tiene el móvil puede pedir ayuda pero con ese temporal sería inútil. -¡Dios ayúdame, mi madre me necesita! – Dice en voz alta clamando al cielo. Otro trueno parece ser la contestación y estalla la tormenta, llueve con fuerza y el oleaje hace que las aguas penetren en la cueva. En un arranque de valentía o supervivencia decide que subirá por el acantilado, sabe que es sumamente peligroso, pero también sabe que si se queda allí morirá ahogada. Intenta poner un poco de orden en su mente. Todavía puede trepar por los riscos del acantilado que quedan al descubierto, sabe que es una hazaña suicida pero también sabe que de todas formas está sentenciada. Con toda la sangre fría que le es posible intenta organizar en su mente un plano, recorre con la vista el acantilado. Si llega hasta la mitad podrá salir de aquel infierno, esa zona ya es más fácil de escalar. Se santigua y sale, al principio todo va bien está logrando llegar a los riscos por donde puede empezar a subir. Las olas amenazan cada vez más fuerte y sigue lloviendo a mares. Los playeros han quedado en la cueva y el agua esta helada, Patricia no siente el frío, solo sabe que tiene que salir de esa muerte segura. Las rocas húmedas están resbalosas, y una y otra vez tiene que retroceder para buscar un agarre más seguro, sus manos como garfios se aferran a cualquier tipo de saliente que le pueda sujetar. Por debajo de ella las olas rompen estrepitosamente, sabe que si se cae todo habrá terminado. Ya está a punto de llegar a la mitad luego todo será más fácil. Sigue la tormenta, Patricia está calada hasta los huesos, tiene las manos entumecidas y le duelen horriblemente los pies. Por fin logra superar el reto está en la zona fácil, logra llegar casi a la cima. Las frías manos se aferran a todo y solo queda el último esfuerzo. -Un poco mas y ya está- piensa Patricia. Las olas arrecian y la lluvia y el viento se acrecientan. Ya lo tiene, Se aferra fuertemente al la maleza que le llevara a la cima ya visible. Su cuerpo hace un esfuerzo más. De pronto siente que el matorral no está seguro y empieza a ceder, sabe que no tiene escapatoria, morirá en ese mar que ella tanto amó. En ese mismo momento alguien sujeta sus manos fuertemente y tirando de ella con una fuerza sobrenatural logra depositarla sobre el suelo seguro del prado. Todo ha sucedido tan rápido que a Patricia le ha parecido un sueño. Sigue lloviendo a raudales, todo esta borroso. Patricia quiere dar las gracias a quien le salvo la vida pero solo logra distinguir una sombra de mujer que se aleja entre la lluvia. Cuando por fin logra regresar a su hogar, su hermana le recibe llorando. Su madre ha muerto A. Rico
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Descripción
RELATO DE SUSPENSE Palabras Clave: MADRE MAR ACAMTILADO Categoría: Cuentos & Historias Subcategoría: Relatos |
MAVAL
a veces esos relatos nos hacen comprender un poco más los lazos de amor entre seres queridos
y que mejor entre madre e hijos(as) ...eso es así...lo importante es comprender que ellas jamás nos abandonan...
(bueno, respecto a la escritura pienso que uno debe ser cuidadoso con eso...figúrate ! a mi me ha pasado muchas veces que me equivoco en la escritura de mis textos ...es bueno hacerlo en borrador (usando word) para ver esas faltas y aún así uno se equivoca , pero es bueno volver a revisar y reescribir...eso lo hago más seguido d elo que quisiera... así que el tiempo que emplees en eso es ganado...)
mi saludo cordial!
antonia rico mendez
silvana pressacco
Tenés errores de tipeado, fijate porque es una pena.
Me encantó, saludos.
antonia rico mendez
silvana pressacco
antonia rico mendez