LA GALLINA CLEMENTINA
Publicado en Dec 20, 2012
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Clementina es una gallina rechoncha y muy blanquita, con una cresta roja y las patitas color naranja.
Clementina tiene doce pollitos que son la alegría del corral. Todos son muy buenos pero dos de ellos son súper inquietos,   se pasan el día inventando diabluras y siempre tienen un montón de cosas que hacer.
Son amarillitos y redondos también tiene las patitas color naranja como mamá.
 En el corral también vive Roque. Roque es un pato grandote amigo de mamá.
Un día mientras Roque nadaba en el estanque los dos pollitos revoltosos le observaban boquiabiertos y pensaban:
¿Cómo podrá tenerse en el agua?
Dos conejos con las orejas muy tiesas también miraban a Roque con envidia.
El pato se da cuenta y se siente muy importante, luego mete la cabeza en el agua y  la saca al tiempo que la sacude con fuerza, entonces el estanque se llena de gotitas y círculos, igual que cuando llueve.
-¡Bien, Bien! – Gritan alborotados los pollitos.
El más revoltoso de los dos pregunta a su hermanito:
- ¿Oye tú crees que nosotros podremos hacer lo mismo?
 Los conejitos lo han escuchados y echan las manos a la cabeza. Uno dice:
-¡Vosotros estáis locos! Vosotros no sois patos, sois pollitos y los pollitos lo mismo que nosotros no podéis nadar.
 Los pollitos y los conejos de quedan muy tristes, se preguntan por que ellos no pueden nadar.
En ese mismo momento Roque sacude la cabeza y salpica a los dos pillitos que comienzan a reírse como locos, pues las gotitas de agua caen sobre ellos y les hacen cosquillas.
Abajo los conejos están asustadísimos.
-Se van a caer al estanque- decía el más grandote.
-Yo creo que deberíamos a visar a su mamá- dice otro.
Los conejos salen corriendo en su busca.
Clementina puso el grito en el cielo ¡ Dios mío que se me ahogan mis hijitos- gritaba mientras volaba hacia el estanque.
Uno de los pollitos se quiso bajar pero resbalo y fue a parar al fondo del estanque. Todos gritaban y el otro pollito muy decidido se tiro al agua para salvar a su hermanito, pero como él tampoco sabía nadar acabó también  en el fondo.
Roque que lo había visto todo grito:
-¡No te preocupes Clementina, yo los sacaré!
Dicho esto metió la cabeza en el agua y pesco a uno, después de tirarlo fuera del estanque rescato al segundo pollito que ya estaba casi frito.
Cuando los dos pollitos estaban fuera del agua sacudió sus plumas y fue a consolar a Clementina.
La gallina tenía a sus dos hijitos debajo de sus alas para darle calor y para que se secaran sus plumas. Estaba muy pero muy enfadada con ellos pero ahora les Daria cariño, luego vendría la regañina.
Roque se acerca a su amiga y esta le da un gran beso y le dice:
-¡Gracias Roque!- si no llega a ser por ti…
 
-¡Estos necesitan una lección- dice Clementina.
El pato contesta:
-Si necesitan una lección pero también necesitan aprender a nadar.
Clementina se tapa los ojos con un ala.
-¿Pero que dices? - ¿No ves que son pollito?
¡Nunca podrán nadar!
-Bueno, bueno Clementina, nunca es mucho tiempo, si se quiere se puede hacer todo, solo hay que desearlo con muchas ganas.
-¡Yo los enseñaré!- dice el pato.
-¡OH no! Exclama Clementina cada vez más asustada.
Roque intenta tranquilizarla.
-Vamos  a ver. ¿Tú confías en mí?
-Si claro que confío en ti, pero también tengo mucho miedo.
-¡Vale! Si tú me autorizas mañana mismo empezaremos el aprendizaje.
-Sea, pero sigo teniendo mucho miedo – dice la gallina.
A la mañana siguiente los pollitos y el pato estaban al borde del estanque dispuestos para aprender a nadar.
Los conejos y Clementina también estaban allí pero la gallina temblaba como una hoja seca en el aire.
Roque remojo primero con cuidadito las cabezas de los pollito y después, los coloca sobre unos palos que flotaban junto a él y con mucho cariño y paciencia, aunque no lo lleguéis a creer los pollitos aprendieron a nadar en el estanque, claro esta siempre vigilados por Roque.
Era una maravilla verlos chapotear y divertirse en el agua.
Lo peor para Roque vino después por que los conejitos también querían aprender a nadar.
-¡Dios mío, esta si que va a ser buena! –pensó Roque, pues claro los conejitos pesaban mucho más y no podían flotar tan fácil.
En fin no se si los conejitos aprendieron a nadar.  ¡Pero los pollitos de mí historia sí!
 
 
 
 
                                        Con cariño   A. Rico.
 
 
 
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2 Comentarios 1872 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

cuento infantil

Palabras Clave: pollitos conejos pato

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Moraleja & Fbula



Comentarios (2)add comment
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antonia rico mendez

muchas gracias esto es la consecuencia de tener nietos acabas inventado de todo pero como a mi me encanta escribir pues sobre manera, si te fijas enmi perfil hay alguno mas un saludo dede Asturias
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December 20, 2012
 

Francisca Londoo

Me ha gustado este cuento, es delicioso Antonio.
Responder
December 20, 2012
 

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