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LA ESTRELLA DE NAZARET

Publicado en Dec 20, 2012

LA ESTRELLA DE NAZATET

Nazaret es una niña rubia de ojos azules como el cielo, un cuerpecillo pequeño y gracioso que no puede estarse quieto ni un solo momento.
Tiene unos padres maravillosos que le quieren con locura y un montón de primitos tan inquietos como ella y co los que inventa las mas diversas diabluras.
También tiene una casa muy bonita y muchos juguetes.
Casi siempre está contenta, pero algunas veces se pone muy triste y entonces no quiere jugar ni hablar con nadie. Entonces se sienta en un rincón y llora, llora, y llora, hasta que se queda dormida.
Sus padres sufren mucho cuando le ven tan triste, pero no pueden hacer nada.
La niña está tan triste por que una de sus abuelitas ya no está con ella.
Era muy viejecita, un día se puso muy enferma, le dolía todo el cuerpo y sufría mucho.
La abuelita había sido muy buena y al señor Dios le daba mucha pena verle sufrir, a si es que convoco una reunión en el cielo con los ángeles.
Pensaron y pensaron, pero como era muy viejecita no podía curar.
Entonces el señor Dios decidió que se la llevaría con él al cielo, así no sufriría más, en el cielo sería muy feliz y no le dolería nada.
Pero claro, a su nieta no le pareció tan buena idea.
Ella es muy pequeña y los niños esas cosas no las entienden.
Lo único que sabe es que su abuela no está con ella.
Como la abuela había sido tan buena Dios le regaló en el cielo un lugar especial desde donde vería a los seres que ella más quería.
Su casa ahora era una estrella y desde allí cuidaría de su querida nietecita.
Una noche Nazaret estaba especialmente triste. Echaba de menos tanto a la abuela…
Su mamá le invitó a salir a la terraza, hacia una noche preciosa y el cielo estaba cuajado de estrellas.
Aunque no quería salir, mamá le convenció.
Señalando hacia aquel cielo maravilloso le dijo:
-Mira ¿Ves todas esas estrellas?
-Si mamá- contesta la niña son mucho interés.
Vale, pues ahora fíjate bien. ¿A que hay alguna que te llama más la atención?
Ahora Nazaret mira fijamente y al fin encuentra una que le parece muy especial.
¿La encuentras?- Pregunta mamá.
¡Si! – dice contenta.
¡Mira, mira! Esa de allí, brilla mucho y hace destellos raros, esa, esa me gusta es preciosa.
Claro, dice mamá. Acaricia los cabellos de su hija y prosigue:
¿Sabes por que te gusta tanto esa estrella? Te gusta tanto por que en esa estrella precisamente es donde está ahora la abuelita. Dios la puso allí arriba por que desde allí siempre te protegerá.
La niña pensativa pregunta : ¿Todas las abuelitas tienen una estrella en donde vivir?
No todas no, las estrellas como todas las cosas hay que ganárselas, pero como tu abuela era tan buena el señor dios se la regalo, asi ella te sigue cuidando desde el cielo.
La niña tiene una duda, pregunta: ¿Y cuando se hace de día la estrella sigue ahí?
Claro lo que pasa es que tu no la ves pero ella a ti si.
¡Que bien mamá! Y ¿Estará, siempre, siempre?
Estará siempre que tu la busques, cariño mío, incluso cuando no la veas y recuerda que a la abuela no le gustaba verte sufrir, si te ve triste también ella sufrirá ¿Comprendes?
Si mamá, desde hoy cuando me acuerde de ella buscare esa estrella y sabiendo que esta ahí no me sentiré triste ¡Gracias mamá!
¿Gracias por que cariño?
Por ayudarme a encontrar esa estrella.
Desde ese día cada vez que está triste busca su estrella y siempre está allí, incluso cuando el cielo está cubierto por las nubes ella las traspasa con su imaginación.
Ahora es una buena nadadora, participa en competiciones y da vez que gana un trofeo espera a que se haga de noche, luego sale a la terraza, busca su estrella, se sienta en el suelo y le cuenta a su abuela lo bien que lo está pasando.
La estrella chisporrotea agradecida y la niña se siente feliz tan feliz como, a su abuelita le gusta que este siempre

A. Rico
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