Hoy soñé con un hermoso mandarino… el mandarino de mi infancia
Ese que siempre daba una cantidad inigualable de flores y unos exquisitos frutos….
Esos frutos tan acidas y dulces al mismo tiempo…. Tan acido y dulce como tu amor
Su ligereza al frotar el viento me recordaron las caricias de tus hojas
Su gran corazón expresado en su color verde amarillento
La silueta de su hermosura dibujada en el pedregoso suelo
Acogedora con sus incontables ramas que me regalaban siempre un consuelo
Que formidable tu manera al tratarme con espinas y dulzura
Y al tratar de llegar a tus frutos rasgabas de mi carne con tanto cariño
El precio era caro pero tus perfectos frutos lo ameritaban
Su sabor era simplemente inexplicable
Y especial cada vez que los sacaba….