Mi alma estaba tranquila
Escondida de tanto sufrir
Y te la preste y te la llevaste
Y a la vuelta le dejaste un pedacito de ti.
 
La llevaste a conocer tu alma
Y volaron y se hicieron amigas
Y viajaron y volaron libres
Aunque tan poco tiempo pasó.
 
Volvió a mis brazos cambiada
Feliz, alegre y calmada
Y me conto las historias más perfectas
Que yo jamás pude oír.
 
Pero cuando me fui a dormir
Logré plasmar su mirada
En mi mente los sueños mostraron
Que había un feliz porvenir.
 
Y de repente algo malo paso
Y mi alma se encerró en su cuna
Y decidió ponerse a soñar
Con el tal vez que nos reúna
 
Me dijo:
“Tal vez algún día la vida nos reúna
En una situación muy diferente
en un día de setiembre
un día sin llantos…
tal vez algún día lleguemos a tocar la luna
como solo los artistas pueden hacerlo
porque nos queda tanto por delante
tantas batallas por ganar y perder.”
 
Cuando te vi llegar al parque lo supe
Venias con dolor en el pecho
Supe que eras víctima de un algo
Que resulto ser tan injusto.
 
Un algo que yo entiendo muy bien
Que me mantuvo ciega cuatro años
Que  llenó de marcas mi cuerpo
y que jamás te lo hubiera deseado.
 
El dolor aparece vestido de rojo
Y se pinta y sale de noche
agarrando a aquellos que indefensos
Solo querían libertad.
 
El dolor y el amor se parecen,
Se visten del mismo color
Y ambos en las noches de luna
Hacen su magia en mi mente.
 
A veces escucho sus risas
A través de muros sin puertas
Más allá de mi cuarto enrejado
Mucho mas de mi mente indefensa
 
Y sufro pensando que siento
Que sus pasos se acercan por los corredores
Pasillos fríos, húmedos y oscuros
Tan diferentes a mi alma.
 
Y a la tuya.
 
Qué tristeza me genera
Ser un alma con las alas rotas
Con el amor y el dolor en la puerta
Alejándome de mis diamantes.