SONETO A PILLUJINA

Pillujina de mi bosque ancestral
amiga de las flores, duendecina
las abejas te regalan un cristal
con el cual darás luz a las encinas.

Oh, mi niña de las flores, princesa
pastorcilla de cabritos al correr
un ángel te acompaña en la mesa
cuando llegas primorosa a comer.

Princesita del canto tan bendito
tarareando tu cantar iré a dormir
en el trote ligero de un borrico.

Pillujina, te saluda el colibrí
sus alitas tu rostro acarician
¡Oh, mi niña, yo te siento tan feliz!   
 
 
 
CARTAS POSITIVAS

Navegando entre las cartas atisbo
una flor desesperada en el sufrir
por distancias infinitas que sonrío
ya debieran deshacerse en porvenir.

Son las cartas, abiertas, generosas
para flor enamorada de una voz
que buscando viajar en gran carroza
anticipa las delicias del amor.

Estas cartas definen gran destino
de la flor que en el jardín florecerá
al cantar de la voz en dulces trinos.

Son las cartas en tí como campanas
todas ellas te señalan alegrías
y me alegro, te prometan compañía.    
 
 
 
CANTANTE MÁGICA

Sólo digo, me deleita tu voz
cual gaviota en vuelo descendente
o violín que enamora derrepente
al cantar de sus cuerdas bajo el sol.

En tu canto me pierdo enamorado
porque amas al sentir en tu cantar
Es el fuego de tu alma un altar
que me hace esperar el cielo dado.

Primavera de mil voces, ¡te amo!
Digo al viento lo que siento por tí
es tu voz que me ha encandilado.

Yo quisiera darte darte cielos azules
y llevarte a los montes de mi patria
¡Te daría mil bosques de abedules!