Apenas estoy recuperando los estribos, después de un par de semanas vuelvo a recobrar los sentidos. Vaya locura en la que me involucré, una muy grande decepción y a la vez nuevamente una viva emoción, en cada suspiro me pongo a pensar en lo mal que estaba, en esa manera tan absurda de caminar sin miedo a volver a tropezar. No importa, las cosas ya pasaron a mejor vida, no niego lo que sucedió, pero si me lo preguntan para mí nada pasó, pues esa es la verdad, no fué más que un juego de azar, uno en el que no estoy dispuesto a volver a jugar. No te sientas mal, al final no me importará, lo digo con toda seguridad, haz lo que mejor te plazca y sigue jugando en un mundo de retorcidas fantasías, dejale el camino libre a quienes somo firmes y vemos la cruda realidad que tanto nos aflige. Llevate tus berridos y esos tontos juegos de niños, entregalos a quien te quiera hacer caso, ahora mismo no tengo intención de volver al fracaso. ¿Quieres odiarme por ser claro y preciso?, adelante estas en toda libertad de hacerlo, al final he aprendido a esquivar las pedradas, los insultos con muy mala intención ahora me regocijan y me revuelco en ellos con desenfrenada pasión, intenta clavar una daga en un corazón hecho de dura roca. Lo vuelvo a decir, adoro esto del anonimato. . .