(A Luna)
 
 
Con tanto pardo encima soy cada vez más gato,
sin amarillo, el grillo confía y le arrebato
sus  voces incansables, sus cuerdas atmosféricas,
te canto.
Soy un felino urgente abrumado de poética.
 
En ojos clausurados no brilla ni tu nombre,
la soledad seduce los pasos de aquel hombre
que oscuro te camina, que te descubre sérica,
te come;
le sabes cada noche como rutina eléctrica.
 
Y de pardo se mezclan las sábanas que mojo
con ropas de sirena: contraste en mar y rojo,
el eco y las botellas: dolor de Sudamérica,
el otro
con el mismo abismo, prostitutas y la métrica.
 
(Las prostitutas buscan en la noche una luz,
la grave sombra gobierna entrepiernas y caras,
los hombres se pasean con máscaras de gato
y al fin
el poeta, abre las piernas de la luna vacía)