Apreciada Hydra:

Como escritor, tengo momentos donde también me pregunto de dónde brotan determinados temas, escabrosos o asquerosos, que no son necesariamente mis constantes literarias. Perversos yoes de la actividad narrativa. ¿Los descarto o los escribo? Es mi dilema.¿Los guardo para mí o los comparto? Mi mayor dilema, luego del anterior. Entonces afronto cuanta basura sale de mi mente, pero que también es reflejo de cuanto observo. Las noticias diarias del mundo. Testimonios de mi mente delirante, sí, pero también el cruel retrato de una sociedad perversa, depravada. Me observo caminando entre excrementos propios o ajenos y el rocío.

Fui el primer sorprendido con tal tema. Soy devoto de Bach y Beethoven. Me conmuevo con la espiritualidad de temas como El lamento de Athena, por si lo buscas en Youtube. Pero en mis ojos, como observando una película, estaba tal escena, con música, con palabras, con imágenes visibles. Y una parte del escritor decidió no suprimirla de su obra. Afrontarla como no eludo otros temas que puedes encontrar entre mis publicaciones aquí en Textale. Si te aproximas a las enseñanzas del Cuarto Camino, de Gurdjieff y Ouspensky, comprenderás esta parte de mi oficio y mi ser. Hay un breve y revelador libro, Psicología de la posible evolución del hombre, de P.D.Ouspensky.Te lo recomiendo por si deseas interiorizar en los desequilibrios del ser humano. Quienes se formulan tu interrogante, aquí podrán hallar respuestas no solo para cuanto hablo de mi proceso de escritura, sino para las acciones del individuo en general. Afectuoso abrazo para ti, para mis lectores, para la enorme familia textalera con la cual desde este Portal humanístico compartimos tantas afirmaciones, dudas y negaciones.

Naydú:

Como bien lo pides en uno de tus versos: "Quiero que guardes mis secretos inviolables y atesores mis pasiones silenciosas", cuando el escritor, poeta o narrador, se confiesa a través de sus personajes, muchos de estos no son necesariamente la representación autobiográfica de cuanto somos, hacemos o deseamos. Entonces es imprescindible atesorar extraños tesoros de la palabra y la imaginación, pero también de la realidad. Me sucede con frecuencia. Revisa otros textos míos que no están en la línea del llamado Realismo sucio. Battaglia lo dedujo con acierto crítico: muchas veces el ser humano intenta justificar sus mezquindades rodeándolas de bellos argumentos. En este caso, Beethoven al fondo, dándole razones estéticas a un acto depravado.