Lo único que puedo concluir es que la prudencia nunca a sido una buena compañera,
hay que ser directo, directo y directo otra vez. 
En estos tiempos no hay tiempos para parafraseo y palabrería.
Todo lo que hay que decir ya se a dicho o ya se escrito no sé cuántas veces.
Y si no me entiende lea entre líneas.
Y si tampoco entendió, no me lea.
En muchas materias me declaro incompetente y en otras no compita conmigo, porque ya le gane.
¿Cuál es mi secreto? No busco ni un puto secreto.
Lo único sabio es cagarse de la risa.
¿O acaso hay visto un animal tirando la talla?
No hay huea más zen que la risa.
No es culpa de nosotros que Buda, Jesus y Lao Tse no tuvieran pasta de comediante.
Por eso considérense afortunados, lo relevante lo es por naturaleza, no por ti, ni por mi.
No inventen esperanzas, ni miedos.
Lo real no necesita mayores presentaciones.
Te diré lo contrario de lo que dicen los cursis conscientes. 
¡PRENDE LA TELE!
Pero para ver una película.
¡CIERRA UN LIBRO!
Solo cuando terminaste de leerlo.
En materia de amor.
Todo es standar; 
Te amo "casi siempre"
Te amo "por mientras"
Te amo "por no estar sol@"
Te amo "por qué no me queda otra"
Te amo "por qué el resto lo hace, ¡Yo solo quería ser popular!"
y el olvidado Te amo y sin "".
El ultimo, no tiene nada de profundo, por eso es hermoso, porque es sencillo.
¿Ya dije que lo real no necesita mayores presentaciones?
Si te digo que es más difícil comprender lo sencillo que lo complejo, que es más fácil ser experto en álgebra que entender la naturaleza intrínseca del número 1. Tal vez sepas  de que estoy hablando, y si no lo sabes, lee entre líneas.
En su origen todos fuimos el espermatozoide campeón.
No naciste por la divina prudencia.