Parálisis facial en los enfermos de rutina y doctorcitos sin doctrina me recetan cocaína… Todos quieren tragar carne y sin embargo son carnadas. Mil idiotas con diplomas expertos en la materia de la ignorancia.
 
Miserables delincuentes robando la miseria de los pobres y un tal Dios juega al ajedrez arriesgando a sus propios peones. Payasos sin vocación bien maquillan su actuación en los programas por televisión… Anoréxicos con postres y a la vez mil hambrientos devorando las migajas de la compasión.

Muertos descansando en paz, vivos matando y muriendo; ahora entiendo: si es que la guerra encontró la “paz” fue en el descanso de sus muertos. Ancianos viviendo la muerte de su infancia y las flores de Charles Baudelaire ya no parecen tan malas… La moral caduca como manzana podrida, todos somos “Blancanieves” pero un beso ya no basta.

Y la sentencia de muerte es para los recién nacidos… y la noche sigue desvelándonos pero el sol sigue dormido. Y la silla se a cansado ya de soportar tanto cansancio ¿Cómo es que el vacio de la soledad puede ocupar tanto espacio?...