Por favor amigos lectores, si ustedes leen este texto,  lo intentan juzgar como un escrito bien hecho, por favor no lo hagan;porque no esta bien hecho, es solo un sentimiento que necesitar ser expuesto, gracias por comprender, los miles de errores, y espero que alguien pueda identificarse conmigo, y pueda llevar este dolor...
Falsa Realidad III
 
Se cerraron mis ojos, no recuerdo mucho desde aquel momento; pero donde me encuentro ahora, trato la manera de retener o traer a mi algo que me consuele. Me encuentro sentado en una silla extraña, tiene un respaldo muy grande, tiene formas extrañas, donde tengo mis pies parece un tipo de piedra, algún mineral raro, es de color verde con manchas, este lugar cada vez me sorprende por la belleza de su construcción, y a la vez me asusta por los sucesos que he vivido hasta este momento. Sobre mi hay muchas rocas, también hay muchos agujeros en las paredes, agujeros pequeños, agujeros grandes, de ellos brota un tipo de humo de color rosa, pero el humo ingresa en otro agujero, pareciera que nada mas esta rotando.
 
De pronto se apareció una sombra grande frente en mi, que se deslizaba por las paredes agujeradas que observaba, parecía que sería una proyección; porque de la sombra comenzó a emanar una luz, no molestaba los ojos, al contrario, era agradable observarla, parecía que hipnotizaba.
 
-       Te mostraré todo lo que has hecho – me dijo la voz…
 
Tan pronto como había terminado de hablar comenzó aparecer en esa sombra escenas donde aparecía yo con una amiga en un centro comercial. Escuchaba con atención todo lo que aparecía frente a mí.
 
-       ¿Sabes cuál es el valor de la amistad? – preguntaba yo en la escena a mi amiga.
 
-       Pues no sé, dime tú – respondía ella con humildad.
 
-       La amistad, es un pilar, es algo que no cualquiera puede derribar, incluso la distancia no puede destruirlo, haberte conocido fue el mejor regalo que Dios pude darme.
 
-       Gracias – se sonrojo.
 
-       Y te lo digo en serio, lo mejor de todo, es que cuando tenga un problema, o me sienta solo, sé que podré contar contigo para encontrar el consuelo que  necesite.
 
-       Claro que sí – respondía ella – puedes contar conmigo para lo que quieras -  afirmaba.
 
Cuando observe eso, sentí una gran tristeza dentro de mi pecho, porque en esa ocasión la hipocresía había actuado, ya que era una completa mentira lo que de mi boca se escuchaba en esa escena.
 
-       Jhony – me decía ella – ¿Qué fue lo que pensaste cuando me viste? – ella preguntaba.
 
-       ¿Quieres que te sea sincero? – Preguntaba yo.
 
-       Claro, lo más sincero posible – Respondía ella.
 
-       Pues me dije, que linda chica, que fortuna tengo de conocerla, mi corazón comenzó a palpitar muy fuerte, y aunque no me lo creas, en este momento, mientras te digo esto, me siento muy; pero muy nervioso – Comentaba yo.      
 
-       Que tierno eres – Me decía ella.
 
 
A mí me dolía más ver eso nuevamente, y escuchar todo lo que ahí decía yo, me sentí avergonzado, de jugar con los sentimientos de las personas, y más de haber jugado con los sentimientos de esa chica. Ella se veía muy ilusionada, en sus ojos podía verse que el sentimiento de cariño aumentaba con cada palabra de alago que lanzaba hacía ella; pero dentro de mí no había nada. Pasé mucho tiempo observando esa película, en donde muchas escenas, con distintas personas, pasaban, chicas de distintos tipos, de diferentes posiciones sociales, de distintas características corporales, incluso, de distintos pensamientos, y encontré un factor común en todas ellas, en todas las escenas, el factor común era, yo…
 
-       Un día tenías que pagar todo lo que habías hecho – decía esa voz.
 
Pronto la película cambio, y lo que apareció no fue sorpresa para mí; pero me devasto por completo, esas imágenes destrozaron mi corazón…