carta a Juanita
Publicado en Jul 29, 2009
Prev
Next
•·       Carta a Juanita
Hola Juanita
                     Pensaras que te escribo cuando ya es tarde para decir que es tarde para escribir. Pero sabes que aun me mantengo fiel a mi costumbre de llegar siempre tarde a todos los acontecimientos, esta vez también. Solo tuve que llegar antes a los hechos que me llevaron a alejarme de esas tierras, a estas otras donde se habla nuestro propio idioma, pero que a su vez, no saben de nosotros y menos de nosotros dos.
Juanita, mi amor, me acuerdo cuantas cosas hicimos juntos, cuando estábamos juntos y cuanto más quedo por hacer. Cosas que ya no haremos  juntos ni siquiera solos, porque el mundo nos quedo afuera de la ventana. En esa época teníamos la desesperación apasionada de querer hacer cosas que no sabíamos hacer. Seguro, éramos jóvenes y todo nos parecía al alcance de nuestros dedos. Con una sonrisa evoco la tuya y ese grito de guerra mostrando tus dientes blancos y el amor que nos unía  más allá de las tormentas. Como ese día que nos envolvió la lluvia en la nueve de julio. Se que te acordas cuando tu cuerpo temblante se acerco al mío buscando calor que yo tampoco tenia por estar tan mojado como vos, pero eso no importaba... Todo lo podíamos, éramos invencibles. Nuestro amor todo lo podía. O cuando grite con mas miedo del que me cabía en el cuerpo, vos me miraste y sonreíste. Seguro te acordas. Nuestro amor por todo lo que hacíamos y por nosotros mismos era lo más importante. Fue el peor invierno que pasamos juntos. Mis recuerdos no alcanzan a saber si era frió o llovía en realidad, o de que color era el cielo en ese tiempo. A pesar de todo solo quería quedarme, estar allí con vos aunque no pudiera. Te reías, calma, entera, mientras yo temblaba como una hoja. Me decías que el centro era tu lugar, cual si no, y yo, que ya casi ni me acuerdo como era. Algo que no olvidare, fue la primera vez que hicimos el amor. ¿Vos también te acordas?  Tu cuerpecito delgado parecía flotar entre sabanas, y yo impotente ante tanta incertidumbre sobre tu vida y la mía. Afuera algunos árboles desnudos que no vi., adentro la desnudes iba por otros lugares. No se si alguna vez tuve conciencia si hubo invierno adentro o afuera, ya que en mi solo éramos  vos  y yo. La puerta era un símbolo que nos imponía  el límite entre la luz y la oscuridad. La vida y la muerte detrás de una puerta, el decir de unos y otros solo marcaban un tiempo sin medidas, espacios, parámetros. Quien puede asegurarme que pueda ser feliz nuevamente. Te confieso hoy sin vergüenza que para mi también fue la primera vez, aunque vos te hayas dado cuenta. Ahora me pregunto porque he dejado pasar tanto tiempo para escribirte, pero también se la respuesta, solo que no quiero escucharla. Yo te había pedido que te vinieras conmigo, más que nunca después de aquel día de la marcha. Fue ese día en que yo te cubrí con mi campera nueva, esa que después quemaste con un cigarrillo y que a mi no me importo como vos pensabas. Te entro toda la culpa, mientras yo trataba de decirte que no importaba, ahora tampoco. Sabes que ahora tengo un poquito de panza, y si los años me han traído panza y un poco menos de pelo, pero igual aun podría pasar tus dedos por mi cabellera como antes. ¿Me seguirías viendo lindo con mi pancita?  Se que han pasado algunos años desde que nos diéramos el penúltimo beso y que dijéramos que nos volveríamos a ver pronto. Cuando momentáneamente me dejaste, no hubo sino soledad compartida ya que cada uno se quedo solo de vos. Vivimos juntos la misma pasión, pero no los mismos dolores. Podría recordar cada gesto, cada expresión, cada mirada tuya, pero no puedo recordar como era el mundo en esos días. Afuera el estruendo de la vida cotidiana, adentro no había otro sonido que tu respiración, y era eso solo lo que importaba, el afuera era algo ajeno y el adentro por momentos también. Todo se vuelve monocromo. A veces sufro. A veces quiero reír. Adentro, los silencios son interrumpidos, solo por mis pensamientos, la espera no tiene tiempo. Ningún reloj puede medir las sensaciones. Allá afuera, tan lejos parece todo desde la ventana, la gente va y viene sin saber de nosotros.
Hay una miscelánea de imágenes y sensaciones que solo a mi me pertenecen y que egoístamente no puedo compartir. Se me ocurre pensar ahora, que hubiera sido nuestra vida acá junta. ¿Qué fue de los demás?  Me han dicho que han sido, que fueron, que son muchos, tantos, tantos...Y sin embargo, yo, egoístamente solo pienso en vos. Se que aun estas ahí, que no te deja salir ningún recuerdo, que tu misterio y tu silencio es un grito que solo yo escucho.
Juanita, te escribo desde acá lejos, mientras miro este mar que no tiene nada de vos, o al menos así lo quiero creer. Mi peor problema es estar acá, vivo, o, casi,  donde cada día tiene tu cara de entonces. Solo yo he envejecido, vos tal vez tuviste la extraña suerte de quedarte en el tiempo y permanecer mientras  yo he pasado todos estos años evocándote, esperando una señal, un mensaje. No sabes, ni quieras, lo que es vivir así, los recuerdos,  la nostalgia, la culpa de no saber porque, me atormenta cada día, tal vez porque vos te has librado de todo ello.
Juanita, que hubiera sido mejor me pregunto hoy, si contemplar el mar o pertenecer a el.
Se que hoy escribo esta carta que nunca he de enviar, con un destinatario verdadero, pero con un remitente que no se anima a aparecer. A pesar del tiempo, tal vez y por eso mismo te escribo esta carta, esta ultima carta como un consuelo de tonto. Lo que ya fue no nos pertenece, y lo que puede venir, no sabemos si tomarlo juntos.
Adiós Juanita.
Siempre te quiere Jorge.              
Página 1 / 1
Foto del autor sergio golovchenko
Textos Publicados: 19
Miembro desde: Jul 25, 2009
4 Comentarios 441 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

relato corto

Palabras Clave: extraar silencio mar

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (4)add comment
menos espacio | mas espacio

doris melo

Sergio apenas acabo de descubrir tus letras y me encuentro con este bello relato de Jorge. Este corto relato rico en palabras tiernas, tranquilas, hermosas . Sensibilidad y frescura en la voz que narra , la de Jorge quien se encarga de pasearnos por su intimidad con la amada , la que trae en un recuerdo lleno de nostalgia de su juventud ya lejos que no sabe ya de ella pero que piensa si estaria con ella como seria ahora su vida . En medio de su soledad y su tristeza ya con unos cuantos anos aun se inspira en su bello recuerdo. Es maravilloso. Gracias por poder leerte. Doris
Responder
August 27, 2009
 

Miriam

Sergio es lo primero tuyo que tengo el placer de leer,y me parecio realmente muy bello,muchos a veces escribimos una carta parecida,que no sabemos si enviar o no,es parte del destino de muchos quedarse recordando lo que pudo ser,espero leerte otra vez,cariños
Responder
August 03, 2009
 

sergio golovchenko

gracias, voy a leer tus cosas y despues te cuento, un abrazo.
Responder
August 02, 2009
 

Diego Lujn Sartori

Sergio, buen texto.

Te invito a leer mis cuentos y poesías.

Gracias, Diego.
Responder
July 29, 2009
 

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy