30 Aprende a croar y se te revelará el origen del lenguaje y el propósito de la poesía.


2 Descubre las semejanzas teológicas entre rascarte las orejas y rasurarte los testículos.


3 Revuelca en los basureros de tu pueblo, tal vez encuentres los escritos perdidos de Aristóteles o algún fragmento de las lecciones acroáticas.


4 Aprende, si te queda tiempo, un poco de chino, tibetano, uigar, sánscrito, xixia, basba, uigur-mongol y sirio. Igual que con el español, aunque pocos te entiendan.


5 Corteja la memoria de Enkheduanna, hija de Sargón de Akkad, primera escritora conocida del planeta, quien escribió himnos a la terrible diosa Inanna. Ella te responderá en sueños de la madrugada.


6 Recuérdale a las alas la suprema sencillez de las ecuaciones que florecen en la nada.


7 Acaricia la espiral de la eternidad en los ojos de la mosca.


8 Sutura con benjuí las heridas del piano.


9 Rompe los tejados para que la noche descubra el apellido de sus manos.