El General llego de repente y ordeno formación,  se paró sobre el altozano de cemento de
setenta centímetros de alto y diez metros de ancho donde  forman los oficiales , grito: Coronel quiero
listas del  departamento de personal y
cada soldado en la fila.  Todos corrían,
los S/oficiales de guardia ordenaban a gritos: Todos  a la fila y los oficiales subalternos daban
ordenes mientras terminaban de vestirse, cada llegada del General deja oficiales
en el camarote, Sargentos arrestados y Soldados en el calabozo, también
algunas  felicitaciones, cuando el
General recibió parte del Coronel después de media hora, llamo los ofíciales al
frente, dejo el Coronel fuera de la fila, les ordeno formación de revista para
el armamento de dotación,  algunos
oficiales aun estaban llegando, les hablo en voz baja para que la tropa no
escuchara, saludo algunos e hizo bromas, 
les ordeno formar al frente y llamo los S/oficiales, los devolvió por no
salir de la fila con la suficiente energía, repitió el ejercicio cinco veces
hasta hacerlos sudar, cuando estuvieron al frente rígidos temerosos, algunos
sin atreverse a mirarlo, eran estatuas vivas, sin pensamientos, vacíos,  obedientes, desde el mas viejo hasta el cabo
mas joven, se paro frente al primero en la formación, un sargento mayor y le
pregunto ¿porque esta sin afeitar sargento mayor y porque no tiene armamento?
la pregunta recorrió el silencio, mas fuerte que  los latidos del corazón de  todos los héroes allí reunidos,  toco  neuronas de los cabos mas jóvenes quienes  en un instante acertaron que el sargento
mayor  merecía ese trato y la pregunta se
disolvió en los rostros  sudorosos de la
tropa, el General ofendió y felicito tal vez para dejar algún rastro de
justicia y benevolencia, pero al final para él todo estaba mal muy mal, por lo
tanto  la unidad tendría aseo de
armamento y tres formaciones durante la noche 22:00, 01:00, 04:00. El personal de
 oficiales permanecerá en el casino,
nadie podrá salir de la unidad, el malestar por la llegada del general alcanzo
los hogares, las comidas quedaron tapadas, y otra noche aparte de la guerra
mujeres casi acostumbradas a dormir solas, dijeron a sus hijos llego el general
 cuando preguntaron por su padre.
El General no asistióa ninguna formación impuesta,  pero  a las siete de la mañana, en la formación general ordeno salir al frente algunos S/oficiales y soldados al azar  y sin mirar con detenimiento ordeno felicitaciones y redundo en las exigencias que hacen todos, con las mismas
palabras, un texto que llevan en su memoria hasta la muerte y será heredado por
los futuros padres de la patria, de repente salió la secretaria de comando ávida de felicitaciones recibió el sol de la mañana hasta donde se encontraba  el general. Señor tiene una llamada. El general que hasta el momento su caminar era lento, con la seguridad que da el poder  se apresuró un poco con un trote desafinado
que le apresuro un rubor, levantó el teléfono y antes de preguntar escucho. Gracias general le habla Pablo Escobar Gaviria, muchas gracias, el general se sintió como una estatua viva, temeroso, pero algo su interior le causaba una inmensa
alegría.


Por: Anselmo j Lambraño. 
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