EXTREMO VIGILANTE

En estricto silencio
y para que ninguna duda quede al respecto
me declaro en estado de extrema vigilancia
frente al paso de los punteros
del reloj.

Es un desafío difícil
Es una auténtica innovación,
una forma subversiva de entender
el antes y el después.

Nada de idioteces tales como:
"el tiempo es oro",
Hace una eternidad que estoy vigilando
en silencio
el paso de los punteros.
¡El oro no tiene tiempo, señores!  
El oro podría ser un loro,
y por lo tanto
rompería el silencio
en la sucesión del después.  
Nunca hasta ahora
ha pasado un átomo de oro
en mi atenta y silenciosa vigilancia
del antes y el después.  

Mi vigilancia es absoluta
El "tic-tac" de los flujos sonoros se ha retirado.
Ya no tiene cabida.
El reloj pierde su perfil.  
Y yo sigo imperturbablemente
dando la hora.