Solo veía pasar los minutos y sentir mis lágrimas caer,
Nada pude yo hacer para que reflexionaras por mi querer,
Te fuiste sin tan siquiera escuchar lo que mi alma intentaba gritar,
En su propio llanto callada y ahogada, sin poder sacar lo fuerte
Que dolía tu triste despedida.
 
La lluvia caía y el sol no se encontraba, solos tú y yo en esa
Discusión desconcertada, No había razón  para encontrarnos ahí,
No había motivo para discutir, solo fue tu momento para huir.
Te desahogaste por todas las faltas cometidas, por los plantones
De los anteriores días; pero no escuchaste el lado de mi  jugada,
La historia sucedida y que no fue contada.
 
Me viste con rabia y reclamos por millar me lanzaste, no te
Contuviste, hasta mis lágrimas sacaste.
Despertaste aquella nobleza que había en mí y rompiste mi
Corazón triste. Intenté explicarte los hechos; pero no me hiciste
Caso, solo volteaste el rostro y  cruzaste los brazos.
 
Mis ilusiones al piso cayeron, cuando por última vez de tus labios
Escuche te quiero. Mi entero mundo fue otro cuando envolviste tus
Palabras por un fuerte odio, era amor aquello que sentíamos, que
Juntos cultivábamos en el jardín de nuestro destino.
Las emociones se desbordaron y nuestros sentidos se descontrolaron,
¿Recuerdas esa noche cuando fuimos uno? ¿Recuerdas que solo
Nosotros importábamos y a partir de allí ninguno?
Me duele ahora ser rechazada, solo por confesarte que estaba embarazada.
Y sostengo que tu partida no es más que una huida.