Si me perdiera mil años de ti,
En mis años me encontrarías
Rendido a tus pies.
No encuentro con nadie más
La paz que tanto busqué.
Toda la tempestad queda atrás
Cuando vos llegas.
 
Lo imposible se vuelve posible,
Lo irreal en realidad, y todo
Sufrimiento en calma es
Convertido.
Como el dolor de la fiebre
Recorre todo el cuerpo, recorrió
Ese veneno que no es mortal
En todo mi corazón para que
Solo se pueda entregar.
 
Aunque pierda el rumbo de mi
Camino, aunque se me olvide
Hacia donde me dirijo, siempre
Estas ahí, dando tu mano en mi
Pronto auxilio, guiándome con tu
Voz y mostrándome el camino.
 
Pocos conocen tus virtudes y
Muchos son los que las desean.
Yo soy solo un buscador de tesoros
Que desentierra la arena.
Busco perlas, joyas y otros diamantes,
Sin encontrar otra piedra como tú
Más brillante.
 
De poeta la he hecho en caso de
Que me pregunten, como fuente
De inspiración que en mis poemas
Se difunden.
Un aire de tristeza esta cegando mis
Ojos, sin visión terminé como un pobre
“Patojo”.
 
Si he creído en ese amor que de ti
Emana, solo por ti me he entregado en
Pena madrugada.
La noche se entrega al día cuando sale
El sol, el atardecer nos indica que se irá
Ese bello resplandor.
 
Mi amor, mi cariño y mi completo corazón,
Entrego con mis letras bañadas de inspiración.
Destellos luminosos que despiertan la ilusión,
Por sendas gigantescas caminó mi gran amor.
 
Me encontraste perdido auxilio gritando,
Me diste tu abrigo a mi cuerpo temblando.
Sin pedirte nada sanaste mi  herida, con
Cada caricia que de noche regaba mi vida.