El era un buen hombre que hacia sus repartos
era el alma pura que mas admiraba...
era mi ejemplo de vivir seguido
de no rendirme nunca ni aun estando caido...
esa él mi consuelo diario
era su mirada mi seguridad...
eran sus palabras que iba recordando 
para ser mas sabio
y no dejarme llevar...
Pero a él....el viento lo fue llevando
y de a poco...se dejó llevar...
su mirada cambio de a ratos
y sus caricias no volvieron mas....
Eran sus juegos los que divertian
pero éste mal tiempo lo dejo matar...
matar las hora y no tener ganas
para estar aquí o estar allá.
Era su risa que regalaba...
eran sus muecas que me  hacian reir...
todo partió lejos 
muy lejos de mi casa...
..mi padre, su cariño...su alegria y mi vivir.
 
                                                                  Ana Belén Codd