Éramos como niños que jugábamos,
Que juntos andábamos y de la mano
Caminábamos, felices, con nuestros
Rostros siempre sonrientes y sin
Obstáculos que nuestros sueños
Destruyesen.
 
Amigos que siempre se comunicaban
Y los abrazos compartían cuando
Nuestros corazones enamorados lo
Sentían.
 
Besos de miel siempre llegaban y el
Espacio llenaban mientras que las
Mariposas del amor su labor hacían.
 
Tu llegada era un sueño esperado que
Mi vida iluminaba y separarme de ti
No podría.
Las despedidas terribles eran; porque
Un dolor de ausencia dejaban y un
Remedio para ese sufrimiento no
Existía.
 
Yo no amo porque me lo hayan dicho,
Lo hago porque de mi ha nacido y
Todo mi corazón a ti he entregado, un
Gran regalo para mi tu amor ha sido.
 
Quiero que como los niños inocentes
Nuestras mentes se unan y que nazcan
Imponentes deseos mutuos que nuestro
Alrededor dominen.