ACRSTICOS
Publicado en Jul 24, 2009
PERRITOS AMIGOS P itufo es un cachorrito E ntretenido y juguetón R iendo su colita que mueve R astrea como campeón. I ngeniosa es su mirada T ravieso que despierta atención O casiona problemas diversos S iempre conquista tu amor A tento a tus ladridos M ueves cualquier corazón I nteligente en tus reacciones G racias te ganas, bribón O rgullo de ser tu amigo S impático, eres un sol. E sta verdad es muy simple N adie debe olvidarla E staría realmente perdido sin no la defendiera L as feas páginas de la historia volverían a escribirse, otra vez F araones y Emperadores, asesinos y estafadores O scurecieron su mensaje y nunca pudieron comprenderlo. N ubes negras, cargadas de ignominia azotan en sus días D udar hacen a los vivos de la vigencia y jerarquía de este don. O las de terror que las aguas contaminan. S e enciende una llama libertaria, frágil O scilante al viento cual bandera M aravilla el canto de su tierna proclama O mbligo de espacio propio, conexión a tierra S alud a la presencia de una mesa compartida I nteligencia que te afanas generosa G estando un cotidiano iluminado U niverso renovando sus estrellas A las desplegadas desde el centro de la esperanza L as albricias de un gozo inefable E s el día en que los niños danzan S entimiento del vino en medio de la fiesta. C ayendo como lija en la madera R asgando supeficies en la bruma I nhóspita morada en el oido T erreno de la voz inexplorada I nsisten en huir de tus palabras C omo si venenos ellas contuvieran A ncladas actitudes te relegan S abiendo que a verdades das salida. MAMÁ M i madre, mujer de alma hermosa I nquieta, peregrina de su propio corazón M e trajo a este mundo A ntes de mi, otros tres hermanos M amá grande, después me diste seis hermanos más. A todos tus hijos aún nos convocas, linda mamá. E res como una cascada de aguas alegres S alpicando rocío en el silveste bosque L os años pasan y tu vida canta I nclinas tu cuerpo ya cansado N avegando en las aguas de larga y fecunda vida D e tantas jornadas tú presente, atenta A nimando esta gran familia que te quiere tanto. B ailando sobre las ruinas I ndefensos van unos niños B rindaban gran desconcierto L os brazos pintados I nvocando la lluvia O ra corriendo a saltos T ronando en gritos E rráticas palabras deslizan C ubriendo el silencio con piedras A sombran sus actos P ondré atención a los libros E n esta hora tan negra R ompiendo sus tapas y páginas D urmiento sobre las cáscaras I rrita la nula conciencia D e esta oscura presencia ¡A quienes quisiera ver leyendo! MAMÁ M i madre, mujer de alma hermosa I nquieta peregrina de su propio corazón M e trajo a este mundo A ntes de mi, otros tres hermanos M amá grande, después me diste seis hermanos más. A todos tus hijos aún nos convocas, linda mamá. E res como una cascada de aguas alegres S alpicando rocío en el silveste bosque L os años pasan y tu vida canta I nclinas tu cuerpo ya cansado N avegando en las aguas de larga y fecunda vida D e tantas jornadas tú presente, atenta A nimando esta gran familia que te quiere tanto. H ay siempre consuelos esperados A la expectativa de quienes sufren Z aheridos, arrastrados, casi a su pesar L as indecisiones roban el alma O nerosas, resultan sus consecuencias. P iénsalo bien, O las de incertidumbre se pueden levantar R ecelos subteráneos son malos consejeros. T uya es la decisión I ntrigas consumen la confianza. A toda suspicacia, pon un flitro H arás una buena y razonada opción O bien, cometerás un acto precipitado R ompe el círculo de una mirada rígida A tento estoy para lo que quieras. D onde el fuego crepita generoso E xtiendo este llamado a tu conciencia T e invoco en el centro de tu persona I ngenuidad, tal vez, pero más que eso, convicción. D e saber que amas la vida E ntiendo que le aquejan penas y dolores P ero eres muchísimo más que eso E ncierras misterios que sólo saldrán a luz por el amor N unca el mundo cambiará si no abres tu corazón D ecide la justicia y la paz te acompañará E ncuentrarás la verdad si estás hoy buscándola. A ndando en las Altas Moradas R afael nos saluda muy amable C antando nos enseña a alabar Á l Dios que en el principio nos amó N aciendo también de María G abriel a ella anunció E legida entre las nujeres L e dio tan alta misión E lla asiente en todo su ser S entirá na espada en el corazón. BENDITO VERDOR DE MI PLANETA V erdad sencilla y vital E speranzadora R iqueza muy fecunda D iamantes de una paz tan plena E n los bosques y praderas del planeta. C on tu sola presencia O rganizas un paisaje de ensueño L os animales retozan O ndulantes balo el viento R umiante en las praderas. P or tus cálidos tonos R esplandece la mañana bajo el sol E ntre las copas de los árboles F lamea la esperanza en cada hojita E res prodigio a mi vista R incón de mis duendes amigos I nsólita morada de toda fantasía D urmientes entre hadas y elfos O scurece y entras en mis sueños. UNA SIMPLE OBSERVACIÓN E s una simple observación. S ólo lee con detenimiento. C ómo tú digas las cosas a los demás O casionarás en ellos reacciones diversas. Así podrás G anarte amigos o grandes detractores. E s cosa de sentido común. L a sonoridad de cada palabras es importante, A ntes de de soltar un juicio, las emociones te condicionan. S aldrás reconfortado si logras empatía en lo que dices. P ara toda circunstancias, ¿Por qué no hacer el esfuerzo? A las ausencias, responder con el valor de estar presente, L as sombras merecen la luz como el tratamiento natural A las cortadas por el temor, necesitan reinventar la confianza B ien es siempre el foco luminoso para buscar en común. R espeto a la privacidad, por eso, háblale aparte. A ntes de responder un insulto con otro, puedes respirar profundo, S aldrán palabras de amor si las traes de lo profundo de tu alma. A decuadas o no estas palabras, son para probarlas. D entro de un tiempo las verás florecer. E n tu decisión está aprender de estos momentos difíciles. C urar las heridas valorando las palabras U na simple observación, ¿La recordarás? A hora que la tienes en tu sentimiento D éjala echar raíces A muchas personas ayudarás, y podrás ver S entimientos nuevos en tu paisaje interno. G iraban en el cielo O scilantes en su volar disciplinado T ranquilas, como siempre, esforzadas A bejas de la esperanza. D etrás de sus desvelos E ntregan la vida entera. M ensajeras de una promesa I ncansables, la llevan dentro E n cada una de sus andanzas L as flores les dan sus gracias. U na pequeña advertencia N o más yo darles quisiera V aya a la concurrencia A todos con gran respeto S i bien a los mas viejos O rgullo de la experiencia D e tanta alegría digo E lijo yo la "prudencia" V endrá para acompañarnos I rradiando complacencia N i tanto ni poco o nada O sea, lo necesario. |
Enrique Dintrans Alarcn
Me permitiré adaptar este texto como entradas de blog en términos de acrósticos:
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A l pasar los días y semanas
T engo esa impresión
E n cada del tiempo voy
N. otando un mágico desfile
C onspirador de dispersiones
I mparable en su delirio
O h, cómo pudiera retener lo esencial!
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Bien... solo esto por hoy.
N
Enrique Dintrans Alarcn
T engo esa impresión
E n cada del tiempo voy
N. otando un mágico desfile
C onspirador de dispersiones
I mparable en su delirio
O h, cómo pudiera retener lo esencial!
N ecesito concentrar el pensamiento.
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Ahora sí. Me había comido una letra.
Enrique Dintrans Alarcn
A tento al paso del amigo
L igero y preciso, como un rayo
U nico en su gracia
D errama paz en los jardines
A nhelo ver el gesto multiplicado
A ntes que el tiempo haya huido
T e hará muy bien
U n momento de encuentro
H ermosa es así la vida
E n los campos de la amistad
R eplicarán campanas vibrantes
M ientras reina una palabra vinculante
A rados se abren en la tierra
N ubes de generosas aguas vendrán
O rigen de nuevos tiempos.
Hola amigos:
Hace tiempo que no pasaba por estos acrósticos y dejé uno ...
Saludos
Enrique Dintrans Alarcn
¿Qué opinas de esta forma de escribir poesías?
A delante, sólo sigue tu impulso
N otarás que las palabras circulan felices
I mpresiones del alma se organizan
M ientras tus dedos pasan veloces por el teclado
O las de alegría acompañan tu poema.
Dedicado a los lectores anónimos que pasan por aquí.
Enrique
Carlos Campos Serna
Saludos...
Diego Lujn Sartori
Diego