Querida Pelirroja, muy bien, conserva tu virginidad, pero ten presente que como tal circunstancia será una tentadora y voluptuosa novedad para tu esposo, o para quien vaya a disfrutarla debidamente, además de la otra... la virginidad del sendero estrecho, de la cual nada mencionas en tu poema, con seguridad querrá hacerte el amor sin descanso, infatigable, en todo lugar y a toda hora, hasta en los momentos de oración durante los primeros meses y de pronto dicha pasión puede influir en tus principios cristianos. Respecto a tus poemas, he leido varios, hay autenticidad en cuanto escribes, una sincera confidencialidad buscando estilo y forma literarias que puedes abonar leyendo, por ejemplo, la hermosa y comprometida poesía cristiana de Pedro Casaldáliga, autor que con seguridad puede inspirarte y servir de modelo para el torrente místico-poético qu acompaña tus pensamientos de castidad y de entrega. Así mismo, con tus poemas puedes entrar de la mano en los interesantes planteamientos de la Mitopoiesis. Un afectuoso abrazo desde las montañas del Quindío, en la Cordillera Andina de Colombia.

Admirable desde todo punto de vista. Lo comparto sin objetar nada.¡Los años me enseñaron lo mismo!

Una definiciòn muy clara y que se respeta. Rara en esta època por cierto, pero cada uno hace lo que le parece
Felicitaciones