Madre
Publicado en Jul 18, 2009
MADRE
En la plenitud redonda de su fecundidad lleva el sino de una misión. Dar la vida, hacer ver la luz a aquél que a semejanza de Dios después de nueve lunas ha de ser. El rostro sonrojado la mirada tierna el pecho explotando de vida. El regazo pronto la mirada ávida de ver la nueva piel. Toda la paciencia para esperar a que la naturaleza teja su trama milenaria y ocurra el milagro del nacimiento. La mujer reposa en sus sentimientos y llena de vida espera el amanecer. Hagamos que todas las mujeres sean así un culto sagrado de la raza Fecundas como el amor... Como María, la Madre de Dios. Del libro: Columpios Azules, San Vicente, 1994
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Julio Camargo
rocio nava
gracias por tus comentarios, son de gran aliento a mis inquietudes de iniciarme en estos gèneros literarios.