REPLANTEAMIENTO

Un candado es seguridad.
Una muralla es seguridad.
Un buen trabajo es seguridad.
Una fortuna es también, seguridad.
La lluvia es seguridad.

La fama, la salud, el éxito
e incluso el poder
son todos, seguridad.

La muerte es una seguridad.

Hasta aquí.
Todas las seguridades me provocan inseguridad  
menos la última.

Parece que debo replantearme seriamente el negocio
del supermercado de las inseguridades.
 
Es muy posible  que el mercado reaccione
y se adelante en cambiar la muerte
por otros productos más accesibles
y con nuevas condiciones de endeudamiento...
que también son seguras.