EL PINTOR Y EL SILENCIO
Diego Luján Sartori
 
Dedicado a Marciano Paniagua Borja.

Fueron pocos los que vimos
en tus pinceladas el talento.
Nadie pudo o quiso
descubrir en tu vida sencilla al artista.
 
Yo entré a la intimidad de tu taller:
pinceles viejos y pomos vacíos.
Tenías la esperanza de poder pintar
cuadros de pioneros, tal tu voluntad.
 
La vida mezquina no quiso
darte tiempo ni dinero,
debiste marchar cotidianamente al trabajo
asegurando para tu familia el pan.
 
Mientras el arte esperaba
en un silencio letal,
mudos los pinceles, mudos los colores
muda la espera del tiempo de crear.
 
Pero no puede, no debe
haber de tu nombre tanto olvido.
Muchos te recuerdan como vecino
yo como el artista que el pueblo ha perdido.
 
Pero vano tu esfuerzo no ha sido
y el cuadro del Santo Patrono
plasma en sus tonos, el candor de tu alma
la plasticidad de tu pulso.
 
Mi pluma te brinda este homenaje
tristemente postrero.
Muchos lloran al vecino.
Yo lloro al artista perdido.