¿Dónde estás mi niño?
Diego Luján Sartori

Cañones poderosos
batían la trinchera.
En medio de aquel lodo,
de barro y de sangre
un soldado se arrastraba.
 
Y entre lágrimas y sollozos
su boca de niño-hombre rezaba:
"Señor, si salgo de esta
lucha con vida
te prometo ser muy bueno.
 
Y si se cruza un enemigo,
en la mira de mi fusil
lo batiré sin odio ni rencores
porque tal vez, a él su madre lo espera
como la mía me espera a mí".
 
Al rayar el alba, reinaba la quietud.
Nada quebraba el silencio matinal.
Los pájaros trinaban
ignorando la sangre y la crueldad.
La antorcha de guerra
ardía en Malvinas y Soledad.
 
Entre ambas trincheras
en la tierra de nadie;
sobre el cadáver del soldado creyente
un pajarito trajo con su trino
recuerdos de una canción de niños:
"Manbrú se fue a la guerra
y no se cuando vendrá".
 
En la tierra colorada
una madre llora por su hijo
y se pregunta:
-¿volverá?
El que jugueteando me decía
que era muy feliz.
Un niño inquieto
de ojos negros, mi gurí.
 
¿Volverá?...
No sabe la anciana
de cabellos de plata
que su hijo amado
ya nunca volverá.
Abona con su sangre
las heladas tierras
de Malvinas y Soledad.